El viaje en jet de Gretza a Idania era relativamente corto, sin embargo, para evitar ser rastreados, Duncan y John optaron por tomar la ruta más larga, por lo que, para cuando llegaron al hangar privado de Adriano a las afueras de Wolfsong, era casi media noche.Continuando la ruta trazada, según John y Duncan, el camino más seguro que los llevaría al bosque Flor de Luna, era uno que rodeaba el valle, algo que Alastor lamentó, pues añoraba también aquella ciudad que lo había acogido de joven.Sin embargo, Alastor disfrutó cada minuto del viaje, pues la vista nocturna de aquel hermoso valle parecía estarle dando la bienvenida.―Y, aquí estamos ―dijo John deteniendo la camioneta en la que viajaban, justo frente a una tienda de conveniencia, la cual, debido a la hora, ya se encontraba cerrada―Duncan y yo trazamos una ruta segura para no ser vistos por los salvajes que vagan por este bosque, sin embargo… ――Creemos que usted podría guiarnos mejor ―completó Duncan por John ―Pero, si lo pr
Ante su juramento, pronto el cuerpo de Alastor se vio envuelto por una bonita y muy brillante luz de color blanco, provocando que la manada entera, aullara de alegría, lo que dibujó una ancha sonrisa en el rostro de Alastor.―Hijo ―lo llamó Nora―Lamento haberte preocupado mamá ―se apresuró a decir Alastor ―Fui descuidado… ――Lo importante es que estás en casa ―dijo Nora sorbiéndose la nariz ―Dime, ¿dónde están Iva y mis nietos? ―Ante la pregunta, Alastor suspiró, abrazó a su padre y besó la frente de su madre antes de responder.―Iva se ha quedado en Sangre Protectora por su seguridad, en cuanto a mi cachorra, ella eligió quedarse en Arcadia para proteger a la gente involucrada en mi fuga y en la de mi padre ―dijo Alastor señalando a Maoz, quien, al ser nombrado, se alejó de Damon y avanzó hacia ellosAnte el imponente andar de aquel lobo, todos los miembros de Loto de Luna comenzaron a arrodillarse, mostrando así, su respeto hacia el rey licántropo, quien, de hecho, superaba con cr
» Ubicación: Arcadia, la mañana siguiente tras el escape de Alastor. «― ¿Cómo te sientes hermana? ―le preguntó Ares a Anna, quien, desde temprano, se encontraba abrazando la taza del baño como si su vida dependiese de ello―Mal, como si hubiera bebido una noche entera ―dijo Anna reprimiendo una arcada―Preciosa, te dije que no valía la pena que te bebieras el purgante, Gael dijo que los efectos de las demás pociones desaparecerían en un par de días ―dijo Armin al pasarle una botella con agua―Después de lo que pasó esta madrugada, preferiría no correr riesgos, lo mejor será mantener un perfil bajo ―dijo Anna al aceptar la botella ―Ares, júrame que jamás beberás, prométeme que jamás en tu vida probarás el alcohol ――Oh vamos, eso ya es exagerar ―dijo Armin cruzándose de brazos al recargarse en el lavamanos―No te metas, esto es entre mi hermanito y yo ―gruñó Anna antes de clavar sus ojos en el pequeño―Pero… ¿Ni siquiera podré probarlo? ―preguntó Ares con el ceño fruncido― ¿¡Acaso qu
Aquel día, tal y como ella había supuesto, fue extremadamente largo y tedioso.Allá a donde iba, Anna era escoltada por más de un guardia, por lo general, por Armin y algún otro soldado de la confianza de Zeth. Otras veces, era escoltada por Svein y Enith, quienes la guiaban por su nueva agenda como la futura reina.Lo primero que hizo aquel día, fue convivir con las Lunas que habían sido invitadas y qué, de momento, se encontraban aisladas en el palacio con ella.Si bien su visita estaba contemplada para los próximos dos días, Arioch había tenido que rendir explicaciones y pedirle a los alfas que extendieran su visita debido al escape del responsable de la desaparición del rey.Sumado a aquello, el propio consejero tuvo que disculparse con todos y prácticamente suplicar por su cooperación, pues durante los interrogatorios, Mendel había perdido todo control, y había comenzado a acusarlos a todos como los responsables de la huida del prisionero.La ira de Mendel era tal, que incluso alg
―Sí, pero ese entusiasmo podría ser peligroso ―dijo Anna negando con la cabeza ―Sandy, ¿podrías encargarte de que Marianne sea discreta? ―le pidió a la joven antes de ponerse su anillo―Si mi señora, por supuesto ―dijo Sandrine antes de apresurarse a seguir a Marianne―Entonces… ―suspiró Anna mirando a Zeth ― ¿A dónde vamos? ―preguntó tomando el paquete de galletas que Sandrine había llevado ―Pensé que no podíamos salir del palacio ――No podemos, pero, como dije, saldremos con Arioch y Mendel, iremos a “inspeccionar” las mansiones de los alfas ―― ¿Las del alfa Pavel, Argenis y Blake? ―preguntó al recordar que eran los únicos invitados que tenían una residencia en Arcadia―Sí, empezaremos con el alfa Pavel, y después con el alfa Blake, espero que con eso a Gael le dé tiempo de hacer el conjuro glamour y a mi tío a volver a la residencia ――Oh, ¿ya hablaron? ―preguntó Anna sintiéndose aliviada por ello―Sí, después de que saqué a Varena del ala suroeste, llamé a Argenis a mi oficina y
Sin más, Anna comenzó a relatarles lo sucedido después de que Castiel y Lowell iniciara su pelea. Les habló de en qué condiciones habían encontrado a Alastor y de cómo lo habían ayudado a salir. También, les contó sobre Ares y de su entrada furtiva al palacio para poder estar con ella.Ante aquella noticia, los tres alfas se ofrecieron a sacarlo de ahí y llevarlo de regreso a Sangre Protectora una vez que ellos mismos abandonaran la isla.A sabiendas de que el palacio no era un lugar seguro para Ares, Anna prometió volver a tocar el tema con él, aunque estaba convencida de que sería en vano, pues el lobato, parecía realmente cómodo con su abuela, además, ella no quería causarles problemas a los alfas en caso de que algo malo sucediera.Al llegar a la zona exclusiva, Anna pudo notar que el lugar estaba repleto de los hombres de Arioch, lo cual, al principio la preocupó, sin embargo, al ver que el capitán Leben y algunos otros soldados del ejército de Máximus estaban presentes, la jove
» Ubicación: Loto de Luna, la mañana tras el regreso de Alastor. «Aquella mañana en la manada Loto de Luna, Dante despertó en la misma cama que había estado compartiendo con su compañera durante su estadía.Al girarse hacia su costado y ver su espacio vacío, Dante volvió a sentir aquel vacío que había estado llenando su corazón desde su separación, por lo que, desanimado, hundió su rostro en la almohada que ella solía usar.Pese al tiempo que había pasado, aquella almohada, aún olía a ella, o más bien, a su champú.―Anna… ―susurró ― ¿Sabes, cariño? Es extraño, los días pasan y no logro acostumbrarme a tu ausencia… ―le dijo a la almohada ―Más bien, todo empeora… No lo encuentro normal ―“Pasamos más de mil vidas esperando por ella… Eso es ¿normal?” ―gruñó Damon, cuya voz, se escuchaba triste y desanimada― ¿Y así será siempre? Por favor, Damon, no podemos estar juntos las veinticuatro horas… ―“Lo sé, pero, no le encuentro otra explicación, y sinceramente, tampoco me apetece pensar en
Olvidándose de la larga ducha que había planeado tomar para volver a poner los pies en la tierra, Dante se duchó lo más rápido que pudo y se preparó para reunirse con Alastor.Al abandonar el baño, Dante se miró una vez más en el espejo y tras convencerse a sí mismo de que había hecho lo correcto, finalmente abandonó la habitación.―Vaya, que cambio tan extremo ―dijo Máximus, quien salía de la habitación de invitados que estaba junto a la de Ares ―Buenos días muchacho ――Buenos días, señor Máximus ―masculló DanteLlamarlo tan informalmente era algo que aún le costaba, sin embargo, les había prometido tanto al rey como Alastor, que lo llamaría de manera casual, sobre todo, al estar en casa.―La verdad es que mi barba ya era un desastre y no me apetecía lidiar con eso ahora, pero no podía quedarme así, se veía muy mal ――Puedo entenderte, me pasó lo mismo cuando desperté en la finca ―rio Máximus ― ¿Vas a algún lado tan temprano? ――Sí, el alfa me pidió que lo acompañase a correr ――Oh…