Felipe se pasó por la habitación de Kelly para verificar si seguía durmiendo. Dejó sobre el tocador una lista con los contactos de varios periodistas y unas cuantas instrucciones, ya que Kelly se había ofrecido para ayudarlo a organizar la rueda de prensa, y aunque no quería agobiarla necesitaba toda la ayuda posible y ella ofrecía la suya de corazón. Felipe la miró por unos minutos, suspiró y después se marchó.El representante fue al hospital y antes de ver como se encontraba Hugo, tuvo una pequeña reunión con el traumatólogo que estaba atendiendo a su amigo. Cuando terminó con el doctor se dirigió a la habitación de su amigo encontrándose con Diego por el pasillo. Los dos entraron a la habitación sin avisar y vieron una escena que les resultó muy tierna y graciosa.Julia estaba de pie al lado de la cama de Hugo, le daba de comer en la boca como si fuera un niño. Hugo al verlos casi se atragantó con el pedazo de tortilla y Julia le sirvió un vaso de agua mientras que su padre y su
Tres semanas después.–¡¡No entiendo nada!!¿Por qué María de los Dolores acepta ser humillada de esa forma por Carmina Fuentes Leal? –Preguntó Hugo indignado asistiendo una telenovela que Julia lo obligaba a ver con ella a cambio de seguir durmiendo con él.–Porque está enamorada de Juan Andrés, y es capaz de soportar lo que sea para estar con su amor. –Explicó Julia por milésima vez porque Hugo no dejaba de preguntar cosas cada vez que se tumbaban en la cama para ver la telenovela.–¡¡Pero si solo se ha acostado con Juan Andrés Fuentes Leal en la noche de bodas!!¡¿Cómo va a estar enamorada de un hombre con el que solo ha follado una vez?!¡¡Y encima está embarazada ya, un polvo y ya salió preñada la chica, así porque sí!!¡Eso no tiene sentido! –Vociferó molesto y Julia empezó a reírse.–¿Por qué dices el nombre completo de los personajes cada vez que los mencionas? –Preguntó Julia con curiosidad agarrando unas palomitas para llevarse a la boca.–Porque lo hacen todo el tiempo en la te
–¿Qué estás haciendo aquí Felipe? –Preguntó Kelly dejando a Lore sorprendida al ver que su amiga conocía al dios griego que había entrado en su local de trabajo. –Mmm bueno…yo…yo estaba pasando por aquí…y pensé que podría…tomar un café. –Balbuceó Felipe nervioso sin saber que decirle. –¿Cómo sabías dónde encontrarme? – Preguntó Kelly llevándose las manos a su cintura frunciendo el ceño, mientras que Lore abandonaba su estado de aturdimiento para recoger los cristales de la taza que había roto. –¡Le pregunte a Julia y ella me dio el nombre del bar! –Contestó Felipe acercándose a ella y Kelly resopló con fastidio porque no podía culpar a su amiga, ya que ella no sabía lo que había pasado entre ellos, así que se dio la vuelta y se puso detrás de la barra del bar para mantener la distancia entre ellos dos. –No te quiero molestar mucho Kelly, solo quería saber cómo estabas. –Aclaró mordiéndose los labios con ansiedad. Kelly lo miró con desconfianza y después se fijó en su compañera rec
Con cada gemido de Julia una vena del miembro de Hugo se hinchaba provocando una erección bestial en él. Él se acercó a ella intentando controlar su excitación y rozó la nariz en la mejilla de Julia. –Avisé que te ayudaría a terminar si esto volvía a pasar y pienso cumplir con mi palabra. –Susurró Hugo en el oído de Julia mientras deslizaba el brazo por debajo de ella para abrazarla pegando su espalda contra su pecho y ella se despertó. –Hugo…–Gimió Julia abriendo mucho los ojos mirándolo asustada. –Déjame ayudarte, necesitas terminar y yo necesito sentir como te corres. –Murmuró Hugo con la voz ronca agarrando su rostro con la mano que tenía libre para lamer sus labios. –No…no podemos…–Balbuceó la chica nerviosa intentando apartarse de él, pero Hugo la tenía aprisionada. –No quiero esto, no es lo correcto. –Murmuró respirando su olor que la hacía enloquecer. –Puede que no sea lo correcto, pero sí que lo quieres, lo estás deseando Julia. –Gimió Hugo enterrando su cara en el cuell
–¿Puedes prometerme que no me harás daño? – Suplicó Julia con los ojos empañados y el corazón en la garganta mirando a Hugo que estaba metido entre sus piernas acariciándola sin apartar la vista de sus ojos.–Te puedo prometer que no le haré daño a tu corazoncito, pero no puedo decirte lo mismo del resto de tu cuerpo. –Murmuró Hugo y ella lo miró con incomprensión.–¿A qué te refieres Hugo? –Preguntó Julia con expectación mientras que él solo podía fijarse en sus labios entreabiertos.–Pues que quiero hacerte daño y a la vez matarte de placer. Tengo tantas ganas de hacerte mía que estoy seguro de que no seré capaz de controlar mi lado más primitivo. –Suspiró apretando los muslos de Julia y deslizó sus manos hasta meterlas por debajo de su trasero para alzarla y después meterla en la piscina junto a él. Julia se llevó una mano a su boca para ahogar un grito cuando sintió el agua tocar su piel, y Hugo la abrazó con un gesto posesivo pegando su frente a la de ella.–Acabo de confesar lo
–¡¡FELIPE PARA POR EL AMOR DE DIOS!!¡¡PARA O LO VAS A MATAR!!–Gritó Kelly desesperada mientras que Felipe golpeaba a su jefe incansablemente. Ella quería llegar hasta él para apartarlo de Genaro, pero un cliente la sujetaba.Felipe estaba en colera, su único deseo en aquel momento era ver correr la sangre de Genaro. Kelly le pisó el pie al cliente que la agarraba por la cintura para que la soltará. sabía que el hombre solo quería ayudar, pero necesitaba llegar a Felipe para detenerlo antes de fuera demasiado tarde.Ella sintió miedo porque solo lo había visto así una vez. Cuando estaba trabajando en una discoteca de Madrid y un hombre intentó abusar de ella en baño de las señoritas, en ese momento Felipe y ella no se conocían, pero él la defendió con la misma fiereza que lo estaba haciendo en aquel momento. Kelly se acercó con cuidado llamando por él y le toco el hombro con precaución para no recibir un golpe también.–¡FELIPE PARA POR FAVOR!¡YA BASTA! –Exclamó Kelly y Felipe la miró,
–¿No habéis vuelto a saber de ella? –Preguntó Kelly dejando una carpeta con los documentos que Felipe le había entregado sobre la mesita de centro. – Ya ha pasado un mes desde qué Hugo la echó de aquí, según me lo habías contado tú. –Murmuró con curiosidad mirando a su amiga que estaba sentada a su lado en el sillón del salón de la mansión de Hugo. –La verdad es que no Kelly, y Hugo no quiere hablar sobre ella. –Contestó Julia probando la limonada que Merche había preparado para ellas. –Pero aun con esa señora lejos de aquí no me siento tan tranquila, su presencia aquí no me hacía estar cómoda, pero su lejanía me tiene ansiosa, no confío en ella. –Confesó y Kelly pudo notar la preocupación en su voz. –¿Piensas que esa mujer puede intentar armar algún escándalo contra Hugo? –Indagó Kelly y Julia la miró pensativa y pasó saliva, porque con lo poco que había visto de Adara ya sentía que era una mujer resentida capaz de hacer cualquier cosa para lograr sus objetivos. –Espero que no, por
Estar completamente desnuda, acostada sobre una cama con las piernas abiertas y dobladas mientras que, un dios como Hugo Torres lamía su clítoris en medio de uno de los estadios más famosos del planeta tenía que ser para Julia algo memorable, inolvidable, extraordinario excepcional y todo lo que sigue.Hugo tenía las manos en su trasero, apretando sus nalgas con fuerza para exhibirla todavía más para él porque quería alimentarse de su sexo empapado hasta la saciedad. Julia ya se había corrido una vez y la pequeña perla hinchada que él torturaba con su lengua era la prueba de su reciente orgasmo, pero Hugo necesitaba más. Él quería tener la certeza de que a partir de ese momento Julia sería suya para siempre.Julia gemía agarrando la cabeza de Hugo para presionarla más en su intimidad, sus gemidos pasaron a gritos cuando otro orgasmo atravesó su cuerpo nublando por completo sus sentidos y se entregó al intenso placer. Hugo sintió el temblor de sus piernas y succionó su clítoris mientra