No importaba cuántas veces Emiliano intentara llamar o enviar mensajes a Juliana, nunca hubo respuesta alguna.Era evidente que ella no quería tener nada que ver con él.Así, la alegría que había surgido por la llamada que fue respondida se desvaneció poco a poco, dejando solo resentimiento y una se
—No tenía otra opción que llamarte. Debes haber visto las noticias, Camila tuvo un accidente automovilístico. Desde que la trajeron al hospital ayer, aún no ha salido de peligro. Emiliano, aunque lo que pasó con la boda fue culpa de Camila, ustedes estuvieron juntos muchos años, ¿no es así? ¿Podrías
Como un sospechoso de crimen que de repente presenta pruebas y se entrega ante el juez.Esa frase "ya lo sabes todo" cayó como un martillo pesado en el corazón de Emiliano.Descubrir inesperadamente que había sido engañado era, después de todo, menos impactante que la admisión directa de la persona
En la pequeña canasta solo había un par de peras, claramente recién recolectadas, justo cuando Juliana y Sonia llegaron.—Vine a verte a ti y a Ánsar después del desayuno.Juliana, siempre dulce, abrazó a señora Lago y pellizcó las mejillas de Ánsar.También presentó a Sonia a Antonia.—Ella es mi n
Al pensar que esta era la chica que le gustaba a su hijo, Antonia ya consideraba a Sonia como su futura nuera en su corazón, y no pudo evitar querer conocerla más, acercándose a ella.Sin embargo, Sonia se sintió algo incómoda bajo esa mirada directa y amable.—Señora, me temo que no es apropiado qu
—No, Sonia y Ánsar se llevan bastante bien, no dijeron nada más —Juliana miró hacia atrás por un momento, ocultando el significado profundo en sus ojos.—Además, ¿para qué le preguntaría a Ánsar? Aún no has aceptado casarte con él, así que ¿por qué tendría prisa en preguntar sobre Ánsar? Solo era cu
Gabriel retiró sus dedos de los documentos en el tablet, golpeando la mesa lentamente. Sin prisa por hablar, simplemente observaba el documento, con un ritmo constante en sus golpeteos.Ese sonido, como el tañido de una campana que llama a alguien al infierno, aumentaba la ansiedad de Alejandro. Pen
—No, no, ¡quiero irme ahora!— Alejandro se dio cuenta de que algo iba mal, con la garganta seca, intentó abrir la puerta a la fuerza.La puerta de la oficina del CEO estaba hecha de un material especial; el vidrio unidireccional permitía ver hacia afuera, pareciendo frágil, pero en realidad era difí