Alguna vez fui alguien verdaderamente amada, acompañada, cálida y sin sentimientos de culpa. Estaba en el vientre de mi madre, Cecilia. Por razones injustas tuve que salir de ese lugar y empezar a respirar el aire del mundo exterior. Tener que vivir esta tortura llamada: Vida.
Nací el 15 de Julio de 2004, el día en que fue lanzado por los estados unidos el satélite Aura al espacio, el cual está diseñado para una duración mínima de cinco años. Gracioso, porque he sentido toda mi vida que dure estable hasta los cinco años, no sé, siento que después de esa edad algo me pasó. Se siente como si algo me estuviese carcomiendo a mí misma siempre, como una clase de animal alimentándose de mis órganos e inyectándolos de malas decisiones, malas acciones y malos sentimientos.
Según la psicología cuando un niño llega a la edad de cinco años ya empieza a relacionarse con ideas abstractas como la muerte, el origen y el final. También empiezan a ser más autóctonos sobre sí mismos, siendo conscientes de sus cuerpos, de sus mentes, de sus emociones. Son capaces de entender cuando se presenta una responsabilidad y tomar decisiones según sus propios intereses. Se supone que deberían tener un comportamiento más apacible y dócil.
Bueno, esa docilidad a mí no me paso. Con cinco años yo ya mandaba a mi padre al carajo. Lo odiaba tanto y todo el tiempo, nunca entendía porque, y tampoco entendía porque la relación que tenía con mis hermanos mayores era tan diferente a la que tenía conmigo. Tal vez a veces pasan cosas y no tienen por qué tener sentido y tampoco tenemos que entenderlas, solo las sentimos. Pero admito que odiar a mi padre ha sido una daga en mi pecho, constante.
Tal vez para entender esto tendría que hablar sobre como es mi familia, mi entorno y como crecí.
Mi nacimiento fue algo complicado, mi mamá estuvo veintiséis horas en labor de parto, no tengo detalles de porque, solamente que traje problemas desde que nací. Al ser la menor y de paso niña era la adoración de mis padres, era el regalo más hermosos que el universo le había dado a mi padre cuyo deseo siempre fue tener hijos, en especial una niña. Curioso ya que normalmente los hombres se enorgullecen más de tener hijos varones que se parezcan a ellos, como todo siempre ha sido falo céntrico. Pero mi padre, Alexey, ex miembro de la clase media y ahora político y proveniente de Austria siempre soñó con tener una hija, a la cual consentir hasta el cansancio. Pero no sé qué hice yo, no sé en que fui diferente que eso cambio, y no fui particularmente la típica “niña de papi”.
Mi madre ni siquiera pudo participar en la elección de mi nombre, desde hace meses él ya lo tenía decidido y ella no se opuso porque realmente le gustaba. Me llamaron Alissa, con el apellido de mi padre Myer de primero y de segundo el de mi madre, Medici. Sí, como el de los famosos Medici de Florencia, solamente que mi mamá no creo que tenga parentesco alguno con aquella familia del renacimiento. El último Medici que queda es un escritor y vive en Milán. Mi mamá es de Trentino-Alto Adige, una de las veinte regiones de Italia. Ella se crio en el viñedo de mis abuelos, cuando se volvió adulta heredó el negocio y ahora es dueña de una marca de vinos más o menos grande con sedes en Italia y los Estados Unidos. Eso más su casamiento con mi padre le permitió pertenecer a la elite de Nueva York.
Mi padre es guapo, simpático, bastante carismático, sociable, sumamente extrovertido. Una persona más racional que emocional, observador, analítico, crítico, y muy asertivo a la hora de exponer sus ideas. Según la metodología de evaluación de personalidad de Myers-Briggs “MBTI”, el tipo de personalidad de él es ESTJ (Ejecutivo). No creo que exista mejor manera de describirlo a él.
Se dedicaba a la política, pero trataba cada aspecto de su vida como bienes, no importaba que. Amor, familia, amigos, colegas, creencias, valores. Él se aseguraba de que todo lo que estuviese en su vida le trajera consigo un beneficio para él, obviamente monetario. Mi padre nos enseñó que el dinero te hace invencible, poderoso, intocable. Y su secreto para hacer dinero fue estando en los círculos sociales indicados, susurrando en los oídos de gente más poderosa y ayudándolas a decidir el curso de la sociedad básicamente.
Mi señor progenitor, Alexey Myer, es nada más y nada menos que el dueño de la consultoría política más importante de los últimos años, La “Myer & Myer Company”. La compañía de mi padre es contratada por magnates políticos para que dirijan sus campañas. El junto con su equipo de graduados en ciencias políticas, desarrollan estrategias de publicidad y marketing enfocadas en hacer que la persona que los contrate gane cueste lo que cueste. Mi padre ha llevado a la presidencia a hombres cuyos nombres no diré, no solo de este país, sino del mundo. No solo asesora a adinerados con deseos de dirigir poblaciones, también ha aconsejado a miembros de la realeza europea a mejorar sus imágenes públicas. Mi padre conoce los secretos sucios de esa gente, las cosas horribles que han hecho para ganarse el desprecio de la gente, y el mismo ha limpiado sus nombres para que vuelvan a tener la simpatía de la gente y que defequen todo igual o peor.
Que nosotros nos volviéramos tiburones era de gran importancia para él, por eso nuestra educación fue rigurosa, exigente, y lo mínimo que nos exigía es que fuésemos los mejores en todo lo que hacíamos. Él quería que fuésemos gente de éxito, siempre nos decía: “-El dinero es el que decide el destino de las cosas. No solo en la política, en todo”.
A mi hermano mayor, Alek, lo hizo estudiar medicina y crearse a su vez una carrera en el mundo de la natación. Llegó a los juegos olímpicos y ganó medalla de oro en los cien metros libres. Regresó a casa siendo el primogénito perfecto, después hizo su especialidad en neurología graduándose con honores de la universidad de Columbia. Tiene una fundación para curar tumores cerebrales para niños de bajos recursos, una esposa medico igual que él, una casa enorme y planes de tener hijos. Y no digamos que es el jefe de neurología del hospital NewYork-Presbyterian. Nada más y nada menos que el mejor hospital de Nueva York desde hace 21 años según News & World Report's.
Mi segundo hermano, Alessandro, para mí va en contra de todo el cliché del hijo del medio, siempre se lo digo. Porque Alessandro fue el menos rebelde de nosotros tres, el más dulce y el que mejor soportaba las exigencias de papá, tan empático que podía hasta empatizar con alguien tan difícil como nuestro padre. Sus ojos avellana siempre me miraban con complicidad cuando me salía con la mía. Alessandro decidió estudiar derecho en Harvard, se acaba de graduar con un promedio de 4 perfecto. Y su mayor puntaje en las pruebas era de 172, cuando el promedio en la escuela de leyes es de 169. Ahora está trabajando en abrir su propio bufete en Seattle. El podrá ser el niño dulce de la familia, pero a nadie engaña, yo siento que se fue lejos de Nueva York para estar lejos de nuestros padres. No lo juzgo, en lo absoluto.
Pero realmente no lo sé a ciencia cierta. Ninguno de mis dos hermanos me ha expresado cuando se sienten tristes o enojados. Solo me cuentan las cosas buenas de sus vidas.
Y yo soy el dolor de cabeza de mi padre, mi mamá está un poco cansada de mí, y llegados a este punto supongo que me quieren porque soy su hija, pero no les agrado. De por si nacer es una tragedia, el universo me castigó una segunda vez al nacer siendo cáncer. Uno de los signos más emocionales y sensibles del zodíaco. Los cánceres son criaturas llenas de afecto y compresión para dar y para recibir, y ese ha sido algo que ha chocado con mi familia todo el tiempo, en especial con mis padres. En mi familia no se acostumbran los abrazos, las palmadas en los hombros, ni mucho menos palabras de aliento. El cansancio no existe, si le dices a papá que estás cansado él te responderá: “-Ve y hazlo de nuevo”.
Al igual que mis hermanos también fui orillada a ser sobre saliente en todo. El mejor promedio de mi generación desde la primaria hasta que me gradué de la preparatoria. Lo cual todo esto es irónico, ya que no sirvió en absolutamente nada cuando me tocó aplicar para la universidad. A mí me pasó que fui sobre saliente en todas las materias del colegio y nunca hubo uno en específico para concentrarme, entonces cuando mi papá me preguntó; “-¿A cuál carrera aplicaras?”, no supe que responder. Ese es el problema de no tener tiempo para ti y solo pensar en complacer a los demás. Y es que desde los 5 años hasta los 18 estuve en tantas clases extracurriculares, igual que mis hermanos. Estuve en piano, francés, ballet, gimnasia, danza árabe, tenis, natación, violín, oratoria, equipo de debate, equipo de ajedrez, fui la presidenta del consejo estudiantil los 3 años de preparatoria, Voleibol, mandarín, atletismo, español, literatura y clases particulares con un tutor para que mis notas siempre estuviesen con la máxima calificación.
De todas esas la que más me gustó fue el ballet. Pero lo deje a los 15 años cuando mi cuerpo empezó a desarrollarse, pasé de copa B38 a copa D44 en menos de 3 meses. Eso me afecto terriblemente. Ya de por si era difícil para mí lidiar con mi padre, sus exigencias y las peleas constantes con mi mamá, imagínate también tener complejos por mi cuerpo. Un día el profesor de la academia a la que asistía me dijo: “-Creo que te has vuelto demasiado voluptuosa para ser bailarina”. Después de eso lo tuve que dejar, ya no querían que yo tuviese papeles protagónicos o que resaltara mucho, y si no puedo resaltar mi padre no estaría contento, entonces deje el ballet. Seguí con la danza árabe hasta que me gradué, pero que en esa disciplina no me hayan discriminado por mi cuerpo no significa que mi sufrimiento acabó allí.
Podría decir que fueron mis padres que me recordaron que me veía ganada de peso, que mis nalgas se veían más grandes, mis caderas estaban más anchas y que debía mantener una cintura pequeña para no verme mal. Tal vez fueron los comentarios de mis compañeros de clase, el acoso sexual que recibía, o que una vez camino a los vestidores para la clase de natación un chico abuso de mí. Tal vez fue que ante mi cuerpo solo había dos reacciones: la de juzgarme o en la que me veían como objeto sexual. Pero me da demasiada pereza echarle la culpa a alguien o algún acontecimiento sobre el porqué de mi comportamiento. Todo empezó por el estrés de las pruebas finales, la ansiedad hacia que comiera todo lo que me encontraba, pero la culpa de todas las calorías que entraban a mi cuerpo no me dejaba dormir después, entonces mi manera de hacer que toda esa comida no me engordara era vomitar. Primero empezó por no querer engordar, luego se volvió una forma de quitarme el estrés. Cuando vomitaba me dol
Los requerimientos para estar en NYM Models son precisos, e inamovibles para quien sea. No importa si tu papá es el presidente de los Estados Unidos, o que seas la esposa de un jeque. Si no tienes todo eso, no entras. Los cuales son:Talla absoluta: Todas las modelos debían tener la cintura de sesenta centímetros. La mujeres de talla XS tienen una cintura de sesenta y cuatro a sesenta y seis centímetros (esta se sabe que es la talla más pequeña entre las estándares), la agencia exigía que fueses talla 2XS. ¿Era sano? No ¿Cómo es que lo permiten? Porque la gente sigue alabando cuerpos ideales en todos lados.Altura suprema: Para ser modelo de la agencia debes medir de ciento setenta centímetros a unos ciento ochenta y cinco centímetros. No puedes medir menos de eso, ya que ellos creen que sería más difícil vestirte.Ser joven: Como aspirantes solo aceptan chicas que tengan entre dieciocho y veintidós años. Si eres nuevo ingreso no te aceptaran si tienes más de esa edad. Pie
¿Saben que es el almizcle? Es uno de los olores más codiciados en la perfumería. Antes se obtenía de las glándulas del ciervo almizclero, hoy en día se hace de manera sintética para evitar la matanza de miles de ciervos al año. El almizcle tiene un olor neutro, ligero y limpio. Según su origen tiene varios matices y uno de esos es la: “Habanolida”, entonces el olor se torna bastante amaderado, como cuando entras en el taller de un carpintero. O cuando entras a donde guardan los barriles en las destilerías de vino. No sabía que se volvería uno de mis olores favoritos hasta que lo conocí. Un día de octubre estaba saliendo de la universidad y me dirigía a una cafetería dos calles más abajo, necesitaba un café luego de una prueba de contaduría que casi me dejaba ciega. En esa cafetería mientras hacia la fila algo no dejaba de hacerme sentir intranquila, tal vez era la sensación de estrés por la prueba, las risas estruendosas de dos chicas que estaban allí o la melo
-Bueno, creo que en ese entonces no necesitaba nada más que escaparme a la playa contigo. Y no había nadie más feliz que yo cuando antes de que me dieras mi primer beso me dijeras: “-Sé que no has besado antes, y está bien”. Entonces solo me besaste calmando cualquiera de mis dudas. Ese verano junto a ti fue el verano más feliz de mi vida, y a pesar de que pasó rápido y octubre fue sumamente doloroso para mí yo no cambiaría nada.-Le di un último trago a mi expresso para decir lo siguiente.-Hoy en día entiendo que yo fui demasiado avariciosa en querer algo que nunca fue mío, tú siempre estuviste enamorado de otra y solamente estabas esperando el momento adecuado de volver a ella mientras te divertías conmigo. Porque para ti todo esto fue eso: divertirte con tu mejor amiga. Pero yo estaba en otra sintonía y quise más, siempre he querido más y nunca me detendré hasta tenerlo todo. Y espero que hayas sido feliz con ella. -¿Por qué no dices su nombre? Es como si fuese Voldemort.-Se limpia
Sigo caminando por la sala donde tenemos los muebles modulares y el tv plasma y logro identificar una carcajada. Era la misma risa escandalosa de Alek, se ríe durísimo a más no poder. Si él estaba en casa me alegraría bastante, tenía mucho tiempo sin ver a mis hermanos. Entre al comedor y allí estaban todos. Mis padres, cada uno sentado al extremo de cada mesa. Mi hermano Alek con su esposa, Marion, a un lado de la mesa. Y al otro lado Alessandro y su novia, Olivia. Solo quedaban dos asientos libres, el mío y que debería ser de mi futura pareja, como siempre me dice mi padre mitad en broma y mitad en serio. -¡Alissa!-Grita Alek apenas me ve. Se para y va casi corriendo a donde estoy yo para abrazarme y levantarme en sus brazos.-Mi princesa hermosa, amargada, gruñona e insoportable como te extrañe, mi vida. Cuando me baja yo solo lo abrazo y le lleno la cara de besos. -Ve a ver si te afeitas esa barba, me pica muchísimo.-Le di
Ignoré su pregunta de si me gusta Connecticut, la cual es interesante de responder, y me sorprendió lo de ayudarme. Antes hacíamos eso cuando éramos mejores amigos, él iba a mi casa a la hora que fuese a ayudarme con lo que sea, solo ayudarme, cuando en realidad siempre terminábamos hablando por muchas horas seguidas o haciendo cualquier otra cosa. Como si siempre necesitara un motivo para visitarme. Ahí tuve que decidir si quería volver a tener esa dinámica con Thomas de que él vaya a mi casa y me ayude con mis cosas, retomar esas dinámicas que nos hacían ser amigos, que eran muy de nosotros. Yo:Sí. Si me gustaría que vinieras a ayudarme a empacar. ¿Recuerdas el camino y el procedimiento para colarte al pent-house a estas horas de la madrugada? Thomas Walker: Como si me lo hubieses explicado ayer, Lisa.Yo:Perfecto. Aquí te espero. Al confirmar su visita a mi casa me cambie en seguida por algo más cómodo y abrigado ya que
CAPITULO 3.0 Eran como altas horas de la madrugada cuando Thomas ya estaba disfrutando de su copa de vino mientras yo guardaba la ropa que no iba a usar en mi armario. -Entonces… Connecticut.-Carraspea para seguir hablando. El muy pretenciosos lo hace siempre que quiere que su voz se escuche un poco más grave-. Que bien se escucha eso. Supongo que te gusta ese lugar ¿No?-Me pregunta y le da un último trago a su copa antes de ponerla en el suelo y seguir con la labor de doblar. Yo me rio para mis adentros ante tal pregunta. -¿Connecticut? No, por dios.-Le doy una sonrisa de medio lado y le lanzo unos pantalones de pijama para que los doble-. Me gustaría si fuese solamente con mis hermanos. Pero van mis padres con amigos que quieren hacer negocios con ellos. Y ya googlee a esa familia. Los hijos son literalmente tres personas que los criaron haciéndoles saber que el mundo es de ellos, o sea aburrido. Además solo habrá una persona contempor
CAPITULO 3.1 Enseguida tome mi peluche de tigre que estaba en mi mesa de noche y me acurruque entre sus brazos mientras él me abrazaba a mí y yo al peluche. Pensé que eso me ayudaría a olvidar los sentimientos encontrados que tengo hacia mi padre, pero no fue así. Algunas lágrimas salieron de mis ojos y yo seguía sollozando un poco. -Shhh. Tranquila, estoy aquí. Seré el bufón que haga reír a su reina. Sobre todo si el rey se porta mal y la hace llorar. Parecen palabras vagas del momento, pero ahora no lo veo así. Ahí Thomas me estaba confirmando que su acercamiento hacia mí sería el de un compañero, genuino, otra vez un amigo. Sin importar que el rey fuese otro. Pudo haber sido eso, o pudo haber sido el hecho de que Thomas se había ido un largo tiempo, y extrañaba a mi mejor amigo consolándome. Eso solo hace que mi corazón se estruje y que por inercia me acurruque más en su pecho. -Está bien, bufón.-Limpio una ú