El tono pálido de Cleo dejaba a relucir los moretones que poseía en su cuerpo, los diferentes tonos de aquellos golpes dejaban mucho que decir. Emil se había desquitado a su manera con aquella pobre mujer, la cual se encontraba débil. Cleo aunque al principio se negaba a ingerir los alimentos y bebidas que les traía, termino cediendo ante el hambre que se había apoderado de ella. Sin embargo, se negaba a consumir toda la comida, simplemente no quería hacerlo bajo las condiciones en las que estaba.Su cuerpo se encontraba débil ante la fuerza que ejercía cada vez que intentaba defenderse de los golpes, también ante el cansancio, Cleo no sentía paz cuando intentaba dormir. Su mente se encontraba despierta al tener miedo de que pudieran hacerle algo peor, cada hora ella anhelaba que la encontrarán y la sacarán de aquel lugar, pero entre más pasaban en aquel sitio encerrada más perdía las esperanzas.Cleo había dejado de observar el traga luz que se encontraba en el techo, lo único que lo
En la distancia Cleo había presenciado a algunos policías reteniendo a los guardias de Emil, los cuales disparaban a matar. El lugar se había vuelto un campo de guerra, la posibilidad de escapar de las manos de Emil y buscar ayuda había cruzado por la mente de Cleo, sin embargo, el arma le apunto a su cabeza. Cleo intentaba caminar con torpeza para retrasar al criminal que la mantenía atrapada, pero esto solo ocasionaba que el propio Emil la tomara con más fuerza ocasionado que Cleo dejara escapar jadeos de dolor.― ¡Emil!... ― Una voz imponente y llena de odio se escuchó a un costado de ellos, Cleo no tenía que mirar a la persona para saber de quien se trataba. Ivar se encontraba apuntándole con una pistola a Emil, el CEO había practicado por muchos años el uso de armas y era bueno, sin embargo, Ivar ahora dudaba de su buena puntería al saber que Cleo se encontraba en su objetivo.― ¡Vamos!, ¿¡qué esperas!?, ¡dispara!... ― Emil detuvo su paso y apretó el agarre de Cleo contra su cuer
El tiempo había pasado y el secuestro de Cleo había quedado en el pasado, sin embargo, Ivar en el fondo mantenía aquel trauma y protegía con su vida a su pareja. Esto Vigga lo había notado y se lo había reclamado en muchas veces, pero hasta ella también llegaba a vigilar a Cleo muchas veces teniendo miedo. La preocupación que sentían por Cleo era muy grande, sin embargo, la propia Cleo no podía negar el hecho de que muchas veces se levantaba bruscamente en la madrugada ante las constantes pesadillas que sufría por culpa de su secuestro.Esta madrugada no era diferente a otras, Cleo se encontraba el patio mirando como la piscina brillaba ante las ligeras luces que tenía dentro del agua, a su lado se encontraba Gerad, la mascota de Ivar que se mantenía a su lado durmiendo. Cleo solo dejaba que sus pies siguieran moviéndose en el agua, la cual al principio estaba fría, pero entre más tiempo pasaba allí más cálida se volvía.― ¿Cariño?... ― Una voz ronca y soñolienta llego a sonar detrás
«"Ivar Ragnhild, un gran empresario de tecnología de alta calidad que se convirtió en uno de los más importantes de los CEO del mundo no podía dejar de pensar en una simple ayudante de su secretaria. De sus labios soltó un suspiro, había estado así durante todo el día. Sin poder evitarlo una sonrisa ligera se apodera en su pálido rostro al verla por el cristal entregándole unos papeles a su secretaria, claro que Ivar tenía una reputación que todos conocían y por eso ella no quería estar cerca de él.El CEO era conocido por salir con una mujer diferente cada fin de semana, artistas, famosas, modelos y algunas muy pocas civiles o empleadas. Le gustaba, pero solo lo hacía por compañía y querer llamar la atención, Ivar para acostarse con ellas era muy estricto cuando no tenían ninguna relación a las que de verdad qu
Cleo sentía como su cuerpo le pedía a gritos que descansará un poco, pero sabía que no podía hacerlo. Tenía que irse a su otro trabajo de noche para poder pagar la renta de su apartamento, ella sabía a la perfección que tener más de dos trabajos no le daban lo suficiente y necesitaba buscar uno con urgencia en el que le pagarán mucho más.La pobre mujer no era la única que vivía en el pequeño apartamento tipo escrito que había alquilado, vivía junto con su pareja la cual le iba peor en el trabajo que a ella. Su novio Lucas solo tenía un trabajo de turno completo en un restaurante de comida rápida y en ese le pagaban mucho menos que a ella con los dos trabajos juntos, Cleo sabía que no lo podía culpar por lo que estaba pasando con sus vidas, entendía que no estaban ninguno de los dos en su mejor momento, pero ella por
Cleo no estaba para nada preparada para entrar en el apartamento, el taxi la había dejado allí hace unos siete minutos en los cuales ella no entraba al edificio. Solo se encontraba allí parada mirando la entrada, estaba cansada de todo y lo que más quería era solo acostarse en su cama para prepararse a ir a su otro trabajo. El viento frío de Noruega hizo que su piel tuviera escalofríos, la ropa la cual portaba no la estaba ayudando, en ese momento agradeció el hecho de no estar con una falda de oficina, hace mucho tiempo atrás que Lucas también se lo había prohibido haciendo que usará ropa holgada o que cubriera su cuerpo, Cleo no pudo evitar recordar cuando antes le gustaba usar ropa que mostraba su piel, extrañaba muchas cosas que antes no hacía por su pareja.Sus mejillas y sus labios delgados estaban teñidas de un leve rosa por la consecuencia de estar en
La mujer de cabello rizado en ese momento lo que más quería era que la tierra la tragara y la escupiera en cualquier otro sitio, también estaba la otra opción que por arte de magia ya no tuviera rastro de que había llorado hace solo un par de horas atrás. Muchos dirían que con unos minutos o una hora nadie podía notar que había llorado, pero para Cleo era diferente. Cada vez que lloraba su rostro se colocaba rojo y cuando dejaba de hacerlo unas manchas rojas aparecían en su rostro, pero a pesar de que solo sus ojos y nariz estaban levemente rojas se notaba que lo había hecho.Ella no quería que su jefe supiera la razón del porqué estaba llorando, claro que no tenía que decirle nada, pero no tenía a nadie a quien contarle algo. Sus padres habían dejado de hablar con ella, ya no tenía familiares, aunque la familia de Lucas la trataba
Dos días después…7:23 AMPor cuarta vez en lo que apenas comenzaba la mañana Cleo se miraba en el espejo de su pequeño apartamento, la ropa que portaba estaba limpia y sin ninguna arruga al igual que sus tacones, llevaría unos pantalones pegados negros de oficina junto con una camisa manga larga blanca que combinaba con su gabardina que era del mismo color. Su rostro estaba ligeramente maquillado, no quería colocarse tanto porque sentía que no debía.Su Tablet emitió un pequeño sonido que llamo su atención, la reviso y noto que era un mensaje de su jefe diciéndole que se encontraba bajo en el edificio. La de cabello rizado toma su cartera metiendo sus pertenencias y tomando la Tablet entre sus manos para salir de su apartamento, mientras esperaba que el ascensor bajara no pudo evitar recordar lindos momentos que había