Aquella noche, tras acordar que el siguiente paso en el plan era que Anna se acercara a una de las criadas, Zeth y Nero volvieron al palacio, por su parte, Cole se unió a Byron y a Ragnar para vigilar el lugar, mientras que Eros, se encerró con Máximus en su oficina.Dante, por su parte, no regresó a su diminuto apartamento en el centro, si no que se había quedado en la finca por petición de Máximus, quien al ver como el rostro de su nieta se consumía por la tristeza de ver a su compañero marcharse, le pidió pasar la noche en casa.―Cariño, vuelve a la cama ―dijo Dante tras observar la figura de su compañera por largo ratoAnna, quien se había sentado sobre el alfeizar de la ventana, negó con la cabeza lentamente, por lo que, al notar un ligero temblor en su cuerpo, Dante se levantó y se apresuró a ir a acomodarse detrás de ella para abrazarla por detrás.― ¿Qué sucede? ―le preguntó con voz queda antes de besar su marca―No quiero ser una Diana ―dijo Anna con voz débil―No es lo mismo
―Es imposible ―gruñó Gael con frustración antes de lanzar un plano a la mesa más cercana ―Si no sé qué hechizos de protección utiliza ese hombre en su madriguera, no puedo abrir un portal y mucho menos, ayudarla a entrar a esa mazmorra ――Burlar a los custodios será fácil, está todo aquí ―dijo Armin revisando los horarios de los guardias que Zeth había llevado aquella mañana ―Pero sigue siendo arriesgado, teniendo en cuenta que no sólo protegen el ala de Mendel, sino que también, al hombre que “secuestró” al rey ――Desde que lo capturaron, esa zona jamás está desprotegida ―dijo Nero antes de morder una hamburguesa―Por eso es por lo que debo unirme a los hombres de Arioch, les será más fácil confiar en uno de los suyos, pues si creamos una distracción, podríamos ser atrapados en el acto ―dijo Dante antes de meterse una papa frita en la boca―Y aún así, es algo arriesgado ―dijo Zeth antes de beber de su refresco ―Serás un nuevo elemento, no será tan fácil que confíen en ti ――Tendrás q
Tras ponerse de acuerdo con la siguiente parte del plan, Anna y Dante aprovecharon su día libre y pasaron la tarde juntos.De vez en cuando, Armin y Gael se unían a ellos, sin embargo, terminaban dejándolos solos, pues el anhelo que tenían el uno por el otro, se palpaba en el aire, y aquello, a Armin le incomodaba y a Gael lo fastidiaba.―Debo irme ―dijo Dante en un susurro cuando su reloj marcó las ocho ―No he ido al departamento desde ayer por la tarde, será sospechoso si alguien va a buscarme ―agregó antes de besar la mejilla de Anna con ternura― ¿Tan temprano? ―preguntó Anna haciendo un puchero―Tenemos una eternidad juntos por delante nena ―dijo Dante antes de besar sus labios ―Debemos ser fuertes y resistir, además, mañana nos volveremos a ver ――No es lo mismo ―dijo Anna dirigiendo su mirada hacia sus anillos, los cuales, reposaban en la pequeña mesa de café frente a ellos ―Tenían otro significado… ―murmuróY es que, aquella tarde, Emmet había reforzado el hechizo glamour en a
― ¿A dónde vamos Nero? ―le preguntó Anna a su acompañante al notar que el joven avanzaba por el camino opuesto a la zona suroeste cuando ambos volvieron al primer piso ―Antes de trabajar, vamos a desayunar ―dijo Nero consultando su reloj antes de mirarla ―Es una orden, tendremos un día muy ocupado ―agregó al ver que Anna rodaba los ojos ―Vale, no le diré que no a la comida de Isis ―dijo Anna suspirando ―Pero, Nero ¿por qué vamos al jardín? ―preguntó cuando el joven abrió la enorme puerta ― ¿No lo escuchas? ―preguntó Nero en voz baja Confundida, Anna guardó silencio y aguzó el oído. Al escuchar el suave sonido de un violín, la joven no pudo evitar sonreír. ― ¿Es ella? ―preguntó con emoción ―Al parecer, la princesa Keren decidió adelantar sus prácticas esta mañana ― ― ¿Sabes por qué? ―preguntó Anna con curiosidad, pues desde que había llegado al palacio, había descubierto que su tía practicaba al medio día, cuando el sol estaba en su punto más alto ―Sucede que, finalmente ha sido
Tras hacerle una reverencia a Keren, la joven criada se apresuró a marcharse por el mismo lugar por el que Nero había desaparecido. Al verlo desayunar junto a otra criada, Sophie se acercó a ellos directamente.―Buenos días, Nero ―lo saludó Sophie antes de dirigirle una pequeña cabeceada a Anna, quien le devolvió el gesto ―Cuenta ¿qué fue lo que le diste a la princesa? ―preguntó emocionada―Sabes que no me inmiscuyo en los asuntos de mis amos, me pidieron que le entregara eso a la princesa y eso fue lo que hice ―dijo Nero encogiéndose de hombros― ¿Y quién te lo pidió? ¿El joven Zeth? Siempre he pensado que los dos… ――No, no fue él, y no insistas Sophie, sólo hice mi trabajo, así como tú deberías hacer el tuyo ―dijo Nero metiéndose un bocado de su tortilla de huevo en la bocaAnte sus palabras, Sophie puso los ojos en blanco antes de dirigirse a Anna.―Digno de ser el gran beta, ¿verdad? ――Es verdad ―dijo Anna riendo―Tú eres Anya ¿verdad? ――Sí, Anya Carter ―se presentó Anna―Escuc
Una vez que las dos estuvieron dentro, Anna cerró la puerta con seguro y se apresuró a cerrar las cortinas para tener algo de privacidad. Después, rebuscó en la bolsa que había llevado con ella aquella mañana y sacó uno de sus antiguos uniformes.Si bien era parecido al de Sandrine, su falda era algo más larga que la de la joven.―Te ayudaré porque… Entiendo lo que es anhelar estar con la familia ―dijo Anna pensando en la suya― ¿El joven Zeth no te deja verlos? ―Ante la pregunta, Anna negó con la cabeza con suavidad.―No es eso, es algo más complicado ―dijo Anna soltando un suspiro ―Toma, espero te sirva ―dijo tendiéndole su uniforme ―El baño está por allí ―dijo señalándole el camino―Gracias Anya ―dijo Sandrine antes de marcharse“Vale, ya nos acercamos a ella, ¿ahora qué?” ―gruñó Amara“Ahora, nos ganamos su confianza” ―dijo Anna sentándose sobre la cama“Eso… Se escucha vil, como si fuéramos a utilizarla”“Es que eso estamos haciendo” ―dijo Anna dejándose caer sobre su colchón― “
Ante las palabras sinceras de la joven, Sandrine asintió y apretó suavemente a Anna antes de salir de la habitación, por lo que, cuando la puerta se cerró, Anna se tomó unos momentos para continuar desahogándose.En el fondo, Anna sabía lo que su padre estaba sufriendo, sin embargo, dado a que siempre veía a Arioch por el palacio, ella había confiado en que se estaban centrando en buscar a Máximus, sin embargo, las palabras de Sandrine le hicieron ver que, al parecer, él y Mendel le daban más importancia a torturar a Alastor.Por milésima vez, Anna intentó establecer un enlace con su padre, sin embargo, el resultado fue el de siempre.Algo lo bloqueaba.―Te sacaré de allí papá, te lo juro ―dijo Anna limpiándose las lágrimas antes de dejar su habitación con rumbo a la oficina de ZethCuando llegó, la jove
―Eres un tramposo tío Zeth ―dijo Anna dejando en el escritorio, un libro que hablaba sobre el reinado del rey Philip, aquel que, alguna vez, Gael le había contado que había generado una alta tolerancia al acónito― ¿Por qué lo sería? ―preguntó Zeth tomando el libro para hojearlo―Nos enviaste a leer esos libros para que yo empezara con “mi educación” ―lo acusó Anna mientras se disponía a llenar tres tazas con té― ¿Por qué pensarías eso Anya? ―preguntó Nero con inocencia―No finjan ―gruñó Anna extendiéndole una taza al beta ―Me has explicado tantas cosas, que estoy convencida de que conoces el contenido de esos libros al derecho y al revés ―Al verse descubierto, Nero y Zeth soltaron una carcajada.―Vale, culpables ―admitió Zeth―El joven Zeth quería mantenerte alejada del resto de las criadas, así que, entre los dos, ideamos el plan perfecto para que te mantuvieras lejos de los deberes de limpieza y, por supuesto, bajo mi estricta vigilancia ――Sin mencionar que, gracias a eso, estuv