La llaman Rompe hogares

Isabella llevó a Diego a su apartamento cerca de la universidad. Al llegar, ella sintió una mezcla de alivio y ansiedad. “Este lugar es perfecto,” dijo, mirando alrededor mientras Diego aparcaba.

“Es un lugar tranquilo. Espero que te sientas cómodo,” respondió Isabella, sonriendo. Sin embargo, al entrar, se dieron cuenta de que un par de estudiantes estaban en el pasillo. Isabella sintió que la mirada de ellos se posaba sobre ella con curiosidad.

“Mira, es Isabella. La chica que se casó con el discapacitado,” murmuró uno de ellos, mientras el otro asentía con desdén. Isabella sintió que su rostro se sonrojaba de vergüenza.

“Esto no puede estar pasando,” pensó, sintiendo que la presión aumentaba. Diego no notó su incomodidad, ni escucho.

"La gente siempre habla,” dijo, tratando de consolándose. Isabella no los miro, pero la incomodidad seguía ahí.

Diego la dejó en la puerta de su apartamento. “Cuídate, Isabella. Si necesitas algo, no dudes en llamarme,” dijo, mirándola con preocupación
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP