El amanecer trajo consigo una sensación de urgencia. Clara se despertó con el sonido de la lluvia golpeando suavemente las ventanas, un recordatorio de que el tiempo apremiaba. Sabía que cada hora que pasaba era un paso más cerca de que Dorian lograra su objetivo. Con una determinación renovada, se vistió rápidamente, eligiendo ropa cómoda y resistente para la misión que les esperaba.Al bajar a la cocina, encontró a Lucien, quien estaba preparando café. La tensión entre ellos era palpable, pero también había un aire de complicidad que les daba fuerza.—¿Listo para el día? —preguntó Clara, intentando mantener un tono ligero.Lucien sonrió débilmente. —Listo para lo que venga. Debemos encontrarnos con Marco y los demás en una hora. Ya he organizado a un par de vampiros para que nos acompañen.Cuando llegaron al punto de encuentro, una antigua biblioteca en las afueras de la ciudad, Clara sintió un escalofrío recorrer su espalda. La biblioteca estaba llena de libros antiguos, algunos ta
Después de salir de las ruinas, Clara y su grupo se dirigieron a un refugio seguro que habían preparado previamente. Era un viejo monasterio abandonado, rodeado de densos bosques que proporcionaban un excelente escondite. Una vez dentro, Clara se sintió aliviada, pero la tensión seguía palpable.Al entrar en la gran sala del monasterio, con arcos altos y paredes de piedra desgastada, el grupo comenzó a examinar el artefacto que Clara había recuperado. Era una esfera brillante, cubierta de inscripciones en un idioma antiguo que resplandecía con luz propia.—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Alaric, sus ojos fijos en la esfera.—Debemos entender su poder —respondió Marco, mientras se acercaba a inspeccionarla—. Esta esfera podría ser la clave para derrotar a Dorian.Clara se acercó lentamente al artefacto, sintiendo una atracción inexplicable. La energía que había sentido en las ruinas aún latía dentro de ella. Al extender su mano, la esfera comenzó a brillar más intensamente.—Siento algo…
La oscuridad de la noche se iluminó con destellos de energía, mientras los vampiros de Dorian se preparaban para el combate. Clara sintió el pulso del artefacto a su lado, y la energía que emanaba de él la llenó de determinación. Era el momento de poner a prueba todo lo que había aprendido y demostrar su valía.—Recuerden, estamos en esto juntos —dijo Lucien, su mirada fija en el enemigo que se acercaba—. No podemos permitir que Dorian se apodere del artefacto. Clara, confía en tu conexión con él.Clara asintió, sintiendo una mezcla de miedo y emoción. Las palabras de Lucien la fortalecieron. Ella estaba lista para luchar, no solo por su clan, sino también por el vínculo que estaba forjando con él.Dorian, con su imponente figura y una sonrisa sarcástica, lideró a su ejército hacia el monasterio. Clara podía sentir la malevolencia que emanaba de él, como un depredador acechando a su presa.—Hoy será el final de tu linaje, Lucien. Este artefacto me pertenece —gritó Dorian, haciendo un
Con el resplandor del nuevo día iluminando el monasterio, Clara y su grupo comenzaron a evaluar los daños y las pérdidas sufridas durante la batalla. El campo de batalla, que antes había sido un lugar de caos y oscuridad, ahora se transformaba en un símbolo de esperanza y renacimiento.Mientras los vampiros se recuperaban y se unían en un esfuerzo conjunto para limpiar el lugar, Clara sintió la presencia de Lucien a su lado. Su aura era tranquilizadora, y a pesar de las heridas visibles en su cuerpo, su mirada reflejaba la determinación de un líder decidido a restaurar la paz en su clan.—Hoy hemos logrado lo que muchos consideraban imposible —dijo Lucien, su voz resonando con la intensidad de la victoria—. Pero aún queda mucho por hacer. Debemos unir fuerzas y reconstruir lo que se ha perdido.A medida que Clara ayudaba a su grupo, la realidad de la situación comenzó a asentarse en su mente. Muchos de los vampiros que habían luchado a su lado ahora llevaban marcas de la batalla. Algu
El día siguiente a la ceremonia de conmemoración trajo consigo un aire de esperanza renovada, pero también una creciente inquietud. Clara despertó en su habitación del monasterio, donde los rayos de sol se filtraban a través de las ventanas, iluminando el espacio con una calidez reconfortante. Sin embargo, a pesar de la luz del día, había un nublado presente en su mente.Clara se sentó en la cama, sintiendo la ausencia de Lucien a su lado. Desde que habían compartido su primer beso, las emociones se entrelazaban con la realidad, y la idea de su conexión la llenaba de alegría, pero también de preocupación. La victoria sobre el antiguo clan había dejado una huella, y el futuro seguía siendo incierto.Al levantarse, decidió que era hora de enfrentarse a la realidad. Había mucho trabajo por hacer para asegurar la estabilidad de su clan. Se vistió rápidamente y salió de su habitación, dirigiéndose hacia el centro del monasterio, donde sabía que Lucien estaría coordinando con los otros miem
El día de la reunión de clanes llegó. Clara despertó temprano, sintiendo la presión del evento que se avecinaba. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas, iluminando su habitación con un brillo cálido, pero el calor del día no podía desvanecer la inquietud que sentía en su interior. Sabía que la reunión no solo sería una oportunidad para establecer alianzas, sino también un momento decisivo para el futuro de su clan.Se levantó y se preparó con cuidado, eligiendo un vestido que reflejara tanto su fuerza como su vulnerabilidad: un elegante vestido negro que se ajustaba a su figura, con detalles plateados que resaltaban su belleza. Quería impresionar, pero también demostrar que estaba lista para ser parte de la conversación entre los clanes.Cuando llegó al lugar de la reunión, una antigua mansión que pertenecía a uno de los clanes más influyentes, Clara sintió una mezcla de nerviosismo y determinación. Lucien llegó justo a su lado, su presencia imponente llenando la habitaci
Los días siguientes a la reunión de clanes transcurrieron entre la tensión y el alivio. Clara se encontraba en un estado de reflexión constante, ponderando sobre los nuevos compromisos que habían surgido y la fragilidad de la paz lograda. Se había convertido en un pilar en la nueva dinámica del clan, y su conexión con Lucien se había profundizado. Sin embargo, había sombras en su corazón que no podía ignorar.Una noche, mientras Lucien se ocupaba en asuntos de clan, Clara decidió salir a caminar por los jardines de la mansión. El aire fresco de la noche la envolvía, y las estrellas brillaban como testigos silenciosos de sus pensamientos. Cada paso resonaba en el silencio, pero Clara no se sentía sola; había algo en el aire que la inquietaba.Mientras paseaba, sus pensamientos la llevaron a recordar su vida antes de conocer a Lucien, a las luchas de su infancia y las decisiones que había tomado. Era consciente de que su vida había cambiado drásticamente, pero las heridas del pasado tod
La sala estaba repleta de vampiros de diferentes clanes, cada uno con su propio poder y agenda. Clara sintió que la tensión era palpable, como un hilo tirante que podía romperse en cualquier momento. A su lado, Lucien mantenía una postura erguida, su mirada fija en el grupo que se congregaba en la mesa central.—Recuerda, Clara —murmuró Lucien, su voz suave pero firme—. Tu opinión es tan valiosa como la mía. No dejes que su presencia te intimide.Clara asintió, sintiendo que la determinación crecía en su interior. Era hora de mostrar a los demás que no era solo la "compañera" de Lucien, sino una líder a su lado. Sin embargo, las advertencias de Isabella retumbaban en su mente. Había un mundo de sombras que podrían amenazar su futuro, y ella no estaba dispuesta a ser una víctima.Cuando el líder del clan Cerberus se puso de pie para dar la bienvenida, el murmullo en la sala cesó. Era un vampiro alto, con una presencia imponente y un aire de superioridad que llenaba el espacio.—Bienven