El tiempo había pasado y el secuestro de Cleo había quedado en el pasado, sin embargo, Ivar en el fondo mantenía aquel trauma y protegía con su vida a su pareja. Esto Vigga lo había notado y se lo había reclamado en muchas veces, pero hasta ella también llegaba a vigilar a Cleo muchas veces teniendo miedo. La preocupación que sentían por Cleo era muy grande, sin embargo, la propia Cleo no podía negar el hecho de que muchas veces se levantaba bruscamente en la madrugada ante las constantes pesadillas que sufría por culpa de su secuestro.Esta madrugada no era diferente a otras, Cleo se encontraba el patio mirando como la piscina brillaba ante las ligeras luces que tenía dentro del agua, a su lado se encontraba Gerad, la mascota de Ivar que se mantenía a su lado durmiendo. Cleo solo dejaba que sus pies siguieran moviéndose en el agua, la cual al principio estaba fría, pero entre más tiempo pasaba allí más cálida se volvía.― ¿Cariño?... ― Una voz ronca y soñolienta llego a sonar detrás
«"Ivar Ragnhild, un gran empresario de tecnología de alta calidad que se convirtió en uno de los más importantes de los CEO del mundo no podía dejar de pensar en una simple ayudante de su secretaria. De sus labios soltó un suspiro, había estado así durante todo el día. Sin poder evitarlo una sonrisa ligera se apodera en su pálido rostro al verla por el cristal entregándole unos papeles a su secretaria, claro que Ivar tenía una reputación que todos conocían y por eso ella no quería estar cerca de él.El CEO era conocido por salir con una mujer diferente cada fin de semana, artistas, famosas, modelos y algunas muy pocas civiles o empleadas. Le gustaba, pero solo lo hacía por compañía y querer llamar la atención, Ivar para acostarse con ellas era muy estricto cuando no tenían ninguna relación a las que de verdad qu
Cleo sentía como su cuerpo le pedía a gritos que descansará un poco, pero sabía que no podía hacerlo. Tenía que irse a su otro trabajo de noche para poder pagar la renta de su apartamento, ella sabía a la perfección que tener más de dos trabajos no le daban lo suficiente y necesitaba buscar uno con urgencia en el que le pagarán mucho más.La pobre mujer no era la única que vivía en el pequeño apartamento tipo escrito que había alquilado, vivía junto con su pareja la cual le iba peor en el trabajo que a ella. Su novio Lucas solo tenía un trabajo de turno completo en un restaurante de comida rápida y en ese le pagaban mucho menos que a ella con los dos trabajos juntos, Cleo sabía que no lo podía culpar por lo que estaba pasando con sus vidas, entendía que no estaban ninguno de los dos en su mejor momento, pero ella por
Cleo no estaba para nada preparada para entrar en el apartamento, el taxi la había dejado allí hace unos siete minutos en los cuales ella no entraba al edificio. Solo se encontraba allí parada mirando la entrada, estaba cansada de todo y lo que más quería era solo acostarse en su cama para prepararse a ir a su otro trabajo. El viento frío de Noruega hizo que su piel tuviera escalofríos, la ropa la cual portaba no la estaba ayudando, en ese momento agradeció el hecho de no estar con una falda de oficina, hace mucho tiempo atrás que Lucas también se lo había prohibido haciendo que usará ropa holgada o que cubriera su cuerpo, Cleo no pudo evitar recordar cuando antes le gustaba usar ropa que mostraba su piel, extrañaba muchas cosas que antes no hacía por su pareja.Sus mejillas y sus labios delgados estaban teñidas de un leve rosa por la consecuencia de estar en
La mujer de cabello rizado en ese momento lo que más quería era que la tierra la tragara y la escupiera en cualquier otro sitio, también estaba la otra opción que por arte de magia ya no tuviera rastro de que había llorado hace solo un par de horas atrás. Muchos dirían que con unos minutos o una hora nadie podía notar que había llorado, pero para Cleo era diferente. Cada vez que lloraba su rostro se colocaba rojo y cuando dejaba de hacerlo unas manchas rojas aparecían en su rostro, pero a pesar de que solo sus ojos y nariz estaban levemente rojas se notaba que lo había hecho.Ella no quería que su jefe supiera la razón del porqué estaba llorando, claro que no tenía que decirle nada, pero no tenía a nadie a quien contarle algo. Sus padres habían dejado de hablar con ella, ya no tenía familiares, aunque la familia de Lucas la trataba
Dos días después…7:23 AMPor cuarta vez en lo que apenas comenzaba la mañana Cleo se miraba en el espejo de su pequeño apartamento, la ropa que portaba estaba limpia y sin ninguna arruga al igual que sus tacones, llevaría unos pantalones pegados negros de oficina junto con una camisa manga larga blanca que combinaba con su gabardina que era del mismo color. Su rostro estaba ligeramente maquillado, no quería colocarse tanto porque sentía que no debía.Su Tablet emitió un pequeño sonido que llamo su atención, la reviso y noto que era un mensaje de su jefe diciéndole que se encontraba bajo en el edificio. La de cabello rizado toma su cartera metiendo sus pertenencias y tomando la Tablet entre sus manos para salir de su apartamento, mientras esperaba que el ascensor bajara no pudo evitar recordar lindos momentos que había
11:24 PMCleo no podía contener su emoción y a cada rato daba vueltas en su cama sin poder conciliar el sueño. El hecho de que mañana trabajaría en la empresa de uno de los mayores CEO del mundo era simplemente increíble, claro que ella sabía a la perfección que solo sería por un mes y sería solo para tener experiencia, ayudar en el negocio de su jefe Roswell, y ser en pocas palabras una pasante. Pero no le importaba, el hecho de que en una semana tendría un buen dinero significa mucho para ella. Podía ahorrar para un nuevo hogar, comer decentemente o cosas mejores de la que comía. Además de comprarse cosas, la lista de las cosas que gastaría con el dinero iban en aumento. Y en ese momento se dio cuenta de algo…Ella ya no estaba pensando en Lucas, ahora poco a poco pensaba más en ella. No tanto, pero si lo hacía. En
Ragnhild se sentía un poco molesto al notar que muchos paparazis se le amontonaban encima buscando su atención, pero no respondería nada. Vigga se mantenía sería y tratando de caminar junto con su jefe hacia al frente en dónde se encontraba la camioneta, pero Cleo no podía avanzar. Los paparazis la empujaban haciendo que todos se pegaran los unos a los otros, la de cabello rizado comenzaba a sentirse mal, veía como las otras dos personas que estaban con ella ya se estaban montando en la camioneta mientras el chófer apartaba a los paparazis de la puerta.Ivar y Vigga ya estaban dentro de la camioneta, de sus labios soltaron un sonoro suspiro, pero en ese momento el CEO frunció su ceño al percatarse de que solo estaban ellos… No estaba Cleo en la camioneta, su mirada se dirige hacia la ventana y entre el medio de la multitud no veía a la de cabello rizado. No estaba preocupa