La noche de la cena de compromiso finalmente había llegado. Me encontraba en mi estudio, solo, sosteniendo el anillo de compromiso que, de alguna manera, marcaba el inicio de una nueva etapa en mi vida. Mientras miraba la resplandeciente gema, no podía evitar que mi mente divagaba hacia Emily. ¿Qué estábamos haciendo? ¿En qué nos estábamos metiendo?La duda y la confusión se arremolinaban dentro de mí. Había jurado que este matrimonio sería solo un acuerdo de negocios, pero con cada día que pasaba, Emily se volvía más que eso para mí. No sabía si eran los ojos chispeantes que me miraban desde mi escritorio en la oficina o la forma en que su sonrisa iluminaba mi día, pero algo estaba cambiando, y me asustaba. Me daba miedo admitirlo, incluso para mí mismo.Cada vez que compartíamos un momento juntos, una mirada, un roce accidental, mi corazón latía más fuerte. No podía negar que Emily había comenzado a ocupar un lugar especial en mi vida, un lugar que iba más allá de un simple acuerdo
EMILYDespués de la cena de compromiso, volví a casa, abrumada por las emociones y los susurros de la gente. Las redes sociales zumbaban con noticias sobre nuestro compromiso, y me preguntaba cómo habíamos llegado tan lejos en este juego de apariencias. A pesar de todo, había algo dentro de mí que latía con anticipación, como si el velo entre nuestra farsa y la realidad se volvía cada vez más tenue.Al día siguiente, mientras desayunaba, mi teléfono sonó. Era Isabella, la hermana de Nicholas. Su entusiasmo se desbordaba a través del auricular mientras me pedía que nos encontráramos para almorzar y comenzar a coordinar los detalles de la boda. Le pedí si podía traer a mi mejor amiga, Sarah para que me acompañara en esta nueva etapa de nuestra farsa que ahora se volvía más real.El restaurante
NICHOLASLa mañana después de la cena de compromiso, me levante con la determinación de llevar adelante esta farsa a la realidad con éxito. Al sentarme a desayunar con mi familia, le pedí a Isabella que llamara a Emily y organizara una reunión para coordinar los detalles de la boda. La emoción se reflejó en el rostro de mi hermana, quien no pudo evitar señalar lo obvio.Se te nota, Nicholas, estás completamente enamorado de Emily, dijo Isabella con una sonrisa cómplice.Me reí, tratando de disimular mis sentimientos. Solo estamos haciendo lo que es necesario para heredar las empresas del abuelo, Isa. Pero sí, supongo que no puedo evitar actuar como si estuviera realmente comprometido.Isabella asintió y luego llamó a Emily para programar el almuerzo. Durante el resto del desayuno le pedí a Isa que grabara un audio donde Emily expresara cómo soñaba con que fuera su boda. Fue una solicitud ingeniosa, ya que me proporcionaba información valiosa y emocionante sobre sus deseos, pero al mis
La semana previa a la boda se desplegó ante mí como una serie de acontecimiento caóticos. Las responsabilidades de los preparativos de la boda y la inminente firma de los documentos relacionado con la herencia de mi abuelo me tenían atrapado en un vórtice de estrés y emociones.Alexia estaba más presente que nunca, ayudándome a coordinar los detalles finales para la boda. A pesar de que nuestra relación pasada había sido breve y tumultuosa, su apoyo inquebrantable me brindaba un respiro en medio del caos. Sin embargo, no podía evitar sentir una sensación de desasosiego en el fondo de mi ser.Mis pensamientos siempre volvían a Emily, como un eco persistente en el rincón de mi mente. Había pasado tanto tiempo desde que nos habíamos separado antes de la boda, y ya sentía su falta de manera abrumadora. Me hacía preguntas constantemente, preguntándome si estaba tomando la decisión correcta. A medida que el gran día se acercaba, mis dudas y temores parecían magnificarse.Finalmente, llegó l
Nicholas y yo tomamos el centro de la pista de baile, listos para nuestro primer baile como esposos.Mientras Nicholas me sostenía en sus brazos y bailábamos lentamente, sentí que el mundo exterior desaparecía. Su mirada me decía más de lo que sus palabras jamás podrían expresar. En un momento de silencio entre las canciones, inclinó su cabeza y susurró en mi oído: “Tengo una sorpresa para ti cuando vayamos a nuestra luna de miel”Esa promesa encendió una chispa de emoción en mi interior, y por un instante, olvide todas las dudas y temores que habían estado rondando en mi mente. En ese momento, me di cuenta de que esta farsa que había creado un espacio para la verdadera complicidad y el cariño entre Nicholas y yo.Después de la boda, Nicholas y yo emprendimos nuestro viaje de luna de miel. La sorpresa que él me había mencionado durante el baile de la boda había mantenido mi curiosidad en ascuas. Nuestro destino era un hermoso resort en una playa tropical, y el aire cálido y la vista a
El amanecer se filtraba tímidamente por las rendijas de las persianas, bañando la habitación en una luz suave y dorada. Mis parpados se abrieron lentamente, y me encontré mirándola. Su sonrisa era tímida pero llena de complicidad. La noche anterior había sido mágica, repleta de deseo y pasión. Cada caricia, cada suspiro, nos había llevado a un lugar de intimidad que nunca habíamos explorado antes.Ella se acomodó en mis brazos, y pude sentir claramente el latido acelerado de nuestros corazones, como si ambos estuvieran marcando el compás de un momento especial, mis dedos se movieron con suavidad, trazando la línea de su mandíbula, explorando con ternura cada detalle de su piel. Nuestros labios se encontraron en un beso lento y apasionado, como si el tiempo estuviera detenido para disfrutar plenamente de esa conexión íntima.Anoche fue una noche que nunca olvidare, susurre con un suspiro cargando de emoción, mientras mis ojos brillaban con una mezcla de felicidad y asombro. Era evident
A pesar de que continuábamos trabajando juntos, algo había cambiado. Cada mirada que compartíamos en la oficina, cada risa compartida durante una reunión y cada roce casual de nuestras manos mientras colaboradoras en proyectos hablaban de un amor genuino y profundo que ya no podíamos ocultar. Nuestra conexión había evolucionado y se había vuelto más evidente con el tiempo.Era palpable para todos los que nos rodeaban que éramos una pareja, no solo en nuestra vida personal, sino también en el entorno laboral. Las miradas furtivas y las sonrisas compartidas eran señales de complicidad que no pasaban desapercibidas para nuestros colegas y compañeros de trabajo. Nuestra relación se había convertido en parte integral de nuestra dinámica en la oficina, y ya no había forma de negar la profundidad de lo que compartíamos.Un día, mientras disfrutábamos de un tranquilo almuerzo en nuestro lugar favorito, Emily se volvió hacia mí con una expresión cariñosa en sus hermosos ojos, que brillaban con
EMILYEl estrés se estaba apoderando de Nicholas en la oficina. Lo vi sentado en su escritorio, rodeando de montones de papales y con una expresión de preocupación en el rostro. Como siempre, mi instinto fue acercarme a él, quería hacer algo para ayudarlos a relajarse.Caminé con pasos suaves y me acerqué a su silla. Nicholas parecía absorto en sus pensamientos, y cuando mis manos comenzaron a masajear sus hombros, un suspiro de alivio escapó de sus labios.El calor de sus músculos tensos se transmitía a través de mis dedos, y mientras los movía con firmeza, sentí cómo poco a poco el estrés se disipaba. Nicholas inclinó la cabeza hacia atrás, permitiendo que mis manos trabajaran su magia. Me sentía agradecida de poder estar allí para él, de compartir esos momentos de intimidad, incluso en medio del caos laboral.Nuestros ojos se encontraron, y una chispa de deseo recorrió el aire entre nosotros. Nicholas me levantó de la silla y me sentó en su regazo con una pasión que no podíamos con