ALICIA
Me dolía todo el cuerpo, pero más la cabeza. Me moví y me di cuenta que estaba amordazada y atada de pies y manos, miré mi alrededor y estaba en el suelo de un oscuro edificio. Lagrimas saltaron al recordar a Mónica. Estaba desquiciada ¿que pretendía? sonó una puerta en algún lugar y luego el resonar de tacones y frente a mi apareció una Mónica altiva y con mirada de odio puro
— La perra despertó — se agacho y me toma del pelo y lo halo fuerte — ¿te gusta tu suite? — Me removí y me abofeteo — te dije que te quería lejos de él, pero eso ya no importa porque acabaremos contigo — otra bofetada que me hizo caer para atrás, pero como me tenía tomada del cabello no caí— ya hable con Mark y pronto llegara —negué incrédula —pobre ilusa —me solt&oacut
AÑO Y MEDIO DESPÚES ALICIA Estaba en la cocina terminado de decorar el pastel de cumpleaños de mis hijos. Suspire al darme cuenta que el tiempo había pasado muy rápido, recordaba como si fuera ayer mi boda, que había sido hermosa y mi cara al ver mi regalo de bodas. La casa en donde actualmente vivíamos, era grande y tenía un enorme jardín con piscina para el disfrute de los niños y de nosotros algunas noches. En el año y medio que había pasado mi relación con Mark se fortaleció y éramos un matrimonio con sus rencillas pero que se amaba. Mark disminuyo su ritmo de trabajo y yo por ahora estoy en casa con los niños, pero en cuanto los niños estén más grandes volveré a lo que me gusta y Dante me tranquilizo cuando me dijo que tenía un puesto en su equipo de trabajo. Era más que mi jefe, era un amigo. Sentí unas manos rodearme y sabía quién era. Me recosté en su pecho ymordisqueo mi oreja — ¿En qué piensas? — me
Me despierta una música alta y ¡DIOS! ¿Quién pone música tan alta a esta hora? Miro mi despertador son las 7:00am, ¡NO! ¿porque? Claro, la única capaz de hacer semejante atrocidad es mi amiga y compañera de piso Gia, ella y yo somos más que amigas; somos hermanas, la conocí cuando llegue a Londres gracias a una beca que me gane y somos compañeras de clase, nuestro departamento es suficientemente para las dos. Bueno, ella podría tener unPent-house si quisiera ya que su familia tiene mucho dinero, pero ella es un ser humano muy sencillo y poco materialista, por eso en cambio comparte conmigo los gasto de este departamento. Salgo de la cama hacia la cocina y si ella está preparando el desayuno que a mi parecer es muy temprano para que mi estómago reciba algo, pero ella tengamos, o no clases se levanta temprano, a eso le anexamos la estruendosa música, hace que quiera ahorcarla más rápido. — Buenos días Alicia —dice ella con una sonrisita que parece... nose ¿
El viaje fue agotador a pesar de viajar en primera clase. Estoy cansada, solo quiero recostarme un rato. Vamos camino a recoger nuestro equipaje cuando llega mi amiga con sus locuras—Amiga. Ahora que estamos aquí te voy a presentar a unos amigos que estoy segura que te van a caer bien, y quien quita y alguno te gusta —dice Gia emocionada y esperanzada, por Dios. Será que me veo tan abandonada.—Vamos Gia, ya te dije lo que pienso al respecto. Además, pienso dedicarme a mi trabajo si es que lo consigo —suspiro—por cierto, ya les dijiste a tus padres que te vas a tomar un tiempo de descanso —subo mis dedos haciendo comillas en descanso.Ella hace un mohín y luego suspira—la verdad es que no, me van a dar la famosa charla, pero sabes que me la aguanto porque la verdad quiero un descanso, luego buscare entrevistas en una constructora —termina con una risita, mi amiga siempre est&aac
Vamos camino a la casa de los padres de Gia y la verdad estoy nerviosa, nos han mandado al chofer de la familia para llevarnos hasta ellos, tengo curiosidad por conocerlos. Miro a mi amiga que está a mi lado y puedo decir que está muy guapa, así que, si ese tal Mario estará en la cena pues caerá para atrás cuando la vea. Está usando un vestido rojo hasta la mitad de sus muslos con unos zapatos de muerte y el cabello recogido con unos mechones sueltos, a mí me costó decidirme que usar así que me coloque un vestido para mi gusto un poco corto, pero quien le discute a Gia, mi vestido es negro con un cinturón rojo y zapatos a juego, mi cabello bien peinado hasta la cintura y maquillaje sobrio, entramos en una zona de residencias que se nota que son exclusivas, no detenemos en una enorme y linda casa con un jardín precioso. Al llegar el chofer nos abre la puerta y salimos. Los nervios me están matando, tomo por el brazo a Gia que me mira divertida. —Gia ¿estás segura
La cena pasa divertida, todos reímos y hablamos. Menos Mark que solo observa y no interviene mucho. Les contamos como nos conocimos, les cuento que a veces los quiero dejar sin hija porque despierta muy temprano y pone música a todo lo que da, lo que los hace reír y ella me saca la lengua, toda la cena transcurre normal hasta que Mario pregunta interesado —Chicas, pero cuéntenos ¿cómo dejaron los corazones en Londres? —Eso hace que Gia voltee los ojos y yo me tense, no quiero hablar de eso todos nos miran interesados incluyendo los padres de mi amiga la cual responde —A verMario. Ningún corazón roto. Nosotras somos libres y sin compromiso ¿entendido? —¡Vamos! ya no eres una niña Gia y aunque no me agrade sé que has tenido tus parejas—dice Mark mirándonos—y de seguro que tu amiga también los tendrá o me equivoco —capullo es lo que pienso —Déjala Mark. Eso no es problema tuyo —interviene su madre que se ha dado cuenta que
MARK Estoy trabajando en el despacho de mi apartamento. Es sábado, así que estoy adelantando unos pendientes que merecen mi atención, pero no me puedo concentrar, solo hay una persona en mi mente y esa es Alicia, todavía me siento culpable de lo que paso. Ayer cuando Gia salió de su habitación estaba muy afectada se le veía triste y ella es la viva imagen de la alegría así que supongo que estaba mal... por mi culpa. Si, soy una bestia, no he querido llamarla no quiero que piense que estoy interesado en ella, pero a quien engaño si me interesa, pero no, no voy a caer de nuevo eso no me va a pasar de nuevo, necesito desahogarme y no pensar en ella y que mejor que llamar a Mónica, así que agarro el teléfono y le marco. —Hola —contesta muy melosa, esta mujer es desesperante, pero de que es buena en la cama lo es así que, qué más da. —Hola, preciosa ¿cómo estás? —Bien amorcito. Esperaba que me llamaras ¿sabes? no tengo nada que hac
Llego al hotel, saludo al portero y paso directo a los ascensores ya que poseo la llave desde hace tiempo debido a que soy cliente Premium. Llego a la suite emperatriz y espero que llegue Mónica, a los 5 minutos tocan mi puerta y sí. Hay esta, la miro y llegan a mi mente las palabras de Mario "busca algo real" pero yo nose si quiero algo real. Mónica me saca de mi reflexión. —Hola amorcito. Tenía ganas de verte—dice mientras se tira sobre mí y me besa—te —me besa—te extrañe mucho —Si Mónica, yo también —miento, la tomo por la cintura y la pego más a mí, ella gime en mi boca, me toma del cabello y me aprieta más a ella, bajo mis manos hasta su trasero y la levanto. Rodea mi cintura, saca mi camisa por encima de la cabeza, se encarga de mi cinturón y de mi cremallera, mete su mano en mi bóxer y me acaricia la punta del pene, así la llevo a la cama y le saco el vestido, ella solo lleva unas bragas de encaje rojo y en un movimiento las rompo, paso mis dedos por sus pecho
Dos horas después salgo de la constructora, diciéndole hasta luego a la odiosa recepcionista que esta vez no me miro, creo que me excedí un poco con ella. No que va fui muy suave. De repente mi estómago gruñe. ¡Dios! si ni siquiera e desayunado estoy famélica así que me dirijo aStarbucks por un latte, si definitivamente necesito un café y un bocadillo, me muero de hambre, además yo soy de muy buen comer, no me gusta hacer dieta por eso me ejercito cuando puedo, camino y al entrar hay varias personas en la fila... uhh, tengo hambre mientras estoy en la fila le envió un mensaje a Gia <Hola amiga, te tengo buenas noticias... conseguí empleo. ¿Lo celebramos? > —le pregunto Avanzo un poco en la fila y me llega la respuesta de Gia <Hola amiga, ¡QUE BIEN POR TI! estoy muy contenta, te lo mereces y obvio que celebramos, algo hacemos > —su respuesta me hace sonreír, que haría sin sus locuras y su alegría que desborda, mucho para mi gusto, pero