La semana había pasado con rapidez y eso para Cleo significaba una sola cosa, tenía que buscar sus pertenencias en el apartamento que vivía con Lucas. Cleo se miraba en el espejo que estaba en el baño de la empresa y no podía evitar sentir un fuerte nerviosismo al solo imaginar que estaría allí. Por dentro deseaba que Lucas no estuviera, pero sabía que podía ser casi imposible con lo flojo que era. De sus labios de un leve color rosa soltó un suspiro intentando que todo lo que sentía disminuyera, la cosa era que Cleo no solo iba a buscar sus cosas, también le terminaría a Lucas.En su mente se repetía una sola palabra: “― Terminamos…” ella quería que al solo decir eso Lucas la dejara en paz, no quería darle explicaciones y mucho menos del porqué lo estaba haciendo, sabía que aquello sería inútil ante Lucas. Una vez más Cleo levanto su rostro con cierta mirada de seguridad, estaba más que decidida a terminar con todo y comenzar una nueva etapa. Se colocó la gabardina color beige que le
En el camino hacia la mansión de Ragnhild todo estaba callado, pero algunas veces la mirada de su amiga por el retrovisor eran hacia ella con cierta preocupación. Por otro lado, Ivar estaba a su lado tomando su mano para darle algún apoyo, podía notar como estaba teniendo ansiedad y cierto sentimiento de preocupación por el comportamiento de Lucas. Cleo movía constantemente su pierna intentando tranquilizarse, pero no podía. Unas suaves caricias en su mano izquierda hicieron que dejara sus pensamientos de lo sucedido, ahora se concentraba en lo que estaba viviendo en ese momento. Sentía la calidez de Ivar a un lado de ella, el cómo sus dedos apretaban con cierta delicadeza su pequeña mano y como sus dedos acariciaban su piel.— Cleo, ¿Te sientes mejor? — La voz de Ragnhild en su oído era suave, pero grave. En ese momento se dio cuenta de que le encantaba la voz de su jefe, le parecía relajante. Cleo volteó su mirada en el momento justo en que Ivar se mantenía cerca de ella, ambos ros
El sonido de una leve alarma había ocasionado que Ivar frunciera su rostro ante el ruido que sonaba justo detrás de él, sabía que se tenía que levantar, pero no quería hacerlo. Quería quedarse por más tiempo acostado con Cleo que aún seguía durmiendo plácidamente entre sus brazos, el CEO estiro su brazo al igual que su torso agarrando su teléfono y apagando la alarma que no tenía un volumen muy alto.Ragnhild nuevamente se acomodó abrazando el cuerpo un tanto robusto de Cleo, sus ojos de un intenso azul miraron el rostro de la mujer y no pudo evitar mostrar una sonrisa. El noruego se preguntaba como aquella mujer que tenía entre sus brazos pudo haber entrado a su corazón, ante sus ojos era simplemente hermosa. Su mano acarició con suavidad la mejilla de Cleo apartando un mechón de su cabello cobrizo, las ganas de levantarla besando cada parte de su rostro no se iba de la mente de Ivar, pero, aunque quisiera hacerlo, no quería incomodarla.Los labios del CEO se dirigieron a la frente d
Los nervios que tenía Cleo anteriormente se habían desvanecido, ahora sentía como se encontraba cómoda con las personas que estaban a su alrededor. Las palabras que Dustin le había dicho con anterioridad habían sido ciertas, la trataban como parte de la familia y eso hacía feliz a Cleo al igual que a Ivar. Por otro lado, Mikkel se encontraba analizando a Cleo con la mirada y en algunos momentos miraba como su hijo Ivar la miraba a ella, él podía notar como ambos se miraban con cierto sentimiento, Mikkel siempre había sido un hombre de pocas palabras y por esa razón tenía la costumbre de analizar a las personas para observar cómo eran en realidad.Mikkel junto con su esposa habían notado algo en Cleo, y eso era que ella era diferente a las otras mujeres con que Ivar había salido en su momento. Sabían que era algo desagradable el estar comparando a una persona con otras, pero Cleo le hacía bien a Ivar, aquella mujer de cabello cobrizo, no estaba interesada en el estatus y del dinero que
Ivar no podía evitar sentirse feliz ante el momento que estaba viviendo con su familia y Cleo, la felicidad que tenía se podía notar en su mirada y el cómo sonreía a cada momento. Para sus padres les gustaba ver a su hijo así, pero para sus hermanos les era divertido porque podían hacerle algunas que otras bromas a Ivar. Pero en su mente pensaba que había sido una buena elección el haber aceptado la invitación de la familia del CEO, su mente se había despegado de todo lo que había pasado con Lucas y ya no le importaba nada de él.Ivar se encontraba a solo unos metros detrás de Cleo tirándole fotos sin que ella se diera cuenta, le gustaba que ella estuviera jugando con Gerad lanzándole una pelota. En un momento Cleo volteo su rostro encontrándose con el CEO tirándole algunas fotos y al ser descubierto únicamente le sonrió, pero su sonrisa se apagó de inmediato cuando sintió que lo cargaban.― Venga, Ivar. Necesitas un chapuzón… ― Cleo reía al ver como Folke y Dustin cargaban a Ivar par
La noche del sábado había iniciado y la sonrisa que tenía Ragnhild no podía quitarse por nada, sus hermanos alguna vez habían intentado hacerle alguna broma, pero aun así no pudieron quitarle aquella sonrisa de enamorado que cargaba. Cleo se encontraba igual, por los que los padres de Ivar supieron casi de inmediato que había pasado entre ellos. Ambos habían dejado sus preocupaciones de lado, olvidándose de todo. Ivar no podía quitar su mirada de la mujer que le gustaba, en todo el día estuvo pegado a ella demostrando su lado cariñoso.Antes de su confesión, ambos sabían que cosa le gustaba a cada uno, podían hablar durante toda la anoche y aun así podían tener un tema de conversación o simplemente se quedaban viendo un programa que le gustara. A la vista de muchas personas estarían seguros de que ellos se conocían desde hace años, pero no era así, solo había bastado que Cleo se metiera en la vida de Ivar para que todo cambiara, al igual que Ivar en la vida de Cleo. Ninguno de los dos
Ivar fue el primero en despertarse, se sentía bien al no tener que levantarse tan temprano como tenía acostumbrado. Cleo le daba la espalda y aún seguía durmiendo, estaba claro que el CEO no la levantaría al saber que se había dormido en plena madrugada, por lo que Ivar acaricio por un momento su rostro dándole un beso y por fin levantándose.Luego de haberse cambiado le había dejado una ropa a Cleo cerca de ella para cuando se levantará, Ivar sabía que cuando bajara se encontraría solo con sus padres, ya que sus hermanos se levantaban mucho más tarde, por lo que al bajar supo que tenía razón. Mikkel junto con su esposa estaban tomando una taza de café sentados al frente de la isla del comedor, ambos lo saludaron mientras veían como Ivar se preparaba un café para esperar a que Cleo se levantara.― Hoy vamos a ir al pueblo, estamos esperando que tus hermanos se levanten para desayunar e irnos. ¿Cleo no bajará? ― La voz de su madre se escuchó detrás de él, por lo que volteo su rostro pa
Cleo no podía dejar de pensar en lo que había sucedido la noche anterior, el haber estado con Ivar mientras tenían sexo había sido una de las mejores cosas que le podían pasar. En algunas partes de su cuerpo tenía unos leves chupetones los cuales estaban escondidos por la ropa, pero al ella al verlos les causaba nuevamente una excitación completa. Ivar le había ocasionado tantos orgasmos que, al terminar cayo rendida en la cama, aquel hombre era dominante y apasionante en la cama, y le encantaba.Ragnhild no se quedaba atrás, el cuerpo de Cleo le había fascinado por completo y el cómo movía sus caderas mientras la tenía encima de él era simplemente asombroso. Cleo lo había hecho correrse en varias ocasiones de manera rápida ante lo apretado que se sentía su vagina y el solo recordarlo quería repetirlo, las uñas de ella se habían incrustado en la espalda, los brazos y en los costados del CEO dejándole notables marcas de lo que había sucedido, pero le encantaba.El CEO miraba la pantall