Julia aún medio dormida abrazó la almohada que estaba impregnada con el perfume de Hugo. Respiró profundamente, restregando su cara en ella inconscientemente. Hasta que recordó donde estaba y se sobresaltó, pero se sintió aliviada al ver que estaba sola en la cama. Sería vergonzoso que Hugo la viera agarrando su almohada, ronroneando como una gata en celo. Miró alrededor y pensó que Hugo ya se había levantado, para ir a la ciudad deportiva a entrenar. Se paró de la cama mirándose en el espejo, recogió su cabello en una coleta con una goma de pelo que tenía en la muñeca y se dirigió al baño. Cuando se acercó a la puerta que estaba cerrada escuchó un ruido dentro del baño. Estiró la mano para abrir la puerta, pero esta se abrió de repente y Hugo salió del baño desnudo con el cuerpo mojado secando sus cabellos con una toalla negra. –¡¡AVE MARÍA PURÍSIMA!!–Julia gritó mirando la entrepierna de Hugo, porque podía jurar que sus ojos estaban viendo en él tres piernas en lugar de dos. –¡S
Hugo entró a su despacho con Adela, caminó hasta su escritorio y se sentó en la silla que había detrás de él. Apoyó los codos sobre la mesa y entrelazó sus dedos mirando a la mujer que tenía delante con el rostro impávido. Adela se soltó el moño moviendo sus cabellos rojizos con lentitud, y Hugo suspiró con cansancio deseando que aquel encuentro terminará lo antes posible.–Dime, ¿Sobre qué querías hablar exactamente? ¿Quieres una exclusiva o algo sobre el documental? –La apremió Hugo, y Adela puso un puchero haciéndose la ofendida, por ser tratada con tanta frialdad.–Me gustaría ser primera en entrevistarte, después del estreno del documental. –Murmuró su pedido con una voz suave cruzando las manos sobre sus piernas.–Acaban de empezar a grabarlo, no tiene ni siquiera una fecha de estreno. Así que no puedo prometerte nada. Sí era sobre eso que querías hablar...–No Hugo, no era solo por eso. –Afirmó levantándose de la silla y dando la vuelta a la mesa para acercarse a Hugo. –Te echo
Hugo estaba parado delante de su cama observando a Julia dormir. Ya estaba debidamente vestido con el traje que solía utilizar para llegar a los partidos oficiales, pero antes se vio en la necesidad de caminar hasta el lado derecho de la cama donde estaba durmiendo Julia, bajar su cabeza e inhalar el maravilloso olor que desprendía de los cabellos de la chica.–Gracias a ti siento que, por primera vez, mi cumpleaños es un día especial. –Susurró Hugo y dejó un beso en la cabeza de Julia. Agarró su maleta sacó su teléfono móvil para enviar un mensaje a su representante y se marchó.Media hora después Julia se despertó preparando todo lo necesario para el viaje, con la ayuda de Mercedes. Felipe no tardó en llegar para que fueran con él al aeropuerto donde Diego ya los esperaba. Se montaron en su coche y se fueron directo al aeropuerto Barajas-Adolfo Suárez.Felipe los acompañaba porque era mejor no dejar a Julia sola en situaciones como esa todavía, porque la prensa la acosaba constantem
Julia caminaba de un lado a otro por el pasillo del Hospital Munchen Klinik Bogenhausen cerca de la habitación donde se encontraba Hugo. Estaba con la cabeza bajada mirando cada paso que daba con sus pies descalzos, mientras que en una mano sujetaba sus sandalias.Al darse la vuelta se encontró con un par de deportivas delante de ella, levantó la cabeza encontrándose con la mirada preocupada de Felipe que las sujetaba.–Toma, perdón que tardará tanto en conseguirte un par de deportivas. Ya han pasado varias horas desde que Hugo llegó al hospital y tú sigues así. –Se disculpó Felipe con pesar, mirando los pies Julia.–No te preocupes, ahora mismo esto no es importante, ¿Cómo está Hugo? –Preguntó Julia preocupada mirando la puerta de su habitación.–¡Está hundido! Me gustaría decirte otra cosa, pero esa es la verdad. Creo que jamás en tantos años de amistad, lo había visto así. –Contestó el representante bajando la cabeza con tristeza.–¿Tan grave ha sido la lesión? –Julia preguntó llev
Felipe se pasó por la habitación de Kelly para verificar si seguía durmiendo. Dejó sobre el tocador una lista con los contactos de varios periodistas y unas cuantas instrucciones, ya que Kelly se había ofrecido para ayudarlo a organizar la rueda de prensa, y aunque no quería agobiarla necesitaba toda la ayuda posible y ella ofrecía la suya de corazón. Felipe la miró por unos minutos, suspiró y después se marchó.El representante fue al hospital y antes de ver como se encontraba Hugo, tuvo una pequeña reunión con el traumatólogo que estaba atendiendo a su amigo. Cuando terminó con el doctor se dirigió a la habitación de su amigo encontrándose con Diego por el pasillo. Los dos entraron a la habitación sin avisar y vieron una escena que les resultó muy tierna y graciosa.Julia estaba de pie al lado de la cama de Hugo, le daba de comer en la boca como si fuera un niño. Hugo al verlos casi se atragantó con el pedazo de tortilla y Julia le sirvió un vaso de agua mientras que su padre y su
Tres semanas después.–¡¡No entiendo nada!!¿Por qué María de los Dolores acepta ser humillada de esa forma por Carmina Fuentes Leal? –Preguntó Hugo indignado asistiendo una telenovela que Julia lo obligaba a ver con ella a cambio de seguir durmiendo con él.–Porque está enamorada de Juan Andrés, y es capaz de soportar lo que sea para estar con su amor. –Explicó Julia por milésima vez porque Hugo no dejaba de preguntar cosas cada vez que se tumbaban en la cama para ver la telenovela.–¡¡Pero si solo se ha acostado con Juan Andrés Fuentes Leal en la noche de bodas!!¡¿Cómo va a estar enamorada de un hombre con el que solo ha follado una vez?!¡¡Y encima está embarazada ya, un polvo y ya salió preñada la chica, así porque sí!!¡Eso no tiene sentido! –Vociferó molesto y Julia empezó a reírse.–¿Por qué dices el nombre completo de los personajes cada vez que los mencionas? –Preguntó Julia con curiosidad agarrando unas palomitas para llevarse a la boca.–Porque lo hacen todo el tiempo en la te
–¿Qué estás haciendo aquí Felipe? –Preguntó Kelly dejando a Lore sorprendida al ver que su amiga conocía al dios griego que había entrado en su local de trabajo. –Mmm bueno…yo…yo estaba pasando por aquí…y pensé que podría…tomar un café. –Balbuceó Felipe nervioso sin saber que decirle. –¿Cómo sabías dónde encontrarme? – Preguntó Kelly llevándose las manos a su cintura frunciendo el ceño, mientras que Lore abandonaba su estado de aturdimiento para recoger los cristales de la taza que había roto. –¡Le pregunte a Julia y ella me dio el nombre del bar! –Contestó Felipe acercándose a ella y Kelly resopló con fastidio porque no podía culpar a su amiga, ya que ella no sabía lo que había pasado entre ellos, así que se dio la vuelta y se puso detrás de la barra del bar para mantener la distancia entre ellos dos. –No te quiero molestar mucho Kelly, solo quería saber cómo estabas. –Aclaró mordiéndose los labios con ansiedad. Kelly lo miró con desconfianza y después se fijó en su compañera rec
Con cada gemido de Julia una vena del miembro de Hugo se hinchaba provocando una erección bestial en él. Él se acercó a ella intentando controlar su excitación y rozó la nariz en la mejilla de Julia. –Avisé que te ayudaría a terminar si esto volvía a pasar y pienso cumplir con mi palabra. –Susurró Hugo en el oído de Julia mientras deslizaba el brazo por debajo de ella para abrazarla pegando su espalda contra su pecho y ella se despertó. –Hugo…–Gimió Julia abriendo mucho los ojos mirándolo asustada. –Déjame ayudarte, necesitas terminar y yo necesito sentir como te corres. –Murmuró Hugo con la voz ronca agarrando su rostro con la mano que tenía libre para lamer sus labios. –No…no podemos…–Balbuceó la chica nerviosa intentando apartarse de él, pero Hugo la tenía aprisionada. –No quiero esto, no es lo correcto. –Murmuró respirando su olor que la hacía enloquecer. –Puede que no sea lo correcto, pero sí que lo quieres, lo estás deseando Julia. –Gimió Hugo enterrando su cara en el cuell