Capítulo 1153
Juliana inmediatamente levantó las manos y dijo en tono tranquilizador: —Está bien, señora Torres. Me callo.

Se apoyó silenciosamente en el asiento trasero del carro, tratando de mantenerse lo más lejos posible del cuchillo que sostenía Susana.

Aunque el chofer no tenía mucho contacto con Juliana, l
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