Había algo en Tom Fernández que no me agradaba, no se si eran sus ojos castaños, o el cómo me miraba cuando está parado enfrente de mí, pero había una parte de mí, que tenia curiosidad en saber que es lo que estaba pasando en su cabeza, cuando dijo esas ultimas palabras. –¿Y usted sabe que cualquiera de sus rechazos, hace de mi un hombre aún más apasionado en saber que hay detrás de esta mujer tan inteligente?”Pero sabía que no podía confiar en ese tipo de personas, así que me encamine hacia mis padres, quienes ya estaban listo para irse. William les había prestado un auto, así que cuando me ven, de inmediato puedo escuchar a mi padre decir:–Ana, sube al auto. –Yo solo le sonreí, para después caminar hacia él.–Creo que me quedare. –Suspire con tristeza. –William quiere mostrarme algunas cosas.–¿Acaso te quedaras a dormir aquí? –Mi padre lucía preocupado.–Sí. –Afirme con la cabeza.–José deja a la niña. –Mi madre empieza a hablar inesperadamente. –Ella esta apunto de casarse con
Después me puse el vestido de seda, que se sentía como tocar las nubes, para después ponerme unas pantuflas del mismo color del vestido. Antes de salir de la habitación, di un suspiro muy grande, hasta que tuve las agallas de salir de la habitación, para encontrarme con una imagen muy tentadora.William estaba recostado en la cama, mientras usaba unas gafas de armazón negro y leía un libro. Esa imagen jamás se borrará de mi cabeza, ya que lucia realmente atractivo, casi como si fuera un modelo para una nueva campaña de moda.Y cuando los ojos cafés de William se juntaron en los míos, pude ver como se quitaba los lentes, para observarme. Parecía creer que era una ilusión enfrente de él. Así que no pude evitar sentirme desnuda, al sentir sus ojos mirándome desde la punta de los pies, hasta la cabeza.–Se ve hermosa. –Me confiesa.–Gracias. –Trague saliva nerviosa, para caminar hacia el lado vacío de la cama, pero mi torpeza junto con las copas de vino que tome, no me ayudaron tanto. Ca
A la mañana siguiente, me sentía realmente avergonzada.No podía creer lo que había pasado la noche anterior, tenía miedo de ser rechazada por William, cuando el sol saliera y se diera cuenta que era una mujer insignificante. No quería que cambiara la percepción que tiene sobre mí. Aunque para ser sincera, no sabía que pensaba de mí.De pronto alguien toca la puerta de la habitación, así que me levanté deprisa y corrí a abrir esa puerta, pensando que detrás de esta estaba William, pero en vez de encontrarme con el castaño, me encontré con Rick, que era alto, pálido y calvo. Cuando lo mire no pude evitar mostrar que era decepcionante térnelo enfrente.–A mi también me alegra mucho verla. –Dijo el hombre calvo con un toque de sarcasmo, entrando a la habitación. –El amo William me ha pedido que la ayude a cambiarse de ropa.–No soy una niña, para que me ayudes a cambiarme de ropa. –Estaba molesta por la constante ayuda innecesaria que me daba Rick. –Me molesta que otras mujeres me desnud
Cuatro horas después.Estábamos enfrente de todos los accionistas, en una de las salas de juntas más grandes de la empresa. En una parte estaban los hermanos Ferguson. Alicia lucia desolada, puesto que ella sabía el porque de esta reunión, mientras que su hermano Robert, le tomaba de la mano con fuerza.Susana, Tom y Noel también estaban en el lugar. Noel lucia una sonrisa, que parecía que nunca iba a desaparecer, mientras que Susana y Tom, lucían como un par de pavorreales que se creían de la realeza.Los demás inversionistas eran totalmente desconocidos para mí, más que pude reconocer a algunos jefes de importante cargo. Todos se miraban los unos al otros, no sabían lo que estaba por pasar, mientras que yo estaba sentando al lado de William. Claramente lucia como una princesa refinada, sin decir ni una palabra mientras podía escuchar el sonido de los relojes de mano, de los hombres ricos que estaban a mi lado.De pronto William se levanto de su asiento, llamando la atención de todos
Y pesar de que Noel estaba muy enfermo, pudimos verlo en medio de toda la gente, usando un traje oscuro muy elegante, sosteniendo una copa de vino en su mano. Cuando bajamos del auto fuimos recibidos con aplausos, todo lo contrario de lo que vimos en nuestra primera fiesta.–¡Mi querido hijo! –Noel abrazó a William con fuerza, mientras que el castaño lo abrazo con un poco de distancia. Supe desde ese instante, que William no había perdonado a su padre, por haber remplazado a su madre con Susana.Después fue mi turno de ser abrazada, el hombre viejo y un poco acabado, me dio un sincero abrazo. Parecía ser que me estaba mostrando cariño, mientras veía como Susana abrazaba a William entre sus delgados brazos. Me pareció algo increíble ver esa imagen, porque por un mucho tiempo creí que el odio de William por Susana era mutuo, pero ahora podía ver otra parte de la historia. La mujer los estrujo con fuerza entre sus brazos, mientras derramaba lágrimas.Y después fue mi turno.La mujer me t
–¿David? –Dije su nombre sin aliento.El moreno vestía un traje azul marino entallado, mientras caminaba hacia mí con sus manos dentro de los bolsillos de su traje.–¡Ana! –Dice mi nombre una vez más.Los dos nos acercamos ya que estábamos sorprendidos de vernos.–¿Qué haces aquí? –Pregunté ingenua mientras sonreía con gusto.–¿No querías que estuviera aquí? –Pregunta.–Claro que te quería aquí. –De inmediato los dos nos abrazamos con fuerza.David era una parte muy importante de mí vida, y a pesar de que ya no estábamos en una relación, sabía que siempre podría contar con él.Pero de pronto nuestro abrazo quedo destrozado, en cuanto siento como la mano de William se posa en mi hombro, deteniendo el gran abrazo.–Claro que tenía que traer a David. –William me separa del joven moreno, para hacerme parar a un lado de él. –Se que es un gran amigo para ti y sé que siempre, será tu amigo.Las palabras de William eran pesadas, era como si le quisiera dar a entender a David, que solo podría
Cuando todas las personas dejaron la mansión, me dirigí hacía la casa que compartiría con Will. De inmediato subí a la habitación para ver por la ventana la gran luna blanca, que se posaba en la ventana. Estaba tan enamorada de la vista y un poco deslumbrada por este mundo que parecía tan perfecto, pero al final del día, sabía que era solo una mujer que estaba fingiendo ser una prometida excepcional. Sabía que detrás de las joyas y los hermosos vestidos, seguía siendo la misma Ana.Lentamente camine hacia nuestro guardarropa, que ya contaba con mi ropa guardada, que habían traído desde mi casa, mientras que había ropa nueva que sabía, que William quería que usara. No dude en tocar con mis manos delgadas, cada nuevo vestido que tenía, incluso aún tenían las etiquetas que demostraban que eran piezas realmente costosas.Suspire profundamente un poco abrumada al ver que el pequeño espacio de vidrio, que era para las joyas, estaba repleto de joyería que no era mía. –¡No puede ser! –Me d
Pretender ser parte de la familia Fernández fue difícil, y más cuando tenía a un prometido que quería que aprendiera sobre este mundo de la riqueza. Así que, como una niña pequeña, me hizo aprender sobre la historia de los Fernández y sobre la historia de la empresa. Dejándome en claro porque William tenía que tener esta empresa y el porqué, se debía intentar cerrar más tratos con muchas más empresas de talla internacional.William me consiguió una maestra que era bastante buena contando la historia de los Fernández y los Ferguson, pero que era bastante estricta con una mujer que a pesar de que tuvo buenas notas en la escuela, ahora parecía no poder retener tanta información. Así que estuve varias semanas con ella, tomando clases realmente fuertes y pesadas.Por un momento me sentí frustrada, pero no se lo hacía saber a William, ya que sentía la necesidad de hacer esto, por el hecho de que él ya había pagado todas las deudas de mis padres.–¿Y como has estado? –Me pregunta mi madre, q