^Victoria^
Como cada ocasión que podemos, Jensen y yo nos encontramos a escondidas de todos, solo mi amiga tiene conociendo de mi relación en secreto. Cuando le di la noticia a mi novio de que me casaría con un desconocido lo destroce, fue tan duro para mí mirar como su rostro se iba entristeciendo, eso me partió el alma. Al principio estaba negado, rehusado a aceptar mi destino, enloqueció a tal punto de ir a enfrentar a mi padre, incluso a la mansión Evanson a pelear por mi y nuestro amor.
Cuando entendió que no había oportunidad de cambiar las cosas desapareció por una semana, estaba tan preocupada, tenía miedo que le hubiera ocurrido algo, luego volvió, contacto a mi amiga y pidió verme en un lugar seguro, uno donde nadie tuviera idea, acepte, era obvio, y cuando estuvimos frente a frente no pudimos evitar entregarnos, me sentí viva y feliz entre sus brazos, estaba nuevamente con el amor de mi vida, llore como niña por como nuestra relación estaba siendo abatida, no deseaba perderlo, no podía hacerlo.
Jensen se le ocurrió la idea de tener encuentros en secretos, ser amantes luego de haber sido novios, no me negué, no podía hacerlo cuando en realidad tambien lo deseaba. En ocasiones siento ganas de pedirle que escapemos de todos, que nos marchemos, pero me aterra que el señor Evanson le cause daño, ha sido muy claro con sus amenazas, pueden que sean palabrerías para amedrentar, así como puede que sean muy ciertas y las cumpla.
Fernanda, mi amiga, nos ayudó con el lugar de encuentro, nos ofreció un apartamento de su familia para que nos encontremos ahí, ella misma se encarga de llevarme y buscarme, me ayuda a tener mis encuentros amorosos con Jensen, algo que le agradezco con todo el corazón.
—Te extrañaba — acaricia mi cuerpo desnudo.
—Yo también, se me hizo eterna la mañana — besa mi espalda.
—A mi igual — me enseña una rosa — para ti, para la luz de mis ojos — sonrío feliz.
—Gracias, te amo — nos besamos, imaginar mi vida sin él es deplorable.
—Te tengo un regalo, se que no es costoso ni lujoso como lo mereces, pero te puedo asegurar que va recargado de amor por ti, lo hice con el corazón — miro una pulsera tejida.
—Sabes que para mí es perfecto, y todo lo que me brindas significa demasiado en mi vida — la coloca en mi muñeca derecha, su vista se fija en mi dedo anular, aquel donde yace mi anillo de compromiso — Olvide quitarlo, lo siento — se enoja.
—¿Siempre te lo quitas? — niego.
—Ayer me lo dio, mi pensado era quitarlo y que no lo vieras — se baja de la cama y va por un trago.
—Tranquila, tengo que aceptar que mañana serás la esposa de otro hombre que no soy yo — bebe todo.
—Jensen sabes que no es lo quería, mi corazón te pertenece es a ti — sus ojos se llenan de lágrimas.
—¿Y eso sirve de mucho? Él es quien vivirá a tu lado cada noche, quien te hará suya — pensar en eso me da pavor.
—No, jamás seré de él, llegamos a un acuerdo de que no me tocará sin mi consentimiento mi amor — bufa.
—¿Y si te llega a enamorar? — limpio su rostro.
—No lo hará, mi amor por ti es tan fuerte nadie lo acabará, Jensen te amo con todo mi corazón, y por él siento es odio — lo abrazo sintiendo su cálida piel.
—Tengo miedo mi reina hermosa, no se qué hacer para impedir esa boda — pegamos nuestras frentes.
—Dudo que se pueda hacer mucho — suspira.
—¿Y si nos escapamos? Cómo lo teníamos planeado antes de que todo pasará — me quedo en silencio — vámonos lejos Victoria, lejos donde no puedan encontrarnos — río.
—¿Crees que sea buena idea?
—No lo sabremos hasta intentarlo — rodea mi cintura.
—¿A dónde iríamos? — es lo primero que pregunto.
—Tengo una tía en las afueras de la ciudad, ella quedó en recibirnos un tiempo, aún tengo el dinero ahorrado, y mucho más, con eso estaremos bien, yo trabajaré allá para hacer más y movernos a otro lugar, te prometo que no te faltara nada, me encargaré muy bien de qué así sea — poso mi mano en su mejilla.
—Eso no me preocupa mi amor, confío en ti — saber que tenemos una oportunidad me da gusto — vayámonos está noche, mis padres no estarán y tengo más oportunidades de salir, la vigilancia fue reducida, Victor cree que ya no estamos juntos.
—Me parece bien ¿Nos vemos aquí?
—Si, a las nueves estaré aquí, marchemos juntos y lejos mi amor — lo único que pensaba antes de darle la noticia era que jamás me volvería a ver, ahora está aquí junto a mi proponiéndome una vez más fugarnos.
—Me parece bien — beso su cuello.
—Me dio hambre, dejaste mi cuerpo exhausto — se pone su boxer y yo mi tanga y su gran camisa.
—Muchos días sin verte mi hermosa, debía hacerte el amor como era debido — Jensen fue mi primer hombre.
—Y cada día es mucho mejor — abre el refrigerador.
—Esta banana me da muchas ideas — miro con picardía.
—¿Qué ideas? — muerdo mi labio.
—Como hacer una merengada — ruedo la mirada — Eres tan sin vergüenza — suelto una risita.
—Culpa tuya — me alza subiéndome a la encimera.
—Usted mi bella dama se queda aquí mientras yo le preparo algo rico, digno de usted — me siento como una reina a su lado.
—Debiste ser chef — concuerda Conmigo.
—Si, se me da mejor que la mecánica, nunca supe reparar tu auto, por esa razón lo llevabas al mismo taller y con el mismo mecánico — las excusas que usaba al principio para verlo. Cuando lo mire por primera vez quede encantada, tanto que volví las veces que pude.
—Eres un mal mecánico, aún así me encantas, y no dejo mi auto en manos de nadie que no sean las tuyas — lo observo cocinar.
—Gracias por los halagos mi hermosa flor — lleva dentro de mi boca un trozo de banana.
—¿Qué comeremos? — mira la encimera.
—Compre alas de pollo para hacerla como tanto te gusta, al picante, frutas para una ensalada, banana para una rica merengada y… papas para hacerlas salteadas ¿Te parece? — todo lo que adoro.
—Por supuesto, sabes es que mi comida favorita — me guiña un ojo.
—Siempre consintiéndote mi princesa hermosa — No comprendo como mis padres lo discriminan tanto, el simple hecho de que no haya nacido en cuna de oro no quiere decir que sea menos que uno, es un ser humano muy humilde, de un corazón precioso, es gentil con las personas, tierno, amoroso, atento a todo, él es perfecto.
—Luego preguntas porque mi capricho, tu eres quien me tiene mal acostumbrada.
—Eres mi reina, debo consentirte — sazona muy bien las alas.
—Y tu mi rey, se que no cocino tan rico como tú, pero me gustaría algún día poder complacerte— me ve horrorizado.
—La última vez que me preparaste una comida casi me matas con tanto picante — suelto la carcajada.
—Lo siento tanto, se me fue la mano — enciende la estufa.
—Y demás — verlo cocinar me enloquece.
—¿Tienes que enseñarme — se acerca a mi y yo lo rodeo con mis piernas.
—Pronto lo haré, serás la mejor cocinera del mundo.
—Si aprendo de ti estoy segura de que así será — vuelve a su lugar en la cocina.
—¿Sabes cuál es mi mayor ilusión?
—No — voltea verme.
—Verte a ti embarazada, en la espera de un hijo mío, se que no será posible ahorita, lo comprendo, primero los estudios y la estabilidad — abro mis ojos.
—Seria hermoso, hablando de estudios ¿Cómo haré con la universidad? — deja de mover las alas.
—No lo había pensado, puedes continuar desde donde estemos, aunque eso te atrasaría y no quiero que así sea — me bajo de la encimera y camino hasta él.
—Jensen ¿Y si hacemos algo mejor? — besa mi frente.
—¿Qué cosa?
—Casarnos mañana mismo a escondidas, una vez casados no podrán separarnos mi amor — la felicidad vuelve a él.
—Es una gran idea, lo único es que no creo que podamos, recuerda que eso es un proceso mi amor
— toco su pecho.—Tienes razón, de igual manera podemos huir, continuaré los estudios cuando estemos estables, puedo hacerlo en una universidad pública, me conoces, no me cohíbo por eso — muerde mi mejilla.
—No, me esforzaré para cubrir tus gastos de la universidad mi amor — ruedo la mirada.
—Eres tan terco, al irnos tendremos gastos fuertes Jensen — se centra en la comida.
—Victoria, puedo lograrlo, dame un voto de confianza — no quería hacerlo sentir de es forma.
—Siento mucho si te hice pensar lo que no era, lo que deseaba es que ahorráramos dinero, siempre te he dado el voto de confianza en todos los sentidos mi amor — forma una curva en sus labios.
—Lo se — le doy un abrazo por la espalda.
—Nos irá muy bien juntos — cierro mis ojos disfrutando de nuestro encuentro.
—Yo me encargaré de que sea posible, ahora terminemos aquí para comer y marcharnos, no deseo que llegues tarde a tu casa — beso su espalda.
—Bien, pero antes debemos hacer el amor — nos besamos.
—Por supuesto — Jensen es mayor que yo por siete años, es una de las cosas que mi padre más odia. Yo digo que es algo tonto, la edad es un puto número, lo que importa son los sentimientos, y eso es lo que para mí tiene valor antes que nada.
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Llego a mi casa después de mi encuentro con Jensen, ya mis padres se han marchado, por lo tanto aprovecho la oportunidad de ir por mis cosas, en un par de horas me volveré a encontrar con el amor de mi vida ya listo para irnos juntos y muy lejos de todo, un lugar en donde nadie nos encuentre.
En mi maleta ordeno mi ropa, tomo algunas cosas de uso personal y algunas joyas de valor que podemos utilizar para vender y tener más dinero extra, cuando creo que ya todo está listo bajo las escaleras, antes de abrir la puerta un carraspeo fuerte me hace detener, no quiero ni voltear a ver, esto tiene que ser una mentira.
—¿Ibas a algún lado? — si voz es suave y calmada.
—¿Qué hace aquí? — continuo de espalda a él.
—Tu padres salieron de viaje y vine a asegurarme de que tú no hicieras nada tanto, lo cual no me equivoqué — suelto la maleta para mirarlo a los ojos, su mirada imponente me hace bajar la mía — ¿Me dirás a donde ibas? — se planta frente a mi tan cerca que puedo sentir sus labios rozar mi nariz.
—No es tu problema — poso mis manos en su pecho y lo empujo logrando que de un paso hacia atrás.
—Si lo es, te recuerdo que eres mía, y cada cosa que hagas es mi problema — me comienza a mostrar su enojo.
—No soy tuya — me acorrala.
—No me odies por el destino que nos está tocando a ambos, odia a tú padre que se encargó de todo, agradéceme a mi que voy a sacarte de este lugar, no sé cómo alguien tan hermosa, dulce y tierna como tú puede ser hija de par de escorias, el simple hecho de ofrecer a su hija por más dinero es algo asqueroso, yo nunca haría eso con una hija — logro mirarlo a los ojos.
—Pudiste negarte — asiente.
—Es cierto, pero no lo hice, me pareciste hermosa, alguien con la cual yo puedo compartir mi vida — se pega a mí.
—Yo no quiero compartir la mía contigo, mi corazón pertenece a otro hombre — se burla.
—¿A Jensen? A ese pobre mecánico sin estudios — me molesta su comentario.
—No te permito ningún insulto hacia a él — mira mi maleta.
—¿Se a iban a fugar? — guardo silencio y golpea la puerta haciéndome cerrar mis ojos — Te lo advertí Victoria ¡No quiero que lo vuelvas a ver! — me grita.
—No tienes derecho a prohibirme nada, y si, si iba a irme con él, pero tenías que llegar tu y arruinar todo — sujeta mi rostro.
—Ha pasado un mes exacto desde que te dieron la noticia de que serías mis esposa, de los cuales una semana me ha tocado mirar cómo te encuentras a escondidas con ese imbécil, intenté ser paciente, pero ya no más, a partir de voy te vas a vivir conmigo, y no te resistas, será peor — abro mis ojos.
—No puedes obligarme a irme contigo — rodea de mi cintura con su brazo.
—Claro que puedo, mañana serás mi esposa, mañana dormirás en mi cama y serás mía completamente — golpeo su pecho.
—¡Eso nunca, prometiste no tocarme sin mi consentimiento! — respiro agitada.
—Tu juego con él se acaba a partir de ahora Victoria, si quieres que respete mi promesa, cumple tu la tuya, si la rompes, yo lo haré igual — eso me deja sin aliento.
—¿Serías capaz de poseerme a la fuerza? — besa mi cuello.
—Seria capaz de cualquier cosa con tal de salirme con la mía — me besa sin yo esperármelo, mete su lengua dentro de mi boca hasta lo más profundo, no correspondo a su beso, siento asco por eso, lo que hago es darle un mordisco que lo aleja de mí lado.
—No vuelvas a besarme — lo vuelve a hacer, me aprisiona dejándome inmóvil, su beso es salvaje — ¡Suéltame! — logro cortar contacto.
—¡¿Por qué me rechazas?! ¡Me molesta que lo hagas! — respira con fuerza.
—Porque siento repugnancia por alguien como tú — se ríe en mi rostro.
—Eres una niña caprichosa, terminarás derretida por mi — lo empujo muy fuerte.
—No seas tan iluso, jamás, jamás en mi vida podría fijarme en ti — me toma del brazo.
—Te haré tragar tus palabras — desvió mi rostro.
—Vete a la mierda — a mi mente viene la idea de que no lograré escaparme con Jensen.
—Te vas hoy mismo conmigo a mi casa — toma la maleta.
—¡No puedes hacer eso! — me jala de brazo.
—Claro que si — salimos de mi casa y me sube a su auto, armo berrinches dentro mientras vamos de camino a su casa. Justo ahora detesto con todo mi ser a mi padre, por su culpa estoy en esta deprimente situación de mi vida.
En cuanto llegamos a su mansión me baja de mala gana, piden que tomen la maleta y la lleven dentro. Él me guía tomándome del brazo, al entrar no siento ni la más mínima impresión, me había negado antes a venir aquí, y ahora por las fuerzas lo estoy.
—Bienvenida a tu nuevo hogar — me suelta con calma.
—No es mi hogar, es tu hogar — me señala las escaleras, subo primero hasta llegar arriba, él me conduce a una habitación, esta es amplia, mucho más grande que la mía.
—La mandé a preparar para ti, como te dije antes respetaré tu decisión de dormir en una habitación separada — me sorprende lo linda que luce, es ideal para mí, muy parecida a la mía, con algunos decorativos demás.
—No era necesario — soy arrogante.
—Tu orgullo no te llevará a nada bueno — bufo.
—Es mi orgullo, no el tuyo — me toma del cabello con salvajismo y acerca mi rostro al suyo.
—Cuida tus palabras — roza mis labios con los suyos, sus manos suben por mi cintura tocando mi piel, eso causa que me erice, y que él lo noté me enfada — al menos puedo causar algo en ti, pronto será más que eso — se distancia por si solo.
—Eres muy idiota — entro a la habitación.
—Te compré ropa — abre el clóset.
—No la necesitaba — nuestras miradas chocan.
—Vete al carajo Victoria, si crees que tu comportamiento ayudara a dejarte ir te informo que estás equivocada, eso me alienta a querer conquistarte, me gustaste desde el primer día en que tú padre me mostró tu foto, y la atracción fue aumentando es este mes, tu rechazo atrae, y no me detendré hasta que seas mía completamente, así que no colmes mi paciencia, porque puedo actuar sin respecto, ¿Te quedo claro?
—Eres un poco hombre — Ladea sus labios.
—Piensa lo que desees — me señala — algo más, no quiero saber que te encuentras con ese imbécil, si me entero acabo con su trabajo, lo mando a echar de su apartamento, y le mando a robar todos sus ahorros — me abalanzo encima a golpearlo.
—¡¿Por qué eres así?! — lloro, no pretendo que eso ocurra.
—No vuelvo a repetirlo, no estoy dispuesto a compartir a mi mujer con nadie, mañana serás mi esposa, y a partir de mañana no andarás sin un guardaespaldas — empuño mis manos.
—Lárgate, ¡Lárgate idiota, no soy tu mujer, nunca lo seré! — le lanzo mi celular, saber que estaré vigilada me destruye, mi infierno real acaba de comenzar, y mis oportunidades de huir y seguir con Jensen son más escasas.
^Victoria ^Cristopher^Me había catalogado como un hombre prestigioso y correcto, hasta que acepte la propuesta de Víctor, darle algunas acciones de mi empresa por su hija. No contaba con que ella estuviera enamorada, a decir verdad me gusta mucho, me tiene loco, y me ha sido difícil hacerla cambiar de parecer. No encuentro forma ni manera de quitar a ese sujeto del camino, anoche me dejó bien claro que luchará por tenerla de vuelta en sus brazos, y eso simplemente no puedo permitirlo, ella es mía porque así lo decido yo.^^Capítulo 03^^ Propuestas tentadoras
^^Jensen^^—Continuo esperando por ti — insiste en su propuesta.—Ella no tiene precio, no quiero tu cochino dinero, no quiero ponerle cifras a nada, puedo salir de mis deudas por mi propia cuenta sin tu ayuda, no te creas especial, no renunciare a su amor — borra la sonrisa que poseía en sus labios.—Bien, te estaba ofreciendo una oportunidad, veamos có
^^Victoria^^Sabía que la noticia de irme lejos no iba a caerle nada bien, hoy Cris se regresó a casa a decirme exclusivamente eso, de que nos iríamos lejos, al parecer tiene que atender un asunto de las empresas que posee allá, la persona a cargo dejo un desastre y él debe ir a resolver todo, no me hablo del tiempo que estaría fuera, pero si me dejo claro que será por mucho, lo cual eso sirve para que Jensen me olvide, o quizás conozca a alguien, no lo culparía si
^Victoria^Es plena madrugada y yo sigo aun despierta, ¿de verdad ese idiota se fue a pasarla con una mujer? Es muy probable que así sea, ¿Y de ser cierto por qué razón me incomoda tanto y me quita el sueño? Basta Victoria, deja se ser tan tonta, no es de tu incumbencia lo que él haga con su vida, lo único que debería de importarte es Jensen, es el único ser que debería quitarme el sueño, mas nadie.¡Maldición! Debo dormir, debo dejar de pensar en Cristopher, además, no debe ser primera vez que sale con alguna mujer, les apuesto que desde que nos casamos ha sido así, es un hombre, es lógico que sea infiel ¡Ah! Será mejor buscar la forma de dormir.Me remuevo en la cama con inquietud, ya cansada de no poder dormir me levanto para ir a la cocina por algo agua y de comer, estar despierta tantas horas me abrió el
^Jensen^Desde que Victoria me dio la noticia de que se iría del país no he podido concentrarme en mi trabajo, he pensado mucha veces lo que puedo hacer para detener ese viaje, sé que existen varias opciones y una de esas es la única capaz de detenerlo, prometí no hacer nada tonto que me ocasionara problemas a mí ni a ella, pero ya esto ha sido suficiente, es momento de actuar, de no hacerlo entonces tendré que despedirme para siempre de la mujer que más amo en el mundo, y aun no estoy listo para hacerlo.Lo que mande hacer no es algo correcto, y si Victoria se entera estaré perdido, rogare para que eso no suceda, lo único que hare es ganar tiempo y así poder llevármela lejos de él, esta vez no puedo fallar, esta vez ella y yo si lograremos ser felices a nuestro modo y en libertad.—¡Jensen! — volteo mi mirada a mi jefe.—D&i
^Cristopher^A pesar de estar afectado por el impacto saco a Victoria de la camioneta inconsciente y con sangre correr por su frente, las personas que nos rodean llaman al centro hospitalario por una ambulancia, hago presión a un lado de mi abdomen con intensión de detener el sangrado, cierro mis ojos ante aquel dolor que quema mi piel, de seguro me corte con restos de algún vidrio, lo cierto es que es profunda y está causándome inquietud.Los hombres que cuidan de mí aun permanecen dentro, no sé si yacen muertos o están como Victoria de inconsciente, lo cierto es que pido ayuda a las personas para que los saquen de allí, espero la ambulancia llegue tan pronto como pueda, de todos nosotros me preocupo más por la vida de ella, su sangrando no se detiene, y su pulso permanece leve, diría que muy leve.No sé qué ocurrió exactamente con la camioneta, s&
^Victoria^Tengo dos semanas que desperté de mi coma y aun no recuerdo nada de mi vida, los médicos me han interrogado mis últimos recuerdos cada día y sigue siendo el mismo, un cumpleaños de mi amiga Fernanda, y aunque para mí es un recuerdo de ayer para ellos es un viejo recuerdo mío de hace tres años atrás; cuando me entere de la realidad entre en crisis, no creo haber perdido mis recuerdos de tres años, esa noticia fue impactante para mí, incluso, saber que estoy casada fue más sorprendente, no esperaba a mi corta edad ya haber deposado a un hombre muchos más mayor que yo.Mis padres no han asistidos al hospital, me han comentado que están de viaje y que por equis razones no han podido regresar ¿Qué razones tendrán para no hacerlo? Conociéndolos como los conozco mienten, lo que en verdad pasa es que no quieren hacerse respon