Con rapidez Guillermo, logró sostenerla, evitando que su hermana, se impactara contra el suelo, la sujetó con fuerza y la llevó hacia uno de los sillones, donde la recostó con suavidad.— ¿Por qué viene así? —indagó Isabella asustada. — ¿Qué le ocurrió?Guillermo estaba por explicarle, pero se dio cuenta de la presencia de María, quien estaba impactada al ver caer de esa forma.—La niña. —Señaló con la mirada hacia el comedor, entonces Isabella sacudió la cabeza, ya que por un momento, se le había olvidado que estaba ahí.— ¿Se murió mi tía? —preguntó María con la voz afligida.—No, no cariño, cálmate. Tú tía se pondrá bien, te lo prometo. —Se acercó para abrazarla, decidió esperar solo a que reaccionara, para llevarla acostar.Después de unos minutos en los que Guillermo, pasó un algodón con alcohol, comenzó a reaccionar su hermana.— ¿Qué pasó? —preguntó al ver el rostro afligido de él.—Te desmayaste —explicó con serenidad, no pudo evitar acariciar una de sus mejillas.—Ya me sient
Isabella se aferró con fuerza al abrazo de Guillermo, estaba muy afectada de enterarse lo cerca que Mason estaba de ellos, sin imaginarselo, sin lugar a dudas, tuvo el tiempo de planearlo todo, pero ¿qué era lo que buscaba al seducir a su cuñada? Un fuerte escalofrío la recorrió.—Ese hombre es muy peligroso, tienes que creernos, no tenemos por qué mentirte, está acostumbrado a tener todo lo que quiere.Limpió sus lágrimas y observó a su cuñada, no sabía qué pensar, ni qué decir, pues ellos conocían la situación que llevaba con Mason, sabían que no era del todo feliz, porque ni ella misma tenía la certeza del tipo de relación que tenían, su forma tan extraña de comportarse, la llenaba de dudas, al parecer comenzaban a disiparse, haciendo que el castillo de arena que había construido, se fuera cayendo a pedazos, con un simple temblor.— ¿Y si es verdad que se enamoró de mí? Quizás desee cambiar, porque me ama —chilló—, todos merecemos una segunda oportunidad.Isabella y Guillermo se m
Después de aquel día, Guillermo solicitó que reforzaran la vigilancia, no se sentía tranquilo luego de que Mason estuvo más cerca de lo que se imaginaron, para su fortuna supieron que había salido del país, eso le dio un mayor respiro. Habían pasado dos meses desde lo sucedido y casi todo había vuelto a la calma, a excepción del corazón de su hermana, esperaba que con el tiempo lograra sanar sus heridas.Ingresó a su apartamento, intentando no hacer ruido, regresaba de una reunión social con sus mejores amigos, eran cerca de las once de la noche. Camino sigilosamente hacia la cocina y encendió la cafetera, además de buscar un panecillo para comer, a pesar de haber cenado, sintió antojo de algo dulce.Tomó asiento en uno de los taburetes y sacó su móvil, al escuchar que vibraba, arrugó el ceño, al leer un mensaje de texto, de uno de sus socios de la firma:“Se rumora que la firma Weber, está por firmar una sociedad con los abogados P&P”.Ladeó los labios y bufó, sabía que si lo hacían,
— ¡No puede ser! —expresó la chica y se cubrió los labios con una de sus manos, para mitigar el sollozó que estaba a punto de salir de su boca. Dejó aquella prueba y tomó la segunda, que se había realizado, necesitaba comprobarlo, quizás, era un error, gruesas lágrimas deslizaron sin previo aviso al ver que tenía el mismo resultado que la anterior. No había duda, el resultado era positivo, estaba embarazada.Sintiendo que sus piernas le fallaron, se recargó sobre uno de los muros y se dejó caer hasta llegar al suelo, flexionó sus piernas y las abrazó. Estaba tan abatida, sintiéndose terriblemente mal, siempre fue una mujer cuidadosa en su vida íntima, nunca creyó que con tanta facilidad se dejara embaucar.— ¿Qué explicación les darás? —se preguntó, hundiendo más su rostro entre sus piernas.***Buscando que Isabella disfrutara del momento de intimidad que estaban viviendo, debido a que estaba a punto de llegar al octavo mes de embarazo, la pareja buscó las posturas que fueran más cóm
Por la mañana lo primero que Guillermo hizo, fue cancelar las citas que tenía hasta el medio día. Se sentía preocupado por aquel mensaje que le había dejado Mel, no podía sacarlo de su cabeza, le solicitó a Isa que las reagendara para otro momento.Entre los dos prepararon el tradicional desayuno americano de huevos estrellados con un poco de tocino y se sentaron en compañía de María.— ¿Quieres que vaya a la cita del colegio y tú te vas con tu hermana? —Isa preguntó al ver que se encontraba disperso.—No, también me interesa conocer el colegio para María.—Pero yo no quiero ir a ninguna escuela —expresó de inmediato—, aquí estoy muy bien.—Estoy segura que te encantará asistir al colegio —Isabella comentó de inmediato y acarició su mejilla.La pequeña hizo un puchero y cruzó sus brazos.—No quiero ir a ninguna escuela.—Te vas a perder de hacer muchos amigos, con ellos podrás salir a jugar, además que aprenderás cosas nuevas —intervino Guillermo saliendo de su ensimismamiento.María
Tres semanas después. El sábado por la mañana, se dirigieron a la casa de campo de los padres de Guillermo, para celebrar el baby shower que Virgine había organizado. El lugar era uno de los que más le gustaban a él, pues cuando era niño, lo llevaban a pasar los fines de semana, buscando alejarse de todo y disfrutar de la naturaleza.Al entrar al lugar, Guillermo se quedó sin palabras, pues estaba completamente remodelado y modernizado, ya no había estructuras de madera, ahora el lugar estaba construído con arquitectura moderna, usando muros de concreto y grandes ventanales, que permitían que entrara la luz por todo el lugar.—Esto no es ni la sombra del lugar en donde vacacionamos años atrás —expresó con sorpresa.—Eso te pasa por no venir con frecuencia a este lugar. —Guiñó un ojo divertida su mamá—. Bienvenidas —dijo a Isabella y María.—Gracias —contestaron ambas al mismo tiempo, entonces María observó hacia el amplio jardín en donde se lograba ver la palapa decorada con globos d
Con una mirada dura, una que jamás habían visto en él y con largas zancadas, se interpuso entre Victoria y su familia. Su pecho ardía de lo enfurecido que se sentía, tanto, que no se dio cuenta en qué momento soltó las cosas que llevaba sosteniendo entre sus manos. Fue tan grande la impresión que se llevó al ver a esa mujer, cerca de ellas, que en lo único que pudo pensar fue en protegerlas, olvidándose de todo.Al escuchar aquella masculina voz, que evidentemente irradiaba furia, Victoria volteó a ver a Guillermo, apreciando los angulosos rasgos de su rostro, que anunciaban a simple vista, peligro. De no ser, porque se encontraba resguardada por sus escoltas, hubiese retrocedido de inmediato, pero no lo hizo, contuvo el aire para disipar el escalofrío que la recorrió, anulando el atisbo de temor que se asentó en la boca del estómago. Al contrario, irguió su robusto cuerpo y elevó la cabeza con altivez, intentando denotar dominio y poder.Guillermo no pudo evitar hacer una mueca, al p
Guillermo caminaba a grandes pasos, intentando llegar a su vehículo, el cual Bruno su chofer, ya lo había acercado a la entrada del centro comercial. Su corazón latía acelerado, al ver como Isa, presionaba con fuerza los párpados y tocaba su vientre, presionando con fuerza sus labios.—Resistan —suplicó en su interior. Al ponerla de pie para que ingresara a la camioneta, Isabella abrió los ojos de par en par y se llevó ambas manos a su boca. — ¿Qué ocurre? —preguntó lleno de temor.—Se me rompió la fuente —anunció con voz temblorosa.Observó hacia el suelo, sintiendo que la respiración se agitaba, al ver mojado.— ¡No puede ser! —exclamó angustiado, se acercó a ella, para ayudarla a subir a la camioneta—, todo va a estar bien —mencionó al tiempo que se acercaba para depositar un breve beso sobre su frente.En cuanto subieron a la SUV, Bruno salió del centro comercial, intentando sortear el tráfico de la ciudad.— ¿Se van a poner bien mi hermanito y mi mamá? —preguntó Maria, sentada en