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^^Capítulo 05^^ Mala negociación

^^Victoria^^

Sabía que la noticia de irme lejos no iba a caerle nada bien, hoy Cris se regresó a casa a decirme exclusivamente  eso, de que nos iríamos lejos, al parecer tiene que atender un asunto de las empresas que posee allá, la persona a cargo dejo un desastre y él debe ir a resolver todo, no me hablo del tiempo que estaría fuera, pero si me dejo claro que será por mucho, lo cual eso sirve para que Jensen me olvide, o quizás conozca a alguien, no lo culparía si pasa, él no me estará esperando toda la vida, es obvio.

—No puedes irte — que más quisiera yo que no irme.

—Debo hacerlo, ya me rehusé y nada — se baja de la cama.

—No puedo dejar que te vayas — lo abrazo por la espalda.

—No quiero irme, no quiero estar a su lado — acaricio su amplio y duro pecho.

—Debo pensar que hacer — me planto frente a él.

—Te amo Jensen — le doy un beso el cual no responde — ¿sucede algo? — Se aleja de mí y va por su ropa.

—No, tengo que estar en el taller en media hora, un cliente llevará su auto — se viste. Está muy enojado, pero no sé porque conmigo.

—Jensen, sé que la idea de irme te afecto…

No pasa nada, buscare la forma de impedirlo — me da un beso en la mejilla y se marcha, no sé ni cómo sentirme ante esto.

Me visto y salgo de la habitación para ir a hablar con mi amiga de lo que sucedió, Jensen actuó extraño a último momento, puede que yo este paranoica o no, pero lo que le dije lo malhumoro.

Toco la puerta de su habitación y ella me pide que pase, mirarme nuevamente tan pronto se le hace extraño, esperaba no saber de mí hasta mínimo dentro de unas dos hora, y volví en una.

—¿Y esa cara? ¿Sucedió algo? — me tumbo en su cama.

—Le dije que Cristopher y yo nos iremos del país — ella también se sorprende.

—¿Qué? ¿Cómo así? — niego.

—Cosas de negocio, no quiero hablar de eso, cada vez son menos las posibilidad de volver a estar con Jensen — peina mi cabello con sus dedos.

—¿No crees que quizás sea lo mejor? Están aferrados a algo que no podrá ser — suspiro derrotada.

—Ya no sé qué creer amiga, algo dentro de mi mantiene viva la esperanza de que todo entre nosotros vuelva a la normalidad — una posibilidad bastante perdida.

—Vicky, ya acéptalo nena — limpio mis lágrimas.

—Sabes algo Fer, duele mucho amar a alguien y no poder estar con esa persona, mi padre acabo con todo al final — tomo aire para controlar mi llanto.

—Lo siento mucho amiga, pero no se puede hacer nada, y creo que deberías de hacerle saber eso a Jensen, quiere luchar por ti, y lo apoyo, lamentablemente no lo logrará, Cristopher arruinará cada uno de sus planes — tiene razón, la cuestión es como decirle a él.

—Se enojará mucho, le partiré su corazón amiga — y aunque se lo pida no me hará caso, lo conozco.

—Él debe dejarte ir y tú debes dejarlo ir, Jensen también merece conocer a alguien más — la observo.

—Soy egoísta, y todo lo que está pasando no es porque yo así lo hubiera querido Fernanda, esto es algo que se nos escapó de las manos tanto a él como a mí — respondo con un poco de molestia. El pedirme que ya lo deje ir no es algo así de fácil.

—No digo lo contrario, pero creo que ya debes de ser consciente que la relación de ustedes está más que rota — me pongo de pies.

—Me voy a casa — salgo de su habitación bastante enojada, mi propia amiga pidiéndome ese tipo de cosas imposibles para mí.

—Vitoria espera — bajo las escaleras apresurada.

—No, me molesta tu comentario — se cruza en mi camino.

—No lo digo por nada malo, tanto tu como Jensen me preocupan ¿no te das cuenta que todo puede salir mal? Ellos dos pueden tener grandes enfrentamientos y alguno saldrá lastimado — río con burla.

—Por favor, lo más que pueden hacer es cruzarse palabras — desvía la mirada.

—Y golpes — bufo.

—Jensen no llegaría hasta allá…

—Hoy Cristopher fue a verlo y cruzaron golpes Victoria ¿No viste su mejilla? — abro mis ojos ¿Por qué me mentiría cuando le pregunte?

—Que tonta soy, los dos estaban golpeados y no me percate que pudo haber sido por eso, cuando vi a Jensen lo imagine, pero luego me mintió y le creí.

—No quería preocuparte más — cierro mis ojos, odio que me mientan.

—Cristopher me va a escuchar, esto fue demasiado — ríe con ironía.

—Le ofreció dinero a Jensen para que se alejara de ti — eso me sorprende aún mas ¿Quién se cree que es?

—Por dios, maldita sea el poder y el cochino dinero — respiro agitada, estoy furiosa.

—Amiga, no permitas que los dos continúen enfrentándose, debes dejar que Jensen se vaya — tomo mi bolso del sofá.

—Me va a escuchar, es tan imbécil por creer que puede comprar a Jensen con dinero, no lo conoce, no sabe cuan poderoso es nuestro amor — salgo de casa y ella me acompaña.

—Si le dices eso sabrá que se vieron — no me interesa, mejor aún si lo nota.

—Te veo luego — subo al auto seguido de los idiotas que cuidan de mí — A la empresa del señor Evanson — juro que lo voy a golpear, de seguro humillo a Jensen.

—Como ordene señora — detesto que me digan señora, o que me llamen por ese estúpido apellido.

No sé porqué razón me parece que el viaje fuera del país tiene que ver con la pelea que tuvieron hoy y no con la empresa, está demostrando que él también hará lo posible por no permitir que Jensen se me acerque. Lo que menos deseo es que vivan en enfrentamiento por mí, menos que lleguen a la violencia, Jensen puede ser muy paciente pero cuando pierde los estribos su mente se ciega y hace locuras, locuras que no me gustan en lo absoluto. Me comento que en una época antes de conocerme anduvo en malos pasos, cuando vio que eso lo estaba destruyendo salió de ese mundo, pero que aun así algo de ese mundo quedo en él, y es que cuando esta rebosado  de rabia no mide donde está ni frente a quien y pelea como loco, una vez lo hizo frente a mí, verlo así tan enojado me dio miedo, golpeo a un sujeto muchas veces hasta dejarlo inconsciente, en realidad se lo merecía, se propaso conmigo y fue algo que a Jensen no le gusto. Eso puede volver a ocurrir si no hago nada, él no soportará tanta humillación.

Sé que mi amiga tiene razón y debo ser yo quien lo aleje, no es sano para nadie que llevemos está vida secreta de amantes, es algo que le afectará, lo que menos deseo es que sufra por mi egoísmo de no darle su libertad. ¿Qué pasara el día que me toque estar con Cristopher? No soy mujer de acostarme con dos hombres, por más que ame a uno no podría hacerlo, me sentiría cochina, y todo porque estaría traicionando a Jensen.

Bajo de la camioneta y entro en el edificio donde trabaja Cristopher, es segunda vez que vengo aquí, y lo hago por la misma razón que la primera vez, a discutir un tema delicado para mí, Jensen.

Entro en su oficina con mi rostro enojada, los presentes no disimulan su mirada, y yo tampoco.

—Todos afuera — no hacen ni el más mínimo esfuerzo para salir, simplemente me ven como si yo fuese nadie — ¡ahora! — grito, Cristopher cierra sus ojos y respira hondo.

—Déjenme a solas con mi esposa por favor — se levantan y pasan por mi lado, cierro la puerta con seguro y cuando me volteo a verlo lo tengo frente a mí, por impulso lo abofeteo, estoy cargada de odio.

—¿Cómo pudiste ir a dónde Jensen? — empuña sus manos.

—¿Se vieron? — pregunta entre dientes.

—Respóndeme — me pega de la puerta.

—¡¿Se vieron Victoria?! — Me grita.

—No es de tu incumbencia, tampoco eres nadie para ir allá a ofrecerla dinero y encima golpearlo, déjalo en paz, no vuelvas a meterte con Jensen — golpea la puerta muy duro.

—No es tu incumbencia si voy o no voy a verle — me responde por igual, lo detesto tanto.

—Arruinas mi vida…

—Tu arruinas la mía, fuiste el peor trato que pude haber hecho, me siento estafado, eres una mimada y rebelde jugando a la niña enamorada, ¿crees que ese amor perdurara para siempre? No seas tonta, él no lo soportará, buscará a otra que te reemplace — alzo mi mano para volver a bofetearlo y me detiene — Vete de aquí, no estoy de humor Victoria, créeme que no lo estoy —Su comentario me dio en el alma.

—Si tanto arruino tu vida entonces déjame ir — ríe con burla.

—Por supuesto que no lo hare, ahora ya sal de aquí — me da la espalda.

—No he terminado — se voltea, no sé porque razón esta tan furioso, y lo está desde antes que yo llegara.

—Yo… — entrecierra sus ojos — ¿eso? — Me señala el cuello — ¿Te revolcaste con él? — trago, seguro Jensen me dejo un chupetón.

—Me largo — me detiene del brazo — suéltame.

—¿Dime, estuviste con él? — con una mano sujeta mi mentón y presiona duro.

—Me lastimas — no deja de mirar la marca en mi cuello.

—Eres como tu padre, decepcionante — que me comprare con él me enfurece más, podre parecerme a otra persona, pero a Victor jamás.

—No vuelvas a decir eso — me suelta y se aleja de mí, pasa la mano por su cabello, algo le molesta, lo noto preocupado y tenso, enterarse que estuve con Jensen lo enoja, pero hay algo más detrás de todo, y por lo que dijo de mi padre seguro tiene que ver con eso.

—¿Qué te sucede? — toma su saco y lo coloca.

—Nada — apaga su laptop.

—Dime — insisto.

—No tengo porque darte explicaciones de mi vida — me controlo.

—Soy tu esposa — eleva su ceja.

—¿Esposa? Una esposa que ama otro, se acuesta con otro, y que todo lo hace con otro ¿Qué pensaran las personas? — bajo la mirada.

—Debes entender un poco Cristopher, me conociste amando a otro hombre — muerde su labio.

—Es cierto, pero creí que eras lo suficiente madura como para aceptar tu destino — no respondo a nada — De haberlo sabido antes de hacer el trato no fuera interferido en tu vida, y así me hubiera evitado todo este desastre de mierda — me levanta el rostro, aun así no lo miro — ¿Crees que eres la única que sufre? No, no eres la única, detrás de ti está el idiota aquel y estoy yo, que no se ni porque cojones lo hago, no deberías ni de siquiera importarme en lo más mínimo.

—Sera mejor que me vaya verdad — impide mi paso.

—Ahora no me da la gana de que te vayas — quedamos muy de cerca.

—Es lo más sano, ni tú ni yo estamos en condiciones de continuar charlando.

—No pretendo seguir charlando — me acaricia.

—No, basta — se detiene.

—Cierto, acabas de venir de los brazos de tu gran amor — lo golpeo en el pecho.

—No permitiré que me insultes — suena sus dedos.

—Ve, te doy la noche para que se revuelquen juntos, iré hacer lo mismo con una mujer — pasa por mi lado tropezando mi hombro.

—No somos diferentes entonces ¿me dirás que no has estado con alguna mujer? — no se toma la molestia de mirarme.

—No, yo si te respete, pero ya no más, daré la misma importancia que me dan — y no debería de importarme lo que haga, es su vida, seria hasta lo mejor.

—Bien, vaya, no me molesta que lo hagas, de igual yo no podre complacerte en tus deseos, lo sabes bien — Busca de darse la vuelta para mirarme, pero no lo hace.

—En realidad no debería de molestarte cuando tú también lo haces— se digna a mirarme.

—Vine aquí fue a pedirte que ya no lo molestes más, él no necesita de tu dinero ¿Quién te crees que eres para hacer eso? — abre sus brazos.

—Alguien con poder, algo que no tiene tu mecánico barato, ¿fuiste a ese lugar de mala muerte? Muy bajo de tu parte, ¿ni siquiera tiene para pagar un hotel decente? Patético ¿has pensado en cómo será tu vida más adelante con él? Vivir en un barrio, en un edificio a punto de derrumbarse, rodeada de gente viciosa ¿crees que es lo que mereces? No Victoria, solo eres caprichosa, él no es de tu misma clase, entiéndelo, tu corres peligro a su lado ¿Qué pasa si descubren que eres una niña de plata? Pueden secuestrarte ¿y sabes qué? Él no tendrá como pagar un rescate — mantengo mis ojos cerrados.

—No todo en la vida es dinero, y hay algo que tu dinero ni el poder del mundo podrán comprar, ese algo se llama amor — sabe que tengo razón.

—¿Tú crees? Ya lo veremos más adelante cuando tu amor me pertenezca a mí — me acerco.

—El amor no se compra, se gana, y por el camino que vas dudo que te lo ganes — es un trabajo muy amplio para él, todo lo que obtiene es por su dinero, pero esto, esto es algo imposible.

—No me subestimes, soy de poco hablar y más de hacer, así que… eres libre de pensar y decir lo que desees — siento que acabo de desafiarlo — ¿Te tragaste la lengua? — me muestro tranquila.

—Para nada, esperaba que continuaras con el chiste para luego reírme — elevo mi ceja.

—Ríe ahora, yo lo hare de último, ya conoces el dicho ¿no? Él que ríe de último, ríe mejor — me muevo inquieta.

—Dicho que hasta el momento no me convence — ajusta su corbata, y ese acto lo hace ver sexy, algo que me reprendo por haberlo visto así.

—Ya lo veremos — me estremezco por ese cambio de voz tan repentino.

—Me voy, no puedo seguir perdiendo mi tiempo contigo — se atraviesa.

—Te veo mañana — me abre la puerta, su acción me cae mal.

—Has lo que te venga en gana — me señala la salida.

—Ya debes irte, me retrasas, tengo una cita — me quedo perpleja.

—Que infantil eres al intentar darme celos — actúa de forma egocéntrica.

—No intento, no existe razón para intentarlo ¿O sí? — ¿celosa de que esté con otra? Obvio que no.

—Vete al carajo — me mira de pies a cabeza.

—Si te haces a un lado con gusto me voy al carajo, no comprendo por qué no te has terminado de ir — me hago la misma pregunta.

—Me da lástima dejarte hablando solo — abre su boca.

—Bueno, adiós — sí, me está corriendo.

—Adiós — ¿Alguien conoce la razón de porque no me muevo de mi lugar.

—¿Necesita ayuda para caminar? — tomo aire profundo.

—Idiota — me digno irme de su oficina, vine aquí por una razón, y fue lo menos que hice.

—¡Ey! — No puedo creerlo, aquí viene de nuevo— se te quedo algo — entra al ascensor.

—¿Qué cosa? — se cierran las puertas.

—Esto — me besa, detesto cuando lo hace sin mi consentimiento.

—Aléjate — lo distancio.

—¿Sabes algo? Lo difícil me gusta, por esa razón me tienes así, decídete que hacer Victoria, porque las ganas de tenerte en mi cama bajo mi mandato se vuelven cada vez más intensas, y las ideas de complacer a tu cuerpo aumentan, imagínate todo lo que puedo causarte en una noche, o en muchas noches si así lo quieres — rio y de repente golpeo sus pelotas.

—Dudo que así pueda servir de mucho, hasta mañana perfecto idiota — salgo victoriosa, no me interesa estar en su cama, conmigo se equivocó. Me parece que sí hizo una mala negociación con mi padre, no caeré en sus juegos.

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