A pesar de que Anna lucía diferente en ese momento, Egan no tardó en reconocerla, por lo que una radiante sonrisa se dibujó en su rostro. Sin decir una sola palabra, Egan avanzó lentamente en su dirección, por lo que, sin dudar, Anna se apartó de su hermano y de Marcia, y movida por la emoción, corrió a los brazos de su amigo, quien la cubrió en un fuerte, pero cálido abrazo. ―Por la Diosa, Egan, cómo te he extrañado ―dijo Anna en un lloroso susurro ―También yo Anita, también yo… ―dijo Egan apretándola con fuerza antes de apoyar su cabeza contra la de la joven ―Me tenías tan preocupado ―susurró Durante algunos segundos, ambos jóvenes se mantuvieron en la misma posición, disfrutando del calor del otro. No fue hasta que Iva, se aclaró la garganta con suavidad, provocando que ambos jóvenes volvieran a la realidad. ― ¿Dónde te habías metido? ―preguntó Anna, quien apenas se movió de su lugar ―Te busqué la noche antes de partir a Arcadia ― —Lo sé, fue cosa de mi abuelo ―dijo Egan c
Al acercarse la hora de la cena, la pequeña familia Moretti por fin se separó. Mientras que Iva y Ares optaron por subir a sus respectivas habitaciones para acicalarse, Anna prefirió pasear por los jardines de la hermosa mansión Manolis, pues todos sus acompañantes, parecían estar ocupados con sus propias reuniones.Deseosa por tener algo de tiempo para ella por primera vez, la joven buscó un sitio con vistas al mar, pues si bien había estado en la isla de Arcadia poco más de un mes, apenas y había visto algo del espectáculo marino.― ¿Disfrutando del anochecer? ―se escuchó una voz a sus espaldas―Sí ―dijo Anna quedamente sin girarse al dueño de la voz ―La vista que el mar nos regala es maravillosa… ――Ciertamente lo es ―dijo el joven sentándose a su lado ― ¿Cómo van las cosas en Arcadia? ―Ante la pregunta, Anna soltó un suspiro antes de dirigir su mirada hacia los ojos azules de su acompañante.―Bueno, después de un mes de no tener nada, las cosas por fin comienzan a ir bien ―dijo A
―No es queja cariño, sólo me desahogaba ―dijo Egan soltando un suspiro ―Dime, ¿cómo estás? ¿Está todo bien en casa? La última vez que hablamos me dijiste que estabas cansada ―― “Lo estaba, después de todo, fuimos atacados tres días consecutivos, sin embargo, gracias a los deltas y a Jared, pudimos evitar que los enemigos entraran al territorio, así que por fin las cosas están en calma” ―― ¿Enemigos? ¿Cuáles enemigos? ―preguntó Anna en voz baja―Es bueno que por fin todo esté tranquilo ―dijo Egan con genuino alivio ―Dime, ¿Descubrieron sus identidades o para quién trabajaban? ―― “No, en su mayoría, los atacantes eran salvajes, claro, unos más que otros, sin embargo, Elliot no percibió el aroma de nadie del ejército del rey, así que no sabemos si están relacionados” ――Mi abuelo dijo que Arioch puede entender a los salvajes y darles órdenes, que no descarten nada y se mantengan alerta ―se apresuró a decir Anna en un bajo susurro―Aun así, amor, no deberían bajar la guardia, recuerda
Al notar que Anna parecía realmente irritada, Egan soltó una risita, pues al parecer, Zeth comenzaba a conocer los malos hábitos de la joven.― ¿Qué sucede? ―preguntó divertido cuando Anna se enfurruñó y se cruzó de brazos―Nada, Zeth aún sigue ocupado y me dijo que nos iremos mañana temprano ―gruñó Anna―Oh, entonces el plan de adelantar camino ha quedado completamente descartado ―dijo él tomándola por la cintura para guiarla de regreso a la mansión―Eso parece ―gruñó Anna nuevamente ―Dijo que el día había sido largo y que lo mejor era descansar, sin embargo, si me lo preguntas, creo que sólo está retrasando su visita a los Guardianes de Plata, aunque, bueno, entiendo que esté nervioso ―― ¿Nervioso? ¿Por qué? ¿Qué relación existe entre ellos? ―― ¿No te lo dijo Dante? ―preguntó Anna deteniendo su andar―No, ha estado ocupado con el abuelo, y Nero, bueno, él no ha querido decirme nada para respetar la privacidad de su hermano, lo que sea que signifique eso ―gruñó Egan ―Odio no estar
Tras dar un par de pasos en el interior de la cocina, Sander realizó una profunda reverencia para Delia antes de continuar su camino hacia Marcia, quien boqueó un par de veces antes de recuperar el habla.―Bueno, quería centrarme en la ensalada… ¿Podrías ayudarme con la pasta? ―preguntó Marcia intentando controlar sus emociones, pues aquel joven, era la viva imagen de su compañero―Claro, me encantaría ―dijo Sander dedicándole una amable sonrisa―No sabía que se te daba la cocina ―dijo Delia observando como el joven tomaba uno a uno los ingredientes que Marcia había recolectado para la salsa―Bueno, sí ―dijo Sander tímidamente ―Lo que pasa es que, cuando mamá murió, papá intentó cocinar para ambos, pero ese jamás ha sido su fuerte, quemó la cocina dos veces ―contó el joven, provocando que las tres mujeres rieran divertidas, sobre todo Marcia ―Después del segundo accidente, papá se rindió y comenzó a comprar comida rápida, y si bien al principio fue divertido, después de tres meses me
Temprano por la mañana del día siguiente, pese a las dudas y discusiones relacionadas con el estado de salud de Basil, el grupo de Zeth partió rumbo a Axón en una de las camionetas de la manada de Elián.Durante el viaje, Anna dormitó gran parte del camino, sin embargo, al sentir que su compañero creaba una barrera entre ellos, sus ojos se abrieron de golpe y se clavaron en Dante, cuya mirada, estaba clavada en el exterior del paisaje.Aquella mañana, Zeth le había ofrecido volver a Wolfsong por un par de días para que pudiera visitar a Basil, sin embargo, Dante se negó rotundamente, alegando que el rescate de Alastor no podía seguir retrasándose.―Estoy bien, tranquila ―dijo Dante, quien, al notar la mirada de su compañera sobre él, se giró hacia ella y tomó una de sus manos―Si realmente estás bien, ¿por qué me has bloqueado? ―preguntó Anna con el ceño fruncido―Porque no quiero preocuparte, ya que no puedo evitar preguntarme por Luna Azul ―dijo Dante soltando un suspiro ―Mi abuelo
Aturdido por el actuar de aquellos hombres, Zeth optó por no decir nada más y volver a la camioneta, donde todos, lo esperaban expectantes.―Solo sigue el camino John ―dijo en un suave susurroAl notar que Zeth no parecía dispuesto a decir algo más, todos optaron por dejarlo tranquilo.Conforme avanzaban por el sendero, algunos lobos se mostraban curiosos y se acercaban al camino para ver mejor la camioneta, incluso, Anna pudo notar que los que no se animaban a salir de entre los arbustos, volvían a su forma humana para poder formar pequeños grupos donde comenzaban a cuchichear emocionados.Por lo que fueron cuarenta minutos más de viaje, la camioneta siguió su camino sin contratiempos, y solo se detuvo hasta que estuvo frente a un alto muro de piedras, donde, justo en la entrada, estaba un joven de cabello corto cuyo color, era el mismo que el de Zeth, un color castaño cobrizo, sin embargo, sus ojos eran de un llamativo color verde.Al verlos llegar, el joven, que hasta ese momento h
Al notar que Zeth no sabía que decir, Argenis volvió a ocupar su lugar antes de indicarle a Zeth que tomara asiento en una de las sillas frente a él. Zeth, sin embargo, le indicó a Anna que se sentara primero.― ¿Es tú compañera? ―preguntó Argenis―No ―dijo Zeth secamente, lo que provocó que Anna se girara para verloAllí estaba otro signo de nerviosismo, distanciamiento.―Antes de decirte quién es ella, creo que tenemos otros asuntos que tratar ――Es verdad, dijiste que necesitabas hablar sobre un asunto delicado ―dijo Argenis adoptando una postura mucho más recta ―Después de tantos años sin acudir a nosotros, dijiste que querías pedirnos un favor ―dijo apoyando sus codos sobre el escritorio para poder entrelazar sus dedos ―Pero no sé qué decirte Zeth, en veinticuatro años de vida que tienes, jamás te preocupaste por llamarnos o por buscarnos, nosotros en cambio, te buscamos desde que fuiste arrancado de los brazos de Duncan ―Ante sus duras palabras, Zeth se revolvió incómodo.Sabía