Tras elegir un atuendo que fuese lo suficientemente cómodo para que Anna usara durante el viaje de regreso a la manada Sangre Protectora, Sandrine, para no quedarse sin hacer nada, comenzó a hacer un poco de aseo en la habitación.Por fortuna, Anna decidió tomar la ducha más rápida de su vida, por lo que, más pronto que tarde, ambas se encontraban bajando por las escaleras de madera para dirigirse al comedor principal, donde Bemus, ya se encontraba esperando.― ¿Descansó bien señorita Anya? ―le preguntó el hombre con una sonrisa―La verdad es que sí, muchas gracias, señor ―dijo Anna tímidamente ―Por todo… ―Si bien el día anterior le había tomado confianza, aquella mañana era diferente y no se sentía muy cómoda mirándolo a los ojos, después de todo, aquel hombre era consciente de la noche que ella había pasado con su compañero. Tal vez no sabía cómo, pero, sin duda, sabía lo que habían hecho.―No tiene nada que agradecerme ―dijo Bemus con un tono jocoso ―Entonces, ¿está lista para vol
Durante un breve segundo, Anna, Bemus y Duncan, intentaron contener la risa, sin embargo, cuando Zeth frunció el ceño adoptando un gesto de preocupación, los tres estallaron en una carcajada.Envueltos por aquel acogedor ambiente, todos disfrutaron de un tranquilo y delicioso desayuno, dejando brevemente de lado todas y cada una de sus preocupaciones, por lo que no fue de extrañar que, para cuando llegó la hora de partir, todos parecieran algo reacios a marcharse.― ¿Tienes mi número? ―le preguntó Duncan a Zeth por enésima vez cuando todos se reunieron fuera de la casa de la manada para despedirse―Sí Duncan, tengo tu número ―respondió Zeth con algo de fastidio― ¿Qué hay del de Noa? ¿También lo tienes? ――También lo tengo ―― ¿Y el número privado del tío Bemus? ―volvió a preguntar Duncan―Que sí Duncan, guardé todos los números que me diste anoche ―gruñó Zeth ―Dime ¿tú tienes el de Darío y el de Celia? ――Los tengo ―respondió Duncan al mismo tiempo que rebuscaba en el bolsillo de su
Antes de responder, Duncan esperó a que la camioneta en la que su hermano viajaba desapareciera por completo antes de girarse hacia Argenis, quien asintió con suavidad al notar que, por primera vez en años, Duncan había sucumbido ante las lágrimas.―Lo mismo de siempre ―dijo Duncan con la voz rasposa― ¿Un auto y dinero? ―le preguntó Argenis abrazándolo por los hombros―Un auto y dinero ―repitió Duncan ―Te juro que algún día te lo pagaré todo Argenis ――No me importa eso Duncan, me conformo con que por fin dejarás de ser un renegado ―masculló Argenis ―Dime, ¿qué harás con Noa y los chicos? ―preguntó guiándolo a él y a los demás de regreso al interior de la casa―Yo… No puedo arriesgarlos ―dijo Duncan haciéndole un gesto a Emily, quien tomó la mano de Keith y, con Dione en brazos, caminó en dirección opuesta a la de ellos ―Debo pedirte otro favor ――Nada, considéralo hecho ―sentenció Argenis ―Noa y los chicos estarán bien aquí con Halsey ――Gracias ―susurró Duncan ―Diosa, ¿te puedes cr
Cerca del atardecer, el grupo de Anna finalmente arribó en la manada Sangre Protectora, donde fueron recibidos por Iva, Elián y Svein.Que fueran recibidos por aquel trío, para Dante y Zeth, significaba que no tenían tiempo para descansar, mientras que, para Anna, significaba pasar algún tiempo con su madre y su hermano.Aprovechando la presencia de la joven, Ares sugirió tomarse algunas fotos los tres juntos para Idylla, en parte para agradecerle su obsequio, y en parte, para que ella pudiera conocerlos.Encantadas con la idea, Iva le solicitó a Marcia conseguirle una cámara instantánea, y una vez hecho, la misma gamma, Sander y Sandrine, se unieron a la pequeña ocurrencia de la familia Moretti.Finalmente, tras la sesión fotográfica, llegó la hora de la cena, por lo que todos volvieron a reunirse, pasando así, un rato agradable.―Oh mamá, de verdad que no tienes idea de lo hermoso que fue ―dijo Anna con voz soñadora mientras que Iva, cepillaba el aún húmedo cabello de su hija, pues
Al escuchar la voz de Sandrine del otro lado de la puerta, tanto Anna como Iva, suspiraron aliviadas.―Oh, Sandrine, pasa ―respondió Anna antes de dirigirse al tocador de su madre, donde estaba una pequeña caja de terciopelo donde la joven dejó su anillo―Alteza Iva, buenas noches ―la saludó Sandrine con una reverencia al entrar a la habitación―Buenas noches, Sandy ―respondió Iva con amabilidad―Dime, ¿sucede algo Sandy? ―preguntó Anna ocultándose detrás del armario para ponerse su pijama―Es sólo que el joven Zeth desea hablar con usted en la oficina del alfa Elián ―― ¿A estas horas? ―preguntó Anna asomando la cabeza ― ¡Son casi las doce! ―exclamó con indignación ― ¿Y tú no deberías estar durmiendo? ――Pequeña, usa tu olfato, recuerda las lecciones de tu abuelo Daryl ―dijo Iva riendoConfundida, Anna arqueó una ceja antes de olfatear el aire.― ¡Oh! Con que eso era ―dijo Anna mirando a Sandrine con complicidad ― ¿Por qué no se lo permites Sandy? Son compañeros ―le preguntó a la jov
Ante las palabras de Zeth, Anna resopló y negó suavemente con la cabeza.―No entiendo el por qué podrían apoyar sus ideales ―gruñó la joven―Porque no todos conocen la verdad alfa ―le dijo Laisha―Ni si quieran la sospechan ―agregó Gerard ―Gran parte de la comunidad de los hombres lobo, creen que, durante todos estos años, Arioch Nicolaou es quien ha estado cumpliendo el papel de rey ante la ausencia de su majestad, Máximus, por lo que no es de extrañar que existan quienes puedan apoyarlo, además, le recuerdo que nadie sabe que su excelencia no es un licántropo ――Entonces, ¿tendremos que enfrentarnos a manadas inocentes? ―preguntó Anna―Es probable, sin embargo, no creo que el alfa Alastor vaya a enviar una carta avisando del golpe de estado, tal vez a Arioch no le dé tiempo de llamarlos, aunque, bueno, él suele ser muy impredecible, debemos ser cuidadosos y vigilar sus movimientos ―dijo Zeth ―La ventaja que tenemos, es que todo iniciará aquí, en Sangre Protectora, pues, para ir a Ar
Durante un breve momento, Anna observó a Zeth, sin embargo, cuando finalmente procesó aquellas palabras, la joven se puso de pie bruscamente, provocando que Dante se apartara y que Zeth también se levantara.― ¡¿Quieres utilizar a la resistencia?! ―preguntó fúrica―Por eso quería hablar contigo ―dijo Zeth manteniendo un tono de voz sereno ―Anna, para sacar al alfa del palacio, una pelea entre dos adolescentes no les dará mucho tiempo, necesitamos crear un disturbio lo suficientemente llamativo para que la guardia se divida y les dé el tiempo para escapar ――Pero Zeth, creo que una cosa es pedirle ayuda a lobos que saben pelear, ¡tú estás pensando en usar a civiles! ―rugió la joven ― ¿Qué tal si los soldados les hacen daño? ¿Y si los capturan? ¡Zeth! ¡No sabes lo que Arioch y Mendel podrían hacerles! ――Es por eso por lo que hablarás con Svein ―dijo Zeth con calma ―Como su princesa, le vas a pedir que no les hagan daño a los rebeldes, y de ser necesario, que los lleven a la prisión de
Ante la petición de la joven, Gerard frunció el ceño y se acercó un poco más a Anna para hablarle con voz queda.― ¿Dijo para el joven alfa? ―preguntó algo confundido ― ¿Para qué? ――Sandy… ―A sabiendas de lo que Anna quería hablar con el hechicero, Sandrine asintió y se alejó algunos pasos de ellos para poder vigilar el pasillo que llevaba a la oficina de Elián.―Escucha Gerard, he decidido que no volveré la noche en la que liberemos a mi padre ―dijo Anna también en voz baja ―Él debe volver y guiar a nuestros aliados, y Dante, debe volver y guiar a su gente, no sabemos cuál es el estado del alfa Basil, así que Dante debe volver…―Pero ¿para qué…? ――Si Dante se va, Damián desaparecerá, y la verdad es que aún lo necesito ――Pero princesa, se supone que hacemos esto para que todos vuelvan a casa ――Lo sé Gerard, pero no puedo dejar a la gente del palacio sola ―suspiró Anna ― ¿Te imaginas lo que les haría Arioch a todos aquellos que estuvieron cerca de mí y de Dante? ――Princesa Anna…