Al no recibir respuesta alguna, Keren se asomó por su balcón solo para ver que la joven que cantaba no era otra mas que la supuesta compañera de Zeth.Irritada, Keren bajó su violín y se inclinó sobre la valla de concreto para poder observar mejor a la chica.Aquella noche, Anya llevaba un sencillo vestido color lila de tirantes, el cual, tenía una ligera apertura en su pierna derecha.En su cuello, reposaba un bonito y sencillo collar de diamantes, los cuales, reflejaban la hermosa flama de las velas.Más allá de eso, lo que realmente captó su atención, fue una sencilla pulsera de aleación de acero en su muñeca derecha.Era una pulsera, que ella reconocería en cualquier lado, pues esta, alguna vez, había estado en su joyero.―Anna… ―murmuró cuando la joven se detuvo y clavó sus ojos en ella―Toca mi niña, concéntrate ―le pidió Idylla con dulzura―P-Pero mamá… Se trata de… ――Lo sé cariño, lo sé ―dijo Idylla acercándose a ella ―Hablaremos de ello más tarde, sólo concéntrate, toca para
―Había escuchado de tus dotes artísticos, sin embargo, nunca había tenido el gusto de escucharte cantar ―dijo Arioch con un tono más amable ―Permíteme felicitarte Anya, pues sin duda, tienes una excelente voz ― ―Agradezco su halago excelencia ―dijo Anna inclinando la cabeza ligeramente ―Si me permites preguntar, ¿por qué has decidido practicar en el jardín? ―preguntó Arioch con curiosidad, provocando que Nero y Dante se tensaran ―En el ala sur, hay una sala de música perfecta para ello― ―Lo sé su excelencia, sin embargo, solo quería practicar un par de canciones y no quería causar molestias, además, anoche me pareció que la princesa Keren parecía alterada, pensé que algo de música podría animarla, pues esta mañana, no salió a practicar como acostumbra ― ―Fue muy amable de tu parte el preocuparte por mi sobrina, además, parece que lograste conseguir tu objetivo ―dijo Arioch al escuchar que Keren comenzaba a tocar una nueva canción ―No fue nada ―dijo Anna con genuina timidez, pues
Al notar que Anna lucía algo confundida, Zeth bajó su plato y se acercó un poco más a ella.― ¿La reina no te contó su historia? ――Algo así ―masculló Anna ―Me contó como fue su lucha para poder tomar el puesto de su padre como beta, también, que, gracias a eso, fue el abuelo el que decretó que las mujeres podían tener altos rangos dentro de una manada más allá del rango de gamma ―dijo con un tono suave y pensativo antes de girarse a él con emoción ―También me dijo que, su alfa, Bemus, era el primo de tu padre, el alfa Artemis Makris ―Ante la breve explicación Zeth asintió.―Espera, cariño, ¿tu abuela era la beta de la manada Guardianes de Plata? ―preguntó Dante con sorpresa― ¿No lo sabías? ―preguntó Anna algo incrédula, pues su compañero, usualmente se caracterizaba por ser una muy atractiva enciclopedia con pies―No ―admitió el joven ―Toda la información sobre la vida de la reina antes de serlo, aún no ha sido divulgada, su pasado sólo se revelará cuando abandone el trono ――Es co
Si bien antes Nero no lo había querido aceptar, Zeth siempre se había mostrado amable con él, incluso, debía reconocer que lejos de tratarlo como su hombre de apoyo, Zeth lo trataba con amabilidad y cariño, tal y como lo haría un hermano. Tal y como Cole solía tratarlo.En realidad, solo los diferenciaba las bromas pesadas que Cole solía hacerle.―Vale, entonces, ¿cuándo irás a visitar la manada de Argenis? ―preguntó Anna―Estoy preparando todo para irme mañana por la tarde, ¿quieren venir? ――Yo… No sé si sea lo correcto ―dijo Anna agachando la cabeza ―Mi padre sigue en esa mazmorra ――Lo sé, pero, de momento, no podemos hacer nada ―dijo Zeth apretando su mano ―Gael comenzará a preparase a partir de mañana, por lo que yo, debo ponerle fecha a nuestra presentación, sin embargo, me gustaría contar con la ayuda de Argenis ――Deberíamos ir ―dijo Dante estirándose para tomar la otra mano de Anna ―No quiere admitirlo, pero no quiere ir solo ―Ante sus palabras, Anna dirigió su mirada hacia
Al percibir el delicioso aroma del jazmín mezclado con la brisa del mar, Zeth inspiró profundamente.―Lo sé, no quería armar un alboroto, no tengo su talento mi princesa ―dijo Zeth cerrando los ojos cuando Keren besó su mejilla―Oh, por el ruido no se preocupe joven Zeth ―dijo Keren con una suave risita ―Este lugar es a prueba de ruido, el tío Arioch lo adaptó para mí cuando comencé a practicar ――No puedo creer que usted alguna vez haya sido mala ―dijo Zeth abriendo los ojos cuando Keren, se apartó de él, sin embargo, lejos de alejarse, ella lo rodeó y se sentó en su regazo, por lo que, ansioso por tocarla, se apresuró a rodear su cintura con sus brazos, mientras que ella, volvía a rodear su cuello―No era mala, era terrible ―le dijo con una bonita sonrisa ―Vail dice que Aidée se quejaba por el dolor de cabeza que le provocaban mis prácticas ―dijo haciendo un puchero, uno que hizo reír a Zeth―Aidée tiene mal gusto para la música ―dijo Zeth quedamente mientras pegaba su frente contra
Al día siguiente, tras cumplir con todos sus deberes, el grupo de Zeth se dirigió hacia el distrito de Arzeth para poder abordar la lujosa embarcación que los llevaría al territorio de Sangre Protectora.Era una tarde hermosamente soleada, y las aguas del mar, estaban en completa calma, lo que presagiaba un buen día para todos.Dante, Zeth, Nero, Svein y Sander, comían en la cubierta del yate, mientras que Anna y Sandrine, se habían refugiado en la cabina del capitán junto a John, quien disfrutaba de la compañía que las jóvenes lobas le ofrecían, sobre todo, la de Sandrine, quien irradiaba un aura de pura emoción, pues por primera vez en su vida, la joven abandonaba la isla.― ¿Está segura de que debería estar aquí princesa? ―le preguntó John a Anna cuando ella se sentó a su lado―Estoy segura ―dijo Anna tras dar un trago a su botella de agua ―No soporto a Holt, de verdad no entiendo como alguien puede beber tanto ―agregó con irritación―Sin mencionar que es un bruto ignorante ―gruñó
Conmovida por sus palabras, Sandrine sonrió y asintió lentamente.―Gracias John ―dijo quedamenteHaber encontrado a su compañero aquella tarde, había sido lo mejor que le había pasado en mucho, mucho tiempo. Y es que, después de lo que había vivido con Mendel, ella habría apostado que ningún hombre lobo la habría aceptado.En primer lugar, ella era una omega sin loba. En segundo lugar, había sido ultrajada, no solo por Mendel, si no por los soldados a los que el hechicero la ofrecía cada vez que había nuevos reclutas.Todo aquello, la había hecho hacerse a la idea de que, si algún día se encontraba con su compañero, este, lleno de asco, la rechazaría al instante.Para su sorpresa, John no había hecho tal cosa, si no que, emocionado por encontrarla, él corrió directamente hacia ella y la estrechó entre sus brazos mientras le preguntaba en un suave susurro dónde se había estado escondiendo, y le decía una y otra vez, que él la había estado buscando desde hace mucho tiempo.Preocupada po
A pesar de que Anna lucía diferente en ese momento, Egan no tardó en reconocerla, por lo que una radiante sonrisa se dibujó en su rostro. Sin decir una sola palabra, Egan avanzó lentamente en su dirección, por lo que, sin dudar, Anna se apartó de su hermano y de Marcia, y movida por la emoción, corrió a los brazos de su amigo, quien la cubrió en un fuerte, pero cálido abrazo. ―Por la Diosa, Egan, cómo te he extrañado ―dijo Anna en un lloroso susurro ―También yo Anita, también yo… ―dijo Egan apretándola con fuerza antes de apoyar su cabeza contra la de la joven ―Me tenías tan preocupado ―susurró Durante algunos segundos, ambos jóvenes se mantuvieron en la misma posición, disfrutando del calor del otro. No fue hasta que Iva, se aclaró la garganta con suavidad, provocando que ambos jóvenes volvieran a la realidad. ― ¿Dónde te habías metido? ―preguntó Anna, quien apenas se movió de su lugar ―Te busqué la noche antes de partir a Arcadia ― —Lo sé, fue cosa de mi abuelo ―dijo Egan c