Ante las palabras sinceras de la joven, Sandrine asintió y apretó suavemente a Anna antes de salir de la habitación, por lo que, cuando la puerta se cerró, Anna se tomó unos momentos para continuar desahogándose.
En el fondo, Anna sabía lo que su padre estaba sufriendo, sin embargo, dado a que siempre veía a Arioch por el palacio, ella había confiado en que se estaban centrando en buscar a Máximus, sin embargo, las palabras de Sandrine le hicieron ver que, al parecer, él y Mendel le daban más importancia a torturar a Alastor.
Por milésima vez, Anna intentó establecer un enlace con su padre, sin embargo, el resultado fue el de siempre.
Algo lo bloqueaba.
―Te sacaré de allí papá, te lo juro ―dijo Anna limpiándose las lágrimas antes de dejar su habitación con rumbo a la oficina de Zeth
Cuando llegó, la jove
―Eres un tramposo tío Zeth ―dijo Anna dejando en el escritorio, un libro que hablaba sobre el reinado del rey Philip, aquel que, alguna vez, Gael le había contado que había generado una alta tolerancia al acónito― ¿Por qué lo sería? ―preguntó Zeth tomando el libro para hojearlo―Nos enviaste a leer esos libros para que yo empezara con “mi educación” ―lo acusó Anna mientras se disponía a llenar tres tazas con té― ¿Por qué pensarías eso Anya? ―preguntó Nero con inocencia―No finjan ―gruñó Anna extendiéndole una taza al beta ―Me has explicado tantas cosas, que estoy convencida de que conoces el contenido de esos libros al derecho y al revés ―Al verse descubierto, Nero y Zeth soltaron una carcajada.―Vale, culpables ―admitió Zeth―El joven Zeth quería mantenerte alejada del resto de las criadas, así que, entre los dos, ideamos el plan perfecto para que te mantuvieras lejos de los deberes de limpieza y, por supuesto, bajo mi estricta vigilancia ――Sin mencionar que, gracias a eso, estuv
Tras las palabras de Arioch, Dante inclinó la cabeza y se puso de pie.―Veamos ―masculló Mendel mientras revisaba la información que tenía sobre Dante ―Damián Reed, veintidós años, originario de Farcia, renegado, según Holt y Lamar, consiguió los mejores tiempos en carreras y ha recorrido más kilómetros que otros cadetes, justo ayer, consiguió el récord en fuerza… Vaya, vaya, ahora entiendo tú interés Arioch ―dijo sonriendo ―Creo que dimos con alguien muy interesante ―― ¿De qué hablas? ―preguntó Arioch, quien no apartaba sus ojos de Dante―Su lobo tiene un increíble tamaño para ser un renegado ―dijo Mendel ―Dinos Reed, ¿acaso solías ser un alfa? ―preguntó con curiosidad―Sí señor ―dijo Dante sin más― ¿Qué le ocurrió a tu manada? ―preguntó Arioch―Salvajes y… Un vampiro ―dijo Dante agachando la mirada ―Me vi superado y no pude hacer nada por mi gente… ―― ¿Un vampiro? ―gruñó Arioch― ¿Cómo era ese vampiro? ―preguntó Mendel frunciendo el ceño, pues el único vampiro que él conocía que
Con decisión y manteniéndose en su papel, Dante se acercó al hombre que había sido liberado de todas sus ataduras, exceptuando, de un grillete de plata que estaba en su cuello.Si bien su apariencia había cambiado por completo, algo que no se habían molestado en ocultar o cambiar, era el aroma de Alastor, el cual, él conocía desde cachorro. Al estar frente a él, Dante observó atentamente el cuerpo magullado de Alastor.Tenía heridas por todo el cuerpo, sobre todo, en sus pies, los cuales, más bien parecían haber sido quemados con algo, muy seguramente, por acónito.En su búsqueda por encontrar alguna parte de su cuerpo que no estuviera herida, Dante llegó finalmente a sus ojos, los cuales se entrecerraron al instante, indicándole que estaba listo para pelear.“Alfa Alastor” ―lo llamó Dante por medio del enlace que, ahora, él también podía usarAnte la familiar voz, Alastor abrió los ojos con sorpresa, por lo que, por un breve segundo, se permitió relajarse.“¿Dante? ¿Eres tú?”“Soy y
Ante las palabras de su padre, Anna tragó saliva y asintió antes de continuar su camino.―Cuando terminen las pruebas, hablaremos de esto ―dijo Arioch clavando los ojos en Anna cuando esta pasó a su lado―Sí excelencia ―murmuró Anna inclinando la cabezaTras una larga e incómoda caminata en silencio, al llegar a la zona principal del palacio, Anna y Nero se dirigieron a las mazmorras, mientras que Dante, siguió a Arioch hacia el palacio.Inquieto por lo que acababa de suceder, el joven dirigió su mirada hacia a Anna, quien, casualmente, ya lo observaba.Sabiendo lo que el otro pensaba, simplemente se dedicaron una triste sonrisa antes de continuar con sus respectivos caminos.―Espera afuera ―le dijo Nero al guardia que custodiaba las celdas de castigoTras dedicarle una reverencia, el hombre asintió y se mantuvo fuera del lugar, por lo que Anna y Nero, se apresuraron a guiar a Alastor a la celda más alejada de la puerta.―Por Dios papá, ¿qué te han hecho? ―preguntó Anna con la voz que
Sin recordar como hablar, Alastor abrió y cerró la boca varias veces, y al no poder pronunciar ninguna palabra, se apresuró a abrazar a Anna, quien soltó una risita al devolverle el abrazo.― ¿Me-Mellizos…? ―balbuceó Alastor al fin ― ¿C-Cómo? ――El cómo pasó, tú deberías saberlo bien ―dijo Anna riendo ―El cómo sé que son mellizos, bueno, resulta que Arioch le pidió a Zeth que solicitara más hombres para buscar al abuelo, así que le pidió que hablara con el alfa Nicholas, como es lógico, primero hablamos con el viejo ―dijo la joven intentando hacer un rápido resumen ―Una vez que terminaron de discutir aquello, me dejaron hablar con mamá, quien me dijo que mis hermanitos gemelos, en realidad eran mellizos, ¡uno de cada uno! ―exclamó divertida―Diosa… Mellizos ―masculló Alastor, cuyos ojos comenzaron a llenarse de lágrimas ―Pero… ¿Ellos están bien? ¡Mi rechazo! ―exclamó apartando a Anna para sujetarla por los hombros―Están bien papá, después del rechazo, Julia y Chloe los revisaron y no
Sin decir nada más, Anna asintió, si limpió el rostro y apresuró el paso en dirección a la oficina de Arioch, la cual, se encontraba por el camino opuesto a la de Zeth.Al llegar, la joven inspiró profundamente y clavó sus ojos en Nero.―Estoy lista ―mascullóTras asentir, Nero llamó a la puerta un par de veces, y tras recibir el permiso de Arioch, el joven abrió la puerta para Anna.Apegándose a su papel, Anna adoptó una actitud ligeramente sumisa y se acercó al escritorio.―Su excelencia ―dijo Anna dedicándole una pequeña reverencia― ¿Por qué no me lo habías dicho? ―le preguntó Arioch a Zeth, quien se levantaba de su silla para cedérsela a Anna―Yo… Quería rechazarla ―dijo Zeth con voz queda ―Este lugar no es para ella ―― ¿A qué te refieres? ―preguntó Arioch clavando sus ojos en Anna, quien agachó la mirada―Papá, Anya es una chica amable y de corazón noble, este lugar, está lleno de tantas cosas turbias gracias a Mendel, sin mencionar las intrigas y las envidias que las propias c
Apenas la puerta se cerró detrás de Nero, Anna y Dante no tardaron en enredarse en los brazos del otro para besarse con pasión, un beso que les devolvió el aire que tanta falta les hacía.―Prométeme que no se te va a ocurrir unirte a él ―pidió Dante entre besos antes de bajar hasta su cuello―Lo prometo ―jadeó Anna al sentir los colmillos de Dante rozar su piel― ¿Ni si quiera por la misión? ―preguntó Dante acariciando su cuerpo por debajo de su blusa―Solo hay una persona a la que quiero unirme y es a ti ―masculló Anna apretándose contra él―Bien ―gruñó Dante levantándola del suelo, provocando que ella rodeara sus cintura con sus piernas―Deberíamos controlarnos ―masculló Anna cuando Dante volvió a atender sus labios―Lo intento ―gruñó Dante apretando su trasero cuando ella tiró de su cabello suavemente ―Te lo juro que lo hago… ―Justo cuando bajó por el cuello de su compañero, un ruido fuera de la habitación los sobre saltó a ambos, por lo que, con cuidado, Dante bajó a Anna y ella
Ante la presencia del hechicero, Zeth suspiró aliviado, pues, por fortuna, podrían moverse rápidamente.―Nero, por favor ayuda al señor Carter, Anya y yo debemos hablar con él en privado ――Sí ―masculló Nero antes de acercarse a Gael para tomar todas las bolsas de los brazos del hechicero, las cuales, se apresuró a subir al maleteroCuando finalmente terminó de acomodar todo, Dante esperó a que el joven se marchara para poder entrar al café, donde fue recibido por una alegre camarera, lo cual, lo tomó por sorpresa.―Pensé que no contratarían a nadie ―le dijo a Armin al sentarse frente a la barra donde el joven alfa, observaba el lugar con semblante aburrido―No lo hicimos, ella solo estará aquí unos días ―― ¿Quién es? ―preguntó Dante frunciendo el ceño―Ah, esa mujer debe de tener el mismo nivel que Gerard si ni siquiera tú puedes reconocerla ―dijo Armin con tono burlónAnte sus palabras, Dante se giró en su asiento para poder observar a la joven, la cual, se paseaba entre las mesas