Ante la aparición de la joven, el rostro de Egan se iluminó, por lo que se puso de pie de un salto y se apresuró a acercarse a su compañera, quien se dirigió directamente a la pequeña sala de la oficina de Basil.―Por favor, brujita mía de mi corazón, dime que lo que llevas allí es tu famoso té relajante ―dijo Egan con emoción―Adivinaste ―dijo ella riendo al mismo tiempo que dejaba la charola sobre la mesa de café y Egan aprovechaba para girar las tazas ― ¿Cómo te trata la vida de alfa? ――Es justo lo que pensé que sería ―dijo el joven desparramándose en el sofá ―Estresante, y con cero tiempo para la vida social más allá de los aliados, de verdad, te juro que no le he visto ni el polvo al abuelo Ariel porque desde que llegué, he estado yendo y viniendo de la casa del lago, por Selene, ni si quiera he visto a mi hermana y aunque sea difícil de creer, la echo de menos ――Pensé que habías dicho que el alfa Elián había enviado a Alexander a ayudarte ―dijo Chloe tendiéndole una taza humea
Ante la sugerencia, Chloe no pudo más y soltó una carcajada, una que hizo resoplar a Egan.―Hablo enserio ―gruñó ―Sé que prometimos no marcarnos hasta que estemos juntos, pero, Chloe, quisiera estar a solas contigo, ya sabes, sin interrupciones ―dijo en voz alta al escuchar nuevamente ruidos en el exterior―Egan, te recuerdo que Gino y Elizabeth están allí con Cara y Alexa, para cuidar a Connor, Marco y a Adeline ―dijo Chloe acariciando su espalda, lo que relajó al lobo notablemente―Sí, recuérdame, mi amor, ¿qué hacen unos humanos en territorio de hombres lobo con todo lo que está pasando y el peligro que corren con los salvajes acechando? ――Connor y Adeline llamaron a Elizabeth hace un par de días y exigieron saber algo de Anna, cuando ella les dijo que no sabía nada, ellos no le creyeron, y ayer por la tarde, Jared los atrapó intentando colarse por la frontera del bosque Flor de Luna siendo guiados por Marco, quien conoce el territorio gracias a Gino ―― ¿Y? ――Cuando los tres se
Aquella noche, no sólo la pareja disfrutaba del hermoso cielo nocturno, si no que, una hermosa joven de cabello largo de color azul rey, tenía sus ojos clavados en la luna, ni si quiera los dos brazos rodeando su cintura lograron distraerla.―Gino… ―susurró― ¿Qué haces aquí gestitos? ――Sólo te esperaba ―dijo Elizabeth quedamente ―Cara me dio permiso de estar aquí afuera, ya que los hombres de Ragnar son los que están patrullando esta zona ―dijo girándose entre sus brazos para poder abrazarlo ―Dime ¿Por qué tardaste? ――Cambio de turno ―dijo Gino suspirando ―Me aseguraba de que las patrullas se reunieran con los lobos del alfa Giovanni y con las del alfa Ziegler, en cuanto a las de Luna Azul, Egan dejó todo listo con su gente antes de marcharse a casa esta tarde ――Mi hermano cumpliendo el trabajo de un alfa, de verdad, lo veo y no lo creo ―dijo la joven con una suave risita ―Y pese a su ayuda, hoy has estado muy ocupado ――Así es la vida de un beta cuando su alfa no está ―dijo el jo
Ante las palabras del joven, Marco se detuvo abruptamente, provocando que Gino se girara para verlo.― ¿Qué pasa? ―preguntó confundido―Ese pequeño, Raiden, es el hijo de un vampiro y una mujer lobo ¿cierto? ――Sí, ¿qué con eso? ――Me suena haber leído algo en los libros de mi madre, algo referente a un sentimiento de lealtad que esos pequeños desarrollan desde su nacimiento, sin embargo, no logro recordar el motivo… ―― ¿Y? ¿A dónde quieres llegar? ―preguntó Gino inclinando la cabeza―No lo sé, solo pienso que, tal vez, el pequeño la extraña por ese sentimiento de lealtad ¿no crees? ――No lo sé Marco ―dijo Gino retomando su camino ―En nuestro mundo, no hay mucha información acerca de los híbridos, mucho menos si hablamos de hijos de vampiros originales ―― ¿Por qué no? ――Porque ellos fueron los que dictaron esa ley de acabar con los híbridos, sobre todo si tienen sangre de hombres lobo ―dijo Gino encogiéndose de hombros― ¿Tanto es su odio hacia ustedes? ―preguntó Marco ― ¿Por qué?
Ante la pregunta de su amiga, Adeline se revolvió nerviosa.¿Que si le interesaba lo relacionado a los hombres lobo? ¡Claro que le interesaba!Siempre había sido fanática de aquellas historias de internet sobre hombres lobo, y el hecho de saber que eran reales, por un tiempo, la hicieron sentir deseosa de unirse a aquel mundo. Sin embargo, con el paso del tiempo, se dio cuenta de que no todo era miel sobre hojuelas y que no todo giraba en torno al amor.No. No todo era fácil para los hombres lobo, lo sabía de sobra.Su mejor amiga, a menudo se desahogaba con ella y le confesaba todos y cada uno de sus miedos y dudas, incluso, los sentimientos de culpa.Cierta ocasión, Anna le había contado lo mucho que le había costado superar su primer cacería, pues, según sus palabras perseguir a alguien para acabar con su vida para proteger a su manada, era algo que, como alfa, ella debía saber hacer a la perfección, sin embargo, eso no cambiaba el hecho de tener que arrebatar una vida.En su caso,
Al ver aquella esfera en la mano de su hermano, los ojos de Tabatha se abrieron completamente por la sorpresa y su corazón, comenzó a latir violentamente.Emocionada, Tabatha estiró su mano hacia la de su hermano, sin embargo, Mendel se apresuró a cerrar su puño, escondiendo nuevamente la esfera.― ¿No venías en son de paz? ―preguntó Tabatha con hastío―Así es, sin embargo ―dijo girándose hacia su hermana ―No soy idiota ――Eso es debatible ―gruñó la hechicera antes de arrebatarle su copa para servirse más vino ― ¿Qué quieres a cambio de mis poderes? ――Una sola cosa ―dio Mendel con un tono serio y frío―Habla ――Jura que no vas a volver a traicionarme ―dijo Mendel haciendo un gesto con su mano, provocando que Tabatha fuese lanzada hacia una columna, donde se quedó inmóvil, como si cuerdas invisibles la mantuvieran atada ―Jura, que no volverás a actuar a mis espaldas ―exigió acercándose a ella―Jamás te he traicionado, y si actué a tus espaldas, fue para cubrir el maldito punto ciego q
Alrededor de las seis de la mañana, tras compartir una noche muy especial, Anna y Dante decidieron que era hora de volver a la casa de la manada de los Guardianes de Plata.Debido a que Dante le había prometido a Bemus regresar temprano para no llamar la atención, el joven decidió llevar a su compañera en su lomo, por lo que el regreso al territorio fue prácticamente instantáneo.Por fortuna, tal y como se le había dicho, la casa de la manada estaba sumida en el silencio, por lo que la pareja, nada más poner un pie en el interior y notar que estaban solos, no pudo evitar caer nuevamente ante sus deseos.―Ya vete, nos van a descubrir ―dijo Anna riendo quedamente cuando Dante comenzó a besar su cuello justo delante de la puerta de la habitación que le habían asignado―No puedo irme todavía, ahora que te volví a probar, no puedo irme así sin más ―dijo él apretándola más contra su cuerpo―Entonces ven aquí ―dijo Anna con una sonrisa pícara tirando de él hacia el interior de la habitación,
Tras elegir un atuendo que fuese lo suficientemente cómodo para que Anna usara durante el viaje de regreso a la manada Sangre Protectora, Sandrine, para no quedarse sin hacer nada, comenzó a hacer un poco de aseo en la habitación.Por fortuna, Anna decidió tomar la ducha más rápida de su vida, por lo que, más pronto que tarde, ambas se encontraban bajando por las escaleras de madera para dirigirse al comedor principal, donde Bemus, ya se encontraba esperando.― ¿Descansó bien señorita Anya? ―le preguntó el hombre con una sonrisa―La verdad es que sí, muchas gracias, señor ―dijo Anna tímidamente ―Por todo… ―Si bien el día anterior le había tomado confianza, aquella mañana era diferente y no se sentía muy cómoda mirándolo a los ojos, después de todo, aquel hombre era consciente de la noche que ella había pasado con su compañero. Tal vez no sabía cómo, pero, sin duda, sabía lo que habían hecho.―No tiene nada que agradecerme ―dijo Bemus con un tono jocoso ―Entonces, ¿está lista para vol