65

Vicente me sostiene un segundo más, sus manos recorren mi cintura como si intentara marcarme, pero yo le devuelvo una sonrisa controlada, como quien acaricia a un animal salvaje sabiendo que, por ahora, no va a atacar. Así es Vicente: pura intensidad, pura violencia contenida bajo esa fachada de poder. Y a veces, aunque no lo admita, es útil tener a alguien como él.

Cuando me suelta, me doy la vuelta con calma, como si no acabara de calmar una tormenta en formación. El espectáculo en el cabaret continúa, pero yo siento los ojos de Vicente clavados en mí mientras me alejo. A él le gusta pensar que puede protegerme, que su fuerza bruta es lo que mantiene mi mundo en equilibrio. Lo que no sabe es que ya he calculado cada uno de sus movimientos mucho antes de que él siquiera lo piense.

Subo de nuevo a mi despacho, la música y las risas del cabaret amortiguándose detrás de la puerta cerrada. Luis ya está de regreso, esperando con más noticias, como siempre.

—Valentina lo sabe —dice sin pre
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP