-Bueno, creo que en ese entonces no necesitaba nada más que escaparme a la playa contigo. Y no había nadie más feliz que yo cuando antes de que me dieras mi primer beso me dijeras: “-Sé que no has besado antes, y está bien”. Entonces solo me besaste calmando cualquiera de mis dudas. Ese verano junto a ti fue el verano más feliz de mi vida, y a pesar de que pasó rápido y octubre fue sumamente doloroso para mí yo no cambiaría nada.-Le di un último trago a mi expresso para decir lo siguiente.-Hoy en día entiendo que yo fui demasiado avariciosa en querer algo que nunca fue mío, tú siempre estuviste enamorado de otra y solamente estabas esperando el momento adecuado de volver a ella mientras te divertías conmigo. Porque para ti todo esto fue eso: divertirte con tu mejor amiga. Pero yo estaba en otra sintonía y quise más, siempre he querido más y nunca me detendré hasta tenerlo todo. Y espero que hayas sido feliz con ella.
-¿Por qué no dices su nombre? Es como si fuese Voldemort.-Se limpia los labios con una servilleta y ya tenía una mirada más seria hacia mí.
-Margot.-Escupí. Mi molestia obviamente no era hacia esta chica, que ni siquiera sabe de mi existencia probablemente.
-Y terminamos la última noche que te escribí. ¿Recuerdas que esa noche te dije que me sentía solo?
-Sí. Me dijiste que te sentías solo y ya ni recuerdo que te respondí.
-Me alegro.-Recordó él y luego se carcajeo.
Obviamente que si me acordaba, pero quería oírlo de él.
-Con razón terminamos peleando y bloqueándote.-Ahora los dos reíamos.
-Si, bueno. Esa noche cuando te escribí también pensé: “-¿Que le puedo pedir a Lisa?”. Pero en serio necesitaba hablar con alguien.-El cerró los ojos un momento como agarrando fuerza-.Necesitaba hablar contigo.
-Entiendo. Y ahora lamento que hayas pasado por eso solo.
-Aún sigo solo.-Confesó y ahora sus intensos ojos negros se clavaban en los míos.
-¿Y tus amigos? ¿Los chicos de la banda?
-Sabes como soy yo. No con cualquiera me abro, nadie me conoce realmente. El único ser humano que se ha acercado tanto a mí eres tú. Incluso con los años que han pasado sigues siendo la que mejor me conoce.
Ahí mi corazón dio un vuelco. Y las ganas de llorar estaban empezando a surgir. Es que uso las mismas palabras exactas de siempre.
-Thomas… deja de decirme eso.- Dije mientras apretaba mis puños bajo la mesa y me lastimaba la palma de las manos con la presión que ejercían las uñas sobre ellas.
-¿Qué cosa?-Preguntó él preocupado por mi cambio de humor repentino.
-¡Eso!-Exclame algo molesta-. Si vas a hablar conmigo no digas eso, por favor. No tienes idea lo feliz que estaba de tenerte como amigo y que confiaras tanto en mí, porque yo en serio te quería. Es más, yo te amaba, como amigo, compañero o lo que sea. Y no me dolió que hayas regresado con tu novia la misma semana que me dijiste que era la razón de tu felicidad. Me dolió que perdí a mi amigo, me alejaste y solo me preguntaba: “¿Cómo le haces eso a la persona en quien más confías y a quien más conoces?”.
-Está bien, no lo diré más. Pero si hay algo que quiero decir y es que lo siento tanto. Arruiné la amistad más real que he tenido por ser un completo idiota. Y Alissa, ahora que te veo estoy aún más seguro de algo que nunca.
Mis ojos se encuentran con los suyos y asiento para que continúe. Él se inclina sobre la mesa y se acerca más.
-No quiero que te alejes otra vez. Permíteme recuperar a mi amiga ¿Sí? No sé si me creas o no. Pero durante tres años me he lamentado por haber estropeado todo, y lo lamente mucho.
La ansiedad se potenció y supe que era el momento indicado para salir de allí. Me levanté. Tomé mi bolso y mientras lo hacía Thomas también se levantó.
-¿Qué? ¿Ya te vas? ¿Hice algo mal?
-Mmm… no es eso. Debo irme.-Tomé mi abrigo y me lo empecé a poner-. ¿Has cambiado de número?-El niega-. Perfecto. Te desbloqueare y te escribiré.-Me solté el cabello y me colgué mi bolso rápidamente.-Lo siento por dejar las cosas así. En serio debo irme. Te escribiré.
El solo me dio una sonrisa a medias, es muy de él. Siempre la pone cuando algo no le parece del todo. Tal vez no me creía eso de volver a escribirle.
Es que siempre desee que el volviera a mi vida. Sé que el amor joven no dura para siempre y sé que la gente dice que los jóvenes no sabemos nada de amor porque nos falta experiencia. Pero creo que precisamente esta falta de experiencia y la inocencia del primer amor nos hacen vivirlo más intensamente, sin nada que nos lo cohíba y sin el miedo a ser lastimados. Y no sé si yo vuelva a amar a alguien con el mismo candor que ame a Thomas. Pero ahora el tiempo ha pasado, los dos hemos cambiado tanto que él hasta ahora pide su café dulce. Y yo ya no soy la Alissa de dieciséis años que puede durar toda la noche hablando con él y contando estrellas en el techo de la casa de verano de sus padres. Entonces no sé si quiero volver a tener a Thomas como amigo. Y por todos los cielos ¿Amigos? Ese hombre no puede estar en la misma habitación que yo sin intentar besarme. A los amigos no se les tiene atracción sexual, a los amigos no se les ve con ojos de deseo.
Iba caminando tan rápido y sin ver por donde andaba que me golpee contra un poste, o eso creía, porque los postes de luz no te sostienen para que no toques el suelo cuando te golpeas contra ellos. Y los postes de luz no huelen a madera, huelen a metal. Y los postes de luz no tienen esos ojos.
El poste de luz era en realidad un hombre. Que me sostuvo entre sus brazos para que no me cayera cuando tropecé contra él. En seguida me puso de nuevo sobre el tacón de mis botas de cuero que me llegaban hasta el medio muslo.
-Lo siento, señorita. Mil disculpas.-Dijo con su voz profunda y serena. Fue de una forma muy cortes con cero vacilaciones.
Salí del trance en el que me tenían sus ojos verdes y me disculpe de vuelta.-No. La culpa fue mía. No veía por donde iba.
El me dedicó una sonrisa enternecido.-Que tenga buen día-. Finalizó.
Así siguió su camino al edificio que estaba en esa misma acera. Seguido por dos hombres que llevaban trajes negros como el, al parecer eran sus escoltas porque lo único que hacían era seguirlo. Y si era así, entonces era alguien importante.
Su fuerte olor se me quedó impregnado en el cabello. Huele a almizcle. Pero muy amaderado. Y supe que era ese olor porque se parecía mucho al olor de las bodegas de vino de mi mamá. No solo su olor quedó en mí, sus ojos quedaron en mi memoria. Eran verdes como las hojas del sauce en la casa de mis abuelos. Pero eran muy serios, cero juveniles pero a la vez muy cálidos. No olvidare esa sonrisa amable que me dio, ser amable con todo el mundo es algo que valoro bastante en las personas. Y él se nota que es así con quien sea. Hasta con las locas que van caminando desesperadas entre la multitud.
Tomé un taxi para llegar a mi casa y buscar mi auto para ir al gimnasio que me queda un poco lejos. En el camino seguía pensando en Thomas. Me metí a nuestro chat y estaba vacío, lo vacié por completo hace tiempo. Pensé que nunca lo haría, pero con el tiempo me importaba menos tener eso allí.
Yo:
Hola. Ya te desbloquee.
Thomas Walker:
Me alegra bastante eso, Lisa.
Yo:
Vale. Debo decir que soy mala en W******p. Si no te respondo no es porque te odie o algo así. Es que se me olvida y ando detraída en mis cosas
Thomas Walker:
No te preocupes. Te molestaré hasta que te acuerdes de tu viejo amigo. ¿Llegaste a tu casa?
Yo:
Voy en camino.
Thomas Walker:
Perfecto. Me avisas cuando llegues para saber que estas bien, por favor.
Nunca le avisé, sino hasta como las seis de la tarde que él me volvió a escribir para saber de mí. Le dije que estaba en el gimnasio y que me disculpara pero se me había olvidado.
Y sí, así de indecisa soy cuando se trata de Thomas. Porque la parte lógica y racional de mí me dice:”- Ese ciclo ya está cerrado. Que perdonemos a los que nos lastimaron en el pasado no significa que tengamos que volver a tener vínculos con ellos, por un motivo ese vínculo se rompió y es importante recordar ese motivo para no continuar con relaciones nocivas”. Pero mi parte sentimental, y la que siempre gana ¿Por qué tengo que ser cáncer, m*****a sea? Le responde:”-Realmente no hemos dejado de querer a Thomas nunca, y la gente cambia. Se nota que él cambió, ya no parece el mismo idiota de hace tres años. Y nosotras también hemos cambiado, no volveremos a permitirle a nadie que nos trate de esa forma nunca más. Además lo perdonamos y curamos esa herida, pero nunca dejamos de extrañarlo, volver a ser amigos sería positivo”. Y la parte racional termina la conversación con un:-”Esto terminara feo, porque así eres tú y yo solamente mirare”.
Llegué como a eso de las siete de la noche a casa. En el lobby logro escuchar que había mucho bullicio. Raro, porque los viernes en la noche mis papás no están. Mi padre usualmente está en la oficina o con sus amigos haciendo no sé qué. Y mi mamá se va con sus amigas a comer sushi y beber margaritas hasta volverse el ser más ruidoso del planeta.
Dejé el bolso que me llevo para entrenar y el abrigo en el perchero y las llaves de mi auto en el tazón que está en la mesa del lobby.
Sigo caminando por la sala donde tenemos los muebles modulares y el tv plasma y logro identificar una carcajada. Era la misma risa escandalosa de Alek, se ríe durísimo a más no poder. Si él estaba en casa me alegraría bastante, tenía mucho tiempo sin ver a mis hermanos. Entre al comedor y allí estaban todos. Mis padres, cada uno sentado al extremo de cada mesa. Mi hermano Alek con su esposa, Marion, a un lado de la mesa. Y al otro lado Alessandro y su novia, Olivia. Solo quedaban dos asientos libres, el mío y que debería ser de mi futura pareja, como siempre me dice mi padre mitad en broma y mitad en serio. -¡Alissa!-Grita Alek apenas me ve. Se para y va casi corriendo a donde estoy yo para abrazarme y levantarme en sus brazos.-Mi princesa hermosa, amargada, gruñona e insoportable como te extrañe, mi vida. Cuando me baja yo solo lo abrazo y le lleno la cara de besos. -Ve a ver si te afeitas esa barba, me pica muchísimo.-Le di
Ignoré su pregunta de si me gusta Connecticut, la cual es interesante de responder, y me sorprendió lo de ayudarme. Antes hacíamos eso cuando éramos mejores amigos, él iba a mi casa a la hora que fuese a ayudarme con lo que sea, solo ayudarme, cuando en realidad siempre terminábamos hablando por muchas horas seguidas o haciendo cualquier otra cosa. Como si siempre necesitara un motivo para visitarme. Ahí tuve que decidir si quería volver a tener esa dinámica con Thomas de que él vaya a mi casa y me ayude con mis cosas, retomar esas dinámicas que nos hacían ser amigos, que eran muy de nosotros. Yo:Sí. Si me gustaría que vinieras a ayudarme a empacar. ¿Recuerdas el camino y el procedimiento para colarte al pent-house a estas horas de la madrugada? Thomas Walker: Como si me lo hubieses explicado ayer, Lisa.Yo:Perfecto. Aquí te espero. Al confirmar su visita a mi casa me cambie en seguida por algo más cómodo y abrigado ya que
CAPITULO 3.0 Eran como altas horas de la madrugada cuando Thomas ya estaba disfrutando de su copa de vino mientras yo guardaba la ropa que no iba a usar en mi armario. -Entonces… Connecticut.-Carraspea para seguir hablando. El muy pretenciosos lo hace siempre que quiere que su voz se escuche un poco más grave-. Que bien se escucha eso. Supongo que te gusta ese lugar ¿No?-Me pregunta y le da un último trago a su copa antes de ponerla en el suelo y seguir con la labor de doblar. Yo me rio para mis adentros ante tal pregunta. -¿Connecticut? No, por dios.-Le doy una sonrisa de medio lado y le lanzo unos pantalones de pijama para que los doble-. Me gustaría si fuese solamente con mis hermanos. Pero van mis padres con amigos que quieren hacer negocios con ellos. Y ya googlee a esa familia. Los hijos son literalmente tres personas que los criaron haciéndoles saber que el mundo es de ellos, o sea aburrido. Además solo habrá una persona contempor
CAPITULO 3.1 Enseguida tome mi peluche de tigre que estaba en mi mesa de noche y me acurruque entre sus brazos mientras él me abrazaba a mí y yo al peluche. Pensé que eso me ayudaría a olvidar los sentimientos encontrados que tengo hacia mi padre, pero no fue así. Algunas lágrimas salieron de mis ojos y yo seguía sollozando un poco. -Shhh. Tranquila, estoy aquí. Seré el bufón que haga reír a su reina. Sobre todo si el rey se porta mal y la hace llorar. Parecen palabras vagas del momento, pero ahora no lo veo así. Ahí Thomas me estaba confirmando que su acercamiento hacia mí sería el de un compañero, genuino, otra vez un amigo. Sin importar que el rey fuese otro. Pudo haber sido eso, o pudo haber sido el hecho de que Thomas se había ido un largo tiempo, y extrañaba a mi mejor amigo consolándome. Eso solo hace que mi corazón se estruje y que por inercia me acurruque más en su pecho. -Está bien, bufón.-Limpio una ú
CAPITULO 3.2 Mi padre se acercó al padre de la familia y le dijo:-Bienvenidos. Qué bueno que vinieron, amigo-. El señor Crestan era de contextura cuadrada, alto, de barba gris oscura y cabello blanco, muy pálido y de ojos verdes. Llevaba pantalones caqui, una camisa azul y una chaqueta cazadora. Tenía una actitud amigable y sonriente con mi padre. Todos los demás integrantes de su familia se ubicaron a su lado y mi padre nos empezó a presentar. -Crestan te presento a mi esposa, Cecilia. El hombre le tomo la mano a mi madre con ambas manos y le dio una sonrisa. -Él es mi Hijo, Alek.-Prosiguió mi padre. Solamente estrecharon la mano y Alek respondió con un: mucho gusto. Lo mismo cuando presentaron a Alessandro, a Olivia y a Marion. Cuando fue mi turno mi padre dijo:-Y ella es mi hija menor, Alissa. También estrechamos manos y le respondí.- Es un placer. -Tienes razón, Alexey. Es m
Alguna vez fui alguien verdaderamente amada, acompañada, cálida y sin sentimientos de culpa. Estaba en el vientre de mi madre, Cecilia. Por razones injustas tuve que salir de ese lugar y empezar a respirar el aire del mundo exterior. Tener que vivir esta tortura llamada: Vida. Nací el 15 de Julio de 2004, el día en que fue lanzado por los estados unidos el satélite Aura al espacio, el cual está diseñado para una duración mínima de cinco años. Gracioso, porque he sentido toda mi vida que dure estable hasta los cinco años, no sé, siento que después de esa edad algo me pasó. Se siente como si algo me estuviese carcomiendo a mí misma siempre, como una clase de animal alimentándose de mis órganos e inyectándolos de malas decisiones, malas acciones y malos sentimientos. Según la psicología cuando un niño llega a la edad de cinco años ya empieza a relacionarse con ideas abstractas como la muerte, el origen y el final. También empiezan a ser más autóctonos sobre sí mi
Podría decir que fueron mis padres que me recordaron que me veía ganada de peso, que mis nalgas se veían más grandes, mis caderas estaban más anchas y que debía mantener una cintura pequeña para no verme mal. Tal vez fueron los comentarios de mis compañeros de clase, el acoso sexual que recibía, o que una vez camino a los vestidores para la clase de natación un chico abuso de mí. Tal vez fue que ante mi cuerpo solo había dos reacciones: la de juzgarme o en la que me veían como objeto sexual. Pero me da demasiada pereza echarle la culpa a alguien o algún acontecimiento sobre el porqué de mi comportamiento. Todo empezó por el estrés de las pruebas finales, la ansiedad hacia que comiera todo lo que me encontraba, pero la culpa de todas las calorías que entraban a mi cuerpo no me dejaba dormir después, entonces mi manera de hacer que toda esa comida no me engordara era vomitar. Primero empezó por no querer engordar, luego se volvió una forma de quitarme el estrés. Cuando vomitaba me dol
Los requerimientos para estar en NYM Models son precisos, e inamovibles para quien sea. No importa si tu papá es el presidente de los Estados Unidos, o que seas la esposa de un jeque. Si no tienes todo eso, no entras. Los cuales son:Talla absoluta: Todas las modelos debían tener la cintura de sesenta centímetros. La mujeres de talla XS tienen una cintura de sesenta y cuatro a sesenta y seis centímetros (esta se sabe que es la talla más pequeña entre las estándares), la agencia exigía que fueses talla 2XS. ¿Era sano? No ¿Cómo es que lo permiten? Porque la gente sigue alabando cuerpos ideales en todos lados.Altura suprema: Para ser modelo de la agencia debes medir de ciento setenta centímetros a unos ciento ochenta y cinco centímetros. No puedes medir menos de eso, ya que ellos creen que sería más difícil vestirte.Ser joven: Como aspirantes solo aceptan chicas que tengan entre dieciocho y veintidós años. Si eres nuevo ingreso no te aceptaran si tienes más de esa edad. Pie