Es culpa del maldito corazón,
Quien se enamoró sin conocerla bien.
SAMANTA
—Rick… —susurré sobrepasada quedándome paralizada en el asiento del coche.
Mi corazón parecía querer salir de mi pecho por los pálpitos acelerados que me causó el matiz de su voz.
Su mano tomó la perilla de la puerta del coche y la abrió de golpe, aferrando su tacto a mi brazo para sacarme con violencia de allí.
Las lágrimas comenzaron a asaltarme y ni siquiera tuve el valor de protestar por aquel gesto brusco de su parte. Comencé a respirar con rapidez intentando buscar las palabras adecuadas para justificarme, pero nada podía decirle.
—¡¿Me dirás que pasa?! —volvió a indagar mirándome con frustración a los ojos—. Dime que no es lo que est
Las cosas que nunca dije,morirán en mi garganta.RICKMi cuerpo temblaba mientras mis manos con los nudillos ensangrentados, asían el mando del coche con impotencia.¿Por qué todo tenía que ser tan complicado cuando se trataba de Samanta?¿Por qué simplemente no podíamos querernos y tener una relación sencilla como las demás parejas?Jamás imaginé que me engañaría de ese modo, y aunque admitía que me fui de boca y dije cosas que estaban mal, no podía tolerar que se hubiera revolcado con otro hombre y luego decir solo lo siento, como si con ello bastara.Me sentía una basura, alguien que no valía nada a sus ojos al comprender que cualquiera siempre sería mejor que yo para ella. Que si yo hacía miles de cosas buenas, con un error ella me condenar&iac
Aunque estemos separados,aunque te odie en este momento,mi amor jamás morirá.RICKAvisaron a mi habitación que alguien de la constructora Díaz me esperaba en recepción. Luego de comunicar a Rose y despedirme de Erín, bajé con un incipiente dolor de cabeza provocado por el alcohol que ingerí temprano.Al salir del elevador, pregunté por el agente de bienes raíces y me señalaron un pequeño rincón donde habían dos sillones y una mesa de centro pequeña. Sobre el mueble de madera, reposaba un humeante café que se adhirió a mis fosas nasales tentándome a pedir uno antes de marcharnos. Uno de los sillones de estilo Luis XV, me daba la espalda y estaba ocupado por alguien. Seguramente debía ser el enviado de Miguel, por lo que con seriedad me acerqué y salud&
Te había sentido míacuando enverdad,jamás lo fuiste.RICKEl viernes por la noche salimos con destino a Las Vegas desde Barcelona. Aunque disimulaba perfectamente todo lo que estaba sintiendo por dentro, debía aceptar que me encontraba nervioso, con ansias de verla y con temor a hacerlo, en mismas proporciones atacándome.Apenas pude conciliar el sueño y di muchas vueltas en la cama que ocupaba con Marina, en una habitación matrimonial. A las 5 a.m. me fue imposible seguir acostado y bajé al restaurante por un café, sin despertar a mi acompañante.Faltaban cuatro horas para verla de nuevo y maldecía al destino que nos volvía a juntar solo para torturarme.¿Qué sentido tenía el curso de las cosas a estas alturas?La vida solo complicaba y torcía todo para al f
Te irá mejor sin mí,Será mejor así…SAMANTA6 meses atrás…Me había quedado dormida con el pelo húmedo y envuelta en una bata, entre lágrimas y maldiciones que compartí con mi almohada. Al despertar había levantado temperatura y una leve gripe se apropió de mí; seguramente producto de haber permanecido bajo la fina lluvia y luego en la ducha, bajo el agua fría hasta que mi cuerpo tiritó desesperado.Oí unos golpes en mi puerta y la voz de mi tío llamarme. Sin embargo, al rememorar aquellas palabras de desprecio que Rick me dedicó, una fina lágrima volvió a descender por mi mejilla. Respiré hondo y compuse mi mejor semblante para ir a abrir la puerta y dejar de preocuparlo; ya había hecho suficiente escá
A pesar de la distancia,Sigo aquí pensando en ti.SAMANTA—Se marchó, ¿cierto? —pregunté en medio del llanto que habíamos desatado John y yo al decirle que había recordado todo—. Se volvió a ir sin decir nada como aquella vez, ¿no es verdad?—Lo siento mucho —respondió lamentándose—. Pero debes entender que estaba muy dolido; lo hizo sin pensar —acotó, frotando mi hombro mientras el corazón se me partía en trizas.—Entonces, no es para mí —suspiré, separándome de John y secando mis lágrimas con el dorso de mis manos.—Solo fue un malentendido que puede resolverse diciendo la verdad, pequeña. ¿Dejarás que un hombre con malas intenciones te separe de Rick? ¿Qué se salga con la suya?
El amor que se tuvieron,Fue el amor más fiel.Aunque ninguno de los dos, lo supiera a tiempo.SAMANTA—¡¿Embarazada?! —oí tras el médico, quien volteó para que la figura de Frank materializara a su voz—. ¿Estás embarazada? —volvió a preguntar mientras su cara palidecía.—¿Es usted responsable de la joven? —indagó el médico, dirigiéndose a Frank.No pude decir nada. Ni aclarar ni afirmar nada de lo que el matasanos preguntaba porque estaba en shock, sorprendida, enmudecida como si me hubiera tragado mi propia lengua.—¿Está seguro de lo que acaba de decir? —Linda se adentró en el cuarto, tomando de mi mano el papel y mirándolo con el ceño fruncido—. ¿No existe probabilida
Tú y yo,somos pasado.SAMANTA4 meses y medio después…Incansablemente había tratado de contactarme con Rick, pero no había recibido razones de su parte. Sabía que se encontraba residiendo en Barcelona y que por ese motivo había decidido delegar su responsabilidad en el proyecto a Miguel. Sin embargo, aunque mis recados fueron diarios en insistentes, jamás respondió a ninguno de ellos.Aun así, no pensaba bajar los brazos esta vez, ya que se trataba no solo de mi felicidad, sino también del futuro de mi hijo.Hace cuatro semanas tuve la gran noticia de saber que el bebé que cargaba en mi vientre desde hace seis meses, sería un niño. Había llorado mientras el ginecólogo que llevaba mi embarazo lo anunció, mostrándome en la pantalla la silueta d
Aunque las mentiras no sean buenas,a veces ayudan.JOHNHabía cometido una estupidez llevado por la rabia y Sam me mataría. Pero ya estaba harto de que Rick se hiciera le desentendido en cuanto a su responsabilidad. Sin embargo, me pareció que en absoluto estaba al tanto ni de media palabra que le había insinuado en la cara y eso me desconcertaba.¿Podría ser posible que aquella mujer jamás le hubiera mencionado sobre el estado de Sam?¿Qué Rick no supiera que mi sobrina estuvo embarazada?¡Por Dios!Me estaba volviendo loco con ese encuentro, además de los tres chiquillos que me tenían dando vueltas por todo el hotel con sus travesuras.Jamás imaginé que precisamente aquí me encontraría a Rick. Había costado mucho convencer a Sam de acompañarme; me hab&ia