Capitulo 31

Mis padres, mi tía, Lucia, Lina, Mario, Fernanda y yo estábamos en la oficina de Lexur, el plazo se había cumplido, hoy se abriría el testamento de mi abuelo. 

Me he alejado de Fernanda los últimos días desde que Mario envió las flores y no era por el motivo de que ella no quería botarlas, sino porque cada vez se acercaba más a mis secretos, y debía protegerla. Sin embargo, también había algo que me gritaba, una voz que venía de mi pecho, que me alejara de Fernanda que era peligrosa sentirla tan cerca. 

Desde esa tarde, cuando hablamos en nuestra habitación, he reprimido recuerdos y sentimientos, con la vaga esperanza de que si los ignoraba se irían. Que iluso era pensar de ese modo. 

Ya no trabajabamos juntos en mi despacho, sino que ella se había mudada al suyo. Yo también me había mudado, pero no de despacho, sino de hab

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo