Cathalyn comenzó a hacer drama ante aquellas palabras de Alex, por lo que ella se dio la media vuelta sin decir nada más y sin voltear a ver a Nathe, lo que menos necesitaba era más problemas en su vida, cuando salió vio que Caroline estaba hablando y riendo con Brandon, eso si era extraño, ya que a ella no le caía nada bien.
—Alexandra... —Brandon se acercó a ella—. No tienes porque...
—Listo —Alex sonrió—. Ya podrás pasar tiempo con tu mejor amigo.
—Conseguí un hotel para ti y para mí —anunció Caroline—. Lo siento Alex pero no pensaba dormir en la calle.
Cada noche era lo mismo, a las doce de la noche aquel hombre entraba a la habitación del niño, y le hacía sentir su amor, la primera vez que lo hizo el pequeño tenía cinco años, lo convenció argumentando que se trataba de un simple juego y que si no hacía ningún ruido y no le contaba nada a nadie, se ganaría un premio, el niño aceptó pensando que aquello era inocente como jugar al fútbol, pero más tarde se daría cuenta de que no fue así. Muchas veces intentó decirle a su madre, pero ella estaba demasiado ocupada con una botella de alcohol en la mano, y así pasaron cuatro años más, hasta que el niño no aguantó y fue a la policía a contarles todo, lo único bueno fue que seis meses después conocería a su mejor amigo, y juntos comenzarían a caminar juntos,
Brandon estaba sorprendido por lo que decía Alexandra, por mucho tiempo, cuando se sentía solo, o el pasado amenazaba su presente, acudía a chicas para que le hicieran olvidar el dolor, tenía sexo con ellas, saciaba sus deseos carnales pero al final, cuando se marchaban y les pagaba, el vacío seguía en su interior, pero con Alex no pasaba lo mismo, ella con unas cuantas palabras hacía que su dolor se desvaneciera poco a poco, entonces sintió el impulso de fundirse con ella, la tomó del brazo y la estrechó contra su cuerpo.—¿Qué haces? —musitó Alex mirándolo a los ojos.—Te necesito...Alexandra.Alex se había puesto en defensa pero al verlo tan caído, supo q
Escuchar que su mejor amigo había besado a Alex le había roto el corazón, en cuanto vio que Brandon se tambaleaba a causa del puñetazo, se dio cuenta de que actuó mal, y no sabía porque le causaba tanto dolor y enojo saber eso, después de todo él tenía una novia muy hermosa y Alex era su amiga, cerró los ojos intentando no repasar con la mente en cámara lenta el beso que le dio a ella antes de irse.— ¿Acaso estás loco? —le pregunta Brandon con el rostro confuso.—Perdón, no sé qué me pasó, supongo que entré en pánico, ella ha pasado por mucho y prometí que la cuidaría, yo solo… no quiero que nadie la vuelva a…
A la mañana siguiente, Brandon se levantó muy temprano para preparar el desayuno, estaba emocionado como niño con juguete nuevo, en toda la noche no había pegado el ojo por estar pensando en Alex, y se castigó por pensar en ella de una forma llena de lujuria, lo que más le sorprendió fue saber que ninguno de los dos habían sufrido alguna pesadilla, normalmente él las sufría, no diario pero en una semana no le faltaban dos o tres pesadillas, por otra parte Alexandra durmió como un roble. Estaba tan entretenido sirviendo jugo de limón, que no se dio cuenta de que unos ojos curiosos los observaban.—Veo que estás muy emocionado —le pregunta Alexandra mientras se sienta en el comedor—. Huele bien.—Nunca cocino, me da pereza ha
Al cabo de dos horas Brando ya había avanzado bastante con la ayuda de Alex, y en recompensa él le estaba enseñando a tocar piano, ella era buena y aprendía rápidamente, y él no dejaba de verla, cuando estaban cerca él intentó besarla nuevamente pero una voz los interrumpió y Alex miró con confusión a Brandon.—Veo que estás muy entretenido Brandon —entra Nathe y se sienta al lado de Alex dejándola en medio de los dos.— ¿Ya se fue la bruja de tu novia? —ataca Brandon con una enorme sonrisa.—No es una bruja y si, ya se fue, por cierto, deberías llamar a tu representante, ha estado marcando a mi casa.
Alex y Caroline se marcharon del apartamento de Brandon sin decir nada más, no tenía pensado esconderse, ya que si lo hacía suponía que tendría problemas con la policía en caso de que Cathalyn llegara a mentir más sobre el asunto, esa chica estaba loca, no dejaba de pensar eso Alex. Tenía el dinero suficiente para pagar un hotel lejos de todos, no quería pasar un minuto más cerca de la novia de Nathe, el no creerle a ella le había dolido, ¿qué clase de amigo pensaba que era él?, debió suponer que en su mundo no existía la lealtad y mucho menos la amistad, ya no podía confiar en nadie, pero tampoco pensaba escapar, si Nathe decidía que ya no trabajaría con él, buscaría un trabajo, y se mataría para que Caroline tuviera lo que necesita una niña de su edad.
Nathe cerró los ojos, no quería perderla, Alex se levantó y salió corriendo del lugar, entonces él temeroso de perderla, corrió detrás de ella, se dirigía a los sótanos del hospital, entonces la alcanzó. Ambos detuvieron su frenética carrera, al verla tan agitada no pudo detener su impulso y la besó, Alex intentaba zafarse pero Nathe era más fuerte, sus labios eran dulces, quería más, la tomó de la cintura y la estrechó contra él, besarla era vida, era oxígeno, Alex se había convertido en su vicio.—Nathe, Nathe, Nathe —escuchaba de lejos la voz de Alex, hasta que sintió una bofetada en el rostro—. ¡Nathe!— ¿Por qué me golpeas? —pregunta conf
Nathe no podía creer lo que estaba a punto de hacer, se sentía como niño con juguete nuevo, y extrañamente se sentía nervioso, Alex era muy hermosa, y no podía imaginarse que habría sido de ella si aquella tarde el destino no hubiera cruzado sus caminos, ¿estaría casada con ese desgraciado que la violó?, ¿estaría muerta?, lo más probable es que la primera opción fuera real, con tal de proteger a su hermana Alex estaba dispuesta a hacer lo que fuera. Así que ahí estaban, los dos solos, en una habitación, perdidos en un lugar en donde nadie los encontraría, en un momento de total intimidad, quiso pedir comida pero Alex no se lo permitió, argumentando que si se iban a besar, necesitaba que ambos estuvieran limpios bucalmente.—Bien, empecemos por el senc