Permitiendo que el joven asimilara la situación, Anna y Zeth guardaron silencio, sin embargo, al ver que el lobo no podía articular palabra alguna, Zeth gruñó.―Nero, ¿puedes escucharnos ahora? ―preguntó Zeth señalando la única silla frente al escritorio―No, yo no podría ―masculló Nero girándose hacia Anna ―Por favor princesa, siéntese usted ―― ¿Escuchaste Zeth? Me habló de usted, a mí, a una criada ―dijo Anna riendo―No… Yo… ¡Lo lamento mucho alteza! ―se disculpó Nero haciendo repetidas reverencias―Ella solo bromea Nero ―dijo Zeth sonriendo ―Sabemos que no eres de ese tipo, ya te acostumbrarás al carácter de Anna, digo, si estás interesado en proteger a tu princesa dentro del palacio ―― ¡Por supuesto! ¡Lo estoy! ―Ante la disposición de Nero, Anna y Zeth sonrieron complacidos.―De verdad, siéntate, Nero ―pidió Anna señalando la sillaPese a lo dubitativo que se sentía, Nero tomó asiento, sin embargo, se aseguró de no darle la espalda a Anna.―Escucha Nero, tanto la identidad de A
Al ver que la preocupación se apoderaba del rostro de Anna, Armin apretó su mano.―Tranquila, debe ser tu compañero, antes de que Zeth dejara el café, lo escuché hablar con Damián ―― ¿El cadete Reed es su compañero? ―preguntó Nero con sorpresa―En realidad, Nero, mi nombre es Dante Benedetti ―dijo el joven al entrar a la oficina― ¿Cómo llegaste tan rápido? ―preguntó Armin frunciendo el ceño ―Incluso si eres su compañero, ser un acosador es algo repugnante ――No la estaba siguiendo ―gruñó Dante ―Sander y yo salimos de los campos para llevarle un paquete a al capitán Lamar, íbamos de regreso al palacio cuando Zeth me llamó ―― ¿Qué escusa usaste para no volver? ―preguntó Gael, quien iba justo detrás de él―Ninguna, estoy en tiempo libre, aún soy un cadete ―dijo Dante dirigiéndose a Anna, quien se apresuró a ir a refugiarse entre sus brazos―Eso pronto cambiará ―dijo Armin ―La verdad es que me cuesta creer que las cosas estén saliendo tal y como se planearon ――No empieces con tu negat
Sintiéndose aliviado de no haberse creado una mala imagen ante la princesa, Nero soltó un suspiro y sonrió antes de apresurarse a dejar la oficina para unirse al resto, quienes se habían sentado en una pequeña mesa de acero.―Ah, sobreviviste ―dijo Gael mientras se colocaba su reloj, lo que lo hizo adoptar su apariencia falsa de Gabriel ―Me alegro mucho por eso ――Tengo mis dudas al respecto ―masculló Nero al tomar la taza con café que Anna le ofrecía ―Muchas gracias, Anna ―dijo tímidamente―No hay de qué ―dijo Anna alegremente antes de sentarse sobre el regazo de su compañero, quien la tomó de la cintura y la besó tiernamente en la mejillaTras lo que fueron quince minutos de espera, Armin preparó algunos croissants con queso crema y jamón, lo que, si bien era algo sencillo, bastaron para hacer salivar a Anna.Justo cuando la joven iba a dar su primer bocado, alguien llamó a la puerta trasera, algo que, inevitablemente, la hizo gruñir.―Deben ser ellos ―dijo Dante besando la sien de
Tras decir su nombre, el hombre le dedicó una profunda reverencia.―No, el honor es mío señor Eros ―dijo Anna alegremente, provocando que Eros se irguiera en el acto para dedicarle una sonrisa, sonrisa que poco a poco se desvaneció―Lamento mi indiscreción princesa, pero ¿sabe algo del rey? ¿lo ha encontrado? ――Sí Eros, encontramos a mi abuelo, él se encuentra bien ――De hecho, se nos pidió que los lleváramos con él ―intervino Dante― ¿Habla en serio? ―preguntó Eros con emoción―Sí ―dijo Anna ―Mi abuelo aún se está recuperando, por lo que muy seguramente, su presencia lo alegrarán bastante ――La alegría será mutua ―dijo Eros soltando un suspiro aliviado―Siendo ese el caso, lo mejor es que se marchen ―dijo Gael, quien, en ese momento, se apresuraba a asomarse al local desde la puerta de la cocina ―Tenemos visitas indeseadas ―masculló con fastidio― ¿Joel? ―preguntó Anna― ¿Quién más llamaría a la puerta cuando el letrero en el cristal dice “volvemos enseguida”?―Salgan por el callejó
Tras lamer el rostro de la joven un par de veces, Maoz dirigió su cabeza hacia los recién llegados.Justo frente a él, estaba el que, alguna vez, fue su beta y su mejor amigo.―Majestad ―dijo Eros colocándose sobre una de sus rodillas ―Me alegra tanto verlo con bien ―dijo con la voz ligeramente quebrada al mismo tiempo que llevaba su mano derecha a su pecho e inclinaba la cabezaComo respuesta, Maoz volvió a agitar su cola, por lo que, con suavidad, empujó a Anna con su hocico, provocando que la joven se apresurara a apartarse de él unos cuantos pasos, dándole el espacio justo para que el rey, volviera a su forma humana.―Deja el formalismo viejo amigo ―dijo Máximus con una pequeña sonrisa ―No sabes la alegría que siento al volver a verte ――Max ―susurró Eros antes de ponerse de pie―Puedo saber, ¿qué haces aquí? ―preguntó Máximus con un jadeo, pues Anna, se había apresurado a abrazarlo―Mi hijo, Cole y yo vinimos a buscarte Max ―dijo Eros enjuagándose las lágrimas ―No sabíamos que ya
Ante las palabras del recién llegado, Máximus asintió, sin embargo, cuando Zeth se sentó al lado izquierdo de Dante, el hombre no pudo evitar soltar un suspiro frustrado.Su hija y su nieta ya tenían compañeros, lo que significaba que, aunque la situación se resolviera, él no tendría mucho tiempo para convivir con ellas, pues ambas, habían resultado ser Lunas.¿Quiénes se creían esos dos para quitarle sus tesoros? ¿Su salvadores?Pues sí, ambos eran su salvadores.Zeth, desde que había descubierto la verdad detrás de Arioch, había comenzado una investigación propia hasta que finalmente pudo dar con Alastor y lo había estado ayudando desde entonces.Dante, bueno, él había comenzado a ayudar a Alastor desde que se le había contado la verdad, y desde entonces, el bienestar de su compañera y el de su familia, era lo más importante para él.¿Les agradecía por eso? ¡Claro!Sin embargo, la diosa ya los había recompensado a los dos dándoles como compañeras a ambas princesas licántropas, pero
Aquella noche, tras acordar que el siguiente paso en el plan era que Anna se acercara a una de las criadas, Zeth y Nero volvieron al palacio, por su parte, Cole se unió a Byron y a Ragnar para vigilar el lugar, mientras que Eros, se encerró con Máximus en su oficina.Dante, por su parte, no regresó a su diminuto apartamento en el centro, si no que se había quedado en la finca por petición de Máximus, quien al ver como el rostro de su nieta se consumía por la tristeza de ver a su compañero marcharse, le pidió pasar la noche en casa.―Cariño, vuelve a la cama ―dijo Dante tras observar la figura de su compañera por largo ratoAnna, quien se había sentado sobre el alfeizar de la ventana, negó con la cabeza lentamente, por lo que, al notar un ligero temblor en su cuerpo, Dante se levantó y se apresuró a ir a acomodarse detrás de ella para abrazarla por detrás.― ¿Qué sucede? ―le preguntó con voz queda antes de besar su marca―No quiero ser una Diana ―dijo Anna con voz débil―No es lo mismo
―Es imposible ―gruñó Gael con frustración antes de lanzar un plano a la mesa más cercana ―Si no sé qué hechizos de protección utiliza ese hombre en su madriguera, no puedo abrir un portal y mucho menos, ayudarla a entrar a esa mazmorra ――Burlar a los custodios será fácil, está todo aquí ―dijo Armin revisando los horarios de los guardias que Zeth había llevado aquella mañana ―Pero sigue siendo arriesgado, teniendo en cuenta que no sólo protegen el ala de Mendel, sino que también, al hombre que “secuestró” al rey ――Desde que lo capturaron, esa zona jamás está desprotegida ―dijo Nero antes de morder una hamburguesa―Por eso es por lo que debo unirme a los hombres de Arioch, les será más fácil confiar en uno de los suyos, pues si creamos una distracción, podríamos ser atrapados en el acto ―dijo Dante antes de meterse una papa frita en la boca―Y aún así, es algo arriesgado ―dijo Zeth antes de beber de su refresco ―Serás un nuevo elemento, no será tan fácil que confíen en ti ――Tendrás q