La junta había terminado, Noah estaba aún en trance no solo en casa de Isabel, debía tolerarla, sino ahora en el trabajo, le pareció extraño que Isabel no hubiera mencionado nada referente a la adquisición de una acción de la empresa y que estuviera a nombre de su hermana mayor.

Noah se levantó de su asiento, hicieron un recorrido por la empresa, el señor Beltrán se despidió para luego retirarse, Noah le indicó la oficina de Alejandro.

— ¿Cuál será mi oficina?

Preguntó Hayami acercándose a Noah.

—Sí, vamos, ahora te lo muestro.

Caminaron y después de pasar por el escritorio de Ariel llegaron a una oficina justo frente de la de Noah, las oficinas de la empresa eran de cristal transparentes muy elegante, se podía ver todo aunque también tenían una cortina que podía dar privacidad a estas.

—Este será tu oficina justa frente a la mía.

Dijo con un poco de desagrado, no entendía por qué ella le causaba molestia, talvez era por su forma de ser.

—Perfecto. Me imagino que Angélica estar