–¿Me estás diciendo que Hugo…que él las…? –Tartamudeó Julia nerviosa y Abraham se giró para mirar el jardín.–No me gusta la idea de poner las manos en el fuego por nadie, pero hay algo en todo esto que me hace dudar de la culpabilidad de Torres. –Contestó Abraham y Julia lo miró con curiosidad y él continuó. – Las dos chicas tienen algo en común contigo Julia.–¿Y qué es Abraham? ¿Hugo?–No, lo que tenéis en común es la misma persona en la escena del crimen. –Contestó Abraham y se giró para mirarla a los ojos. –Tony Pujols.–¿Qué quieres decir Abraham, no entiendo?–Esta información no salió en el juicio de Hugo Torres, pero las dos chicas fueron violadas en distintas ocasiones y lugares, pero su testimonio coincide en una cosa. Ambas despertaron en una cama desnudas, sin recordar nada y se encontraron con la misma persona que se ofreció a ayudarlas, diciendo que las habían violado Hugo Torres y también las animó a denunciarlo públicamente, pero el nombre de esa persona que las ayudó
–¿Entonces usted se hará cargo de contratar la nueva empresa que se encargará de la limpieza del hotel de Málaga? –Preguntó Jessica la secretaria de Felipe, casi corriendo detrás de él intentando apuntar todo lo que le iba diciendo Felipe.–Así es Jess, tenemos una empresa subcontratada en ese hotel y la estuve investigando, tienen mujeres extranjeras trabajando para ellos en muy malas condiciones y esto es algo que no pienso tolerar. –Contestó Felipe disgustado, porque después de haber conocido a Kelly entendió que había personas que se aprovechaban de mujeres como ella, que estaban vulnerables necesitando un trabajo. –Ya los he denunciado y ahora quiero otra empresa que si es posible contrate a estas mujeres que se quedarán sin trabajo cuando empiecen a investigar su empresa.–¡Escuché hablar de una hace un par de meses señor! –Afirmó la chica y Felipe la miró con curiosidad sin dejar de caminar. – Es una empresa nueva, pero dicen que son muy eficientes y que la CEO es muy justa con
El desespero de Julia en aquel momento afectó a todos los que estaban a su lado. Ver a Hugo caer en el medio del campo de fútbol la desestabilizó, dejándola con el corazón en la mano. Julia ya había vivido una situación parecida cuando él se había lesionado en Alemania, pero aquello era mil veces peor, por unos minutos pensó que podría llegar perderlo. Julia asistió por la televisión cómo la asistencia médica se lo llevaba del césped para seguir atendiéndolo, los jugadores abandonando el campo de fútbol en solidaridad a Hugo y el narrador anunciando que el partido quedaba suspendido por una emergencia médica, todo lo que había visto la dejó aterrada.Entonces Julia pensó en Iker, en que ella no había permitido que Hugo cargará a su hijo en brazos y se llevó las manos a la boca para ahogar un sollozo mientras que Abraham se acercaba a ella para consolarla junto con María Eugenia.–¡¡Tranquila Julia, debes estar tranquila!!–Pedía Abraham abrazándola, pero Julia estaba angustiada y no p
Julia caminó hasta la entrada del hospital dejando a Felipe solo en el aparcamiento con sus demonios, pero un poco más aliviado después de haber confesado sus pecados.Julia todavía no podía creer que todo lo que habían pasado era por culpa de Felipe, por sus mentiras y pensó que él ni siquiera se imaginaba que por sus actos había perdido la oportunidad de ser padre, porque Kelly no pensaba permitir que Felipe fuera parte de la vida de Zoe. Mientras caminaba por el hospital Julia pensó en la confesión de Felipe y entre todo lo que le había dicho algo quedó muy grabado en su cabeza.Julia estaba esperando el ascensor y cuando las puertas se abrieron salió Abraham de él, parecía preocupado y ella pensó que seguramente estaría buscándola.–¿Dónde estabas Julia? –Preguntó Abraham mirándola directamente a los ojos, porque en su mirada había algo extraño era como si hubiera acabado de descubrir algo importante.–Adela Valverde fue la que entregó las fotos que me hicieron con Tony, creo que
No había nada que le volviera más loco a Hugo que estar encerrado en un hospital, pero tampoco podía decir que estaba deseando volver a su casa, porque sabía que allí no había nada para él.–El doctor dice que volverás a jugar hijo, que con el desfibrilador que te han implantado volverás a tu vida normal, pero con ciertos cuidados. –Habló Diego para intentar reconfortar a su hijo, pero Mercedes le dio un codazo suave y levantó la cabeza señalando a Hugo para que se fijará bien en lo triste que estaba.Hugo estaba mirando por la ventana perdido en sus pensamientos, estaba claro que volver a jugar era lo último que le importaba en aquel momento.–¿De verdad estuvo aquí papá? –Preguntó Hugo sin apartar la vista de la ventana.–Sí, Julia estaba aquí y solo se marchó después de estar segura de que estabas bien. –Habló Diego acercándose a él.–¿Te dijo algo sobre mi hijo papá? ¿Iker está bien? –Preguntó Hugo girando la cabeza para mirar a su padre y lo vio asentir sacando el teléfono móvil
Al día siguiente Julia estaba mirando por la ventana de la biblioteca, observando la entrada con expectación porque Hugo estaba a punto de llegar para visitar a Iker.–¿Estás bien con esto de que Hugo participe en la vida de Iker? – Preguntó Abraham acercándose a la ventana y Julia asintió.–¡Sí Abraham, ya tomé la decisión! Cuando Hugo sufrió el paro cardíaco nada me asustó más que imaginar que podía haber fallecido sin poder estar con su hijo. –Murmuró Julia viendo a Hugo aparcar en la entrada de la mansión una camioneta. Julia no pudo evitar reírse cuando Hugo se bajó del coche y abrió el maletero, sacando varios regalos de dentro mientras que Cristóbal se acercaba para ayudarlo y Laura tenía a Iker bien abrigado en sus brazos, el niño comenzó a mover las manitas en la dirección de Hugo al ver tantos regalos, hasta parecía saber que eran para él. Laura le entregó el niño a Hugo que se derritió con su hijo en brazos mientras que el ama de llaves le iba guiando hasta una zona cubie
Hugo miró a su madre atentamente y se dio cuenta de que algo no estaba bien, así que se acercó a ella y sinitó el olor a alcohol, que desprendía de Adara. Hugo pensó en salir de la habitación para buscar alguna enfermera, que le pudiera explicar porque su madre estaba en aquel estado, pero las palabras de Adara lo hicieron detenerse.–¡No hay nada de lo que me arrepienta más en esta vida que haberte parido, maldit* malagradecido! –Exclamó Adara intentando enfocar la vista para verlo bien.–No estás bien ahora mismo, así que será mejor que te calles. –Habló Hugo mirándola enojado girándose hacia la puerta.–Pues estaba perfectamente cuando empujé a tu zorra por las escaleras, tenía que haberlo hecho con más fuerza, porque me pareció muy poco mandarla al hospital me hubiera dado por satisfecha si hubiese terminado en el cementerio. –Habló Adara riéndose con malicia y Hugo se quedó pálido.–¡¡¡¿De qué mierd* estás hablando Adara?!!! –Exclamó Hugo girándose con brusquedad para verla.–¡¡L
Julia caminaba por el salón de la gala saludando a todos los invitados, intentando recordar el nombre de cada uno de ellos y tratando de ser la gran anfitriona que todos esperaban que fuese aquella noche. Ella intentaba disimular su nerviosismo, por tener que realizar aquella gala sola, sin tener a su abuela cerca para ayudarla. María Eugenia había decidido quedarse en la mansión con los niños y Aurora, para darle a Julia todo el protagonismo de la noche y la oportunidad de demostrar que podría manejarse sola en sociedad. De repente alguien tiró de Julia que ahogó un grito de susto cuando vio quien era. –¡Abraham! –Exclamó Julia mirándolo con el ceño fruncido mientras que él tiraba de ella para bajar por las escaleras que los llevaba hasta el jardín del palacio. –¿Qué crees que estás haciendo? –¡Sacando a la anfitriona de la gala para que pueda respirar! –Afirmó y la vio poner los ojos en blanco. –Tengo que hacerlo antes de que los invitados empiecen a darse cuenta de que estás de