Capítulo 44: Bebés en caminoUna tarde cálida; los rayas de sol cubriendo cada brecha que se encuentra a su paso. Una rosa roja saliendo del interior de las nubes y al compás de las hojas bailando cada uno de sus pétalos. Al tocar el verde pasto toda la naturaleza se empieza a marchitar…—¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!¿A quién en su sano juicio se le ocurre tener una alarma machuca oídos? Nada más que a la señorita Alicia Moretti.Abro uno de mis ojos a medias e intento llegar mis dedos hasta el ruidoso aparato, sin embargo, el sonido de la puerta ser abierta me hace retroceder la mano.—¿Qué quieres? —gruño con sueño. Es verdad que las cosas se pegan, ya parezco una pulgosa.—¡Ya es hora! —dice con una risita cómplice.—¿Hora de qué bruja?—¡De tu boda estúpida!¡Ay, mi boda! Me había olvidado completamente ¿Quién se olvida de su boda? La tonta de Alicia Moretti.—¿No me digas que te habías olvidado?—No.—Mentirosa.—Me acabas de decir segundos atrás que no te diga que se me olvidó.—Estúpid
45: Boda arruinada La clásica música de boda comienza a sonar al poner el primer pie dentro de la iglesia. Mi sobrina esparce pétalos al son de sus pasos. El cielo se encuentra gris con constantes relámpagos que lo hacen brillar.—Esos son los demonios tuyos que están peleando —susurra Elián en mi oído al escuchar un trueno. No le doy un reinicia Windows porque la iglesia se respeta.La catedral se encuentra repleta de invitados y eso que era algo sencillo. Al visualizar a delante mis ojos quedan hipnotizado con tal monumento de hombre. Ufff, me acaba de volver a mojar… ¡Digo a enamorar!—¿Esos pensamientos dentro de la iglesia?—¡Cállate subconsciente!—¿Con quién hablas? —cuestiona Elías.—Meditando —respondo con mi mejor sonrisa.Señor te pido perdón por cada uno de mis pecados.Al estar frente a Nicolás mis hermanos le brindan una mirada ruda y se van a sus asientos.—Estás única —murmura entre dientes con dos reflejos de luz en sus ojos.—Gracias, tú pareces pingüino —. Mmm, un
El orgullo es mi compañero y ser sumisa no entra a mi reino... Toca cada parte de mi cuerpo…, por mi vientre reparte una línea de besos. Es un deseo tan intenso que está encendiendo lo más profundo del infierno...Dio mio! (¡oh mi Dios!). Me despierto por la hermosa y tierna melodía de mi alarma a las 6:00 a.m. para entrar al colegio a las 8:00 a.m.—La vida de un estudiante —ironizo con mucha pereza mientras vuelvo a cubrir mi rostro con las cobijas.Estoy sudando, tener un sueño de tal grado a mi edad no es nada nuevo.Me levanto de la cómoda cama con más pereza que antes. Voy hacia al baño, me cepillo los dientes, y hago todas mis necesidades.Al entrar a la ducha se me olvida lo muy despistada que soy y tropiezo con mis piernas causándome un auto aterrizaje al suelo.—¡Bonito!Respiro profundo y me levanto con toda la paciencia del mundo: que es la que yo no tengo.Tomo una cantidad normal
—¡Al final llegas! Tenemos una milésima de años en espera por ti —exclama Melek con una pequeña sonrisa en su rostro. Es cierto que siempre llego tarde, pero aun así no tiene derecho a quejarse.—Y tú siempre con el mismo drama, respira que te vas a poner vieja —la recorro de pies a cabeza con una sonrisa de burla.—Sí, al fin, faltan 20 minutos para que toquen el timbre —murmura Elif.—Y después dicen que la dramática soy yo —tomo algunos libros de mi casillero, y les saludo con mi dedo corazón como de costumbre. Melek y Elif son bastantes exageradas, ellas dos emanan puro drama, no se puede negar que son hermanas. Tienen un aura de histéricas.La verdad es que les tengo pena a sus futuros hijos. Con una madre como ellas dos me suicido: Melek dijo que su hija se iba a casar a los 30 años y eso que ella todavía no tiene
Flashback—Señorita Romano póngase de pie y venga hacer la conversación —le regañó con voz fuerte la profesora a Bianca. ¡Uy! La maestra nos odia por ser unas habladoras.—Y usted señorita Moretti —giró su rostro hacia mí, estaba esperando una respuesta de mi parte.—Estúpida —susurré en bajo volumen.—¿Qué dijo señorita Moretti?—me preguntó con una cara de Maléfica.—Estup-estudiar le dije a Sara que debemos estudiar para aprender —¡Ja jajá!. Esa ni yo me la creía. Me levanté de la silla para hacer aquella estúpida conversación, como la profesora.—Hello (Hola) —me saludó Bianca.—Hi, How are you? (Hola &iq
Bianco se da cuenta de que ya me estoy empezando a incomodar y decide cambiar de tema.El tiempo pasa rápido y ya es hora de finalizar nuestro encuentro.—Arrivederci! —decimos en italiano al mismo tiempo. Despidiéndonos con una corta sonrisa.[…]Mi hermano Elías tiene una hija. Su madre la deja los fines de semanas en mi casa y adivinen: ¿Quién es la persona que la cuida? Pues su tía aquí presente. Es una niña llena de energía, tiene una sabiduría envidiable y peligrosa. La madre de mi sobrina al parecer fue violada por el diablo. Cuando a ella le entran sus ataques de ira es como si estuviese poseída por el mismísimo demonio. La palabra “no”, no entra en su diccionario. También creo que tiene más madurez que yo, aunque me duela admitirlo, eso da pena y bastante vergüenza que una niña de 6 años teng
El carácter de esta mujer es tan fascinante que me hace fantasear en un mundo solo con ella (sarcasmo), a esa chica hay que domarla y yo puedo ser la persona correcta. Por su vocabulario es el tipo de chica que no le importa decir lo que se le viene a la lengua y, aunque no tenga la razón, nunca va a decir lo contrario. Pero indagando en lo más profundo de sus ojos, puedo observar una chispa de misterio y un miedo no revelado. Tal vez utiliza su voz para esconder su debilidad. Curioso.—Espero no volver a cruzarme con usted Pulgoso —, me muestra su dedo corazón y mis amigos se empiezan a reír.—¡Qué acabas de decir! —exclamo fingiendo haber escuchado mal. Deja de observar a su sobrina y vuelve a centrar su atención en mí.—Además de perro, arrogante, egocéntrico...—Ya para... —no me deja terminar y me interrumpe.—Es sordo &m
—Es tan egocéntrico, patán, estúpido, engreído…—Gracias por tus insultos, pero no soy un estúpido y tampoco… —, no le doy tiempo a terminar de hablar y subo al ascensor con mi sobrina. Ahora hasta en voz alta pienso.—Tía ese hombre es tan guapo parece un Christian Grey —susurra mi sobrina con sus pequeñas mejillas sonrojadas. Tan solo un minuto ha pasado y tengo el mismo nivel de enfado, para ahora Patsy estar hablándome de ese grosero. Doy un fuerte suspiro antes de interrogarla:—¿Y quién es Christian Grey ? —le cuestiono cuando nuestras miradas se encuentran.—Es el hombre de la película que estaba viendo mamá. Donde él besa a una chica en el ascensor… —coloca su mano derecha en su mentón fingiendo estar pensando.—Aquel chico debería besarte como el guapo de C