El viaje fue agotador a pesar de viajar en primera clase. Estoy cansada, solo quiero recostarme un rato. Vamos camino a recoger nuestro equipaje cuando llega mi amiga con sus locuras
—Amiga. Ahora que estamos aquí te voy a presentar a unos amigos que estoy segura que te van a caer bien, y quien quita y alguno te gusta —dice Gia emocionada y esperanzada, por Dios. Será que me veo tan abandonada.
—Vamos Gia, ya te dije lo que pienso al respecto. Además, pienso dedicarme a mi trabajo si es que lo consigo —suspiro—por cierto, ya les dijiste a tus padres que te vas a tomar un tiempo de descanso —subo mis dedos haciendo comillas en descanso.
Ella hace un mohín y luego suspira
—la verdad es que no, me van a dar la famosa charla, pero sabes que me la aguanto porque la verdad quiero un descanso, luego buscare entrevistas en una constructora —termina con una risita, mi amiga siempre está feliz la verdad a veces me irrita tanta alegría y ella lo sabe, pero igual no le importa
—Solo tu estudias algo que no tiene que ver con el negocio familiar —ahora soy yo la que me burlo
—Sé que es extraño, pero créeme ese mundo no es para mí. Todo es falso, superficial, aunque mi hermano quizás piense que soy así. No lo sé —dice tomando su equipaje, pero en su rostro hay algo más, lo sé.
—¿Qué pasa Gia? —pregunto con curiosidad—¿Porque de repente te pones tan seria? qué es lo que no me has contado.
—Es que… Bueno es que, por Dios parezco una adolecente, te lo voy a decir. Hay una persona que siempre me ha gustado pero sé que no me ve de la misma forma —dice en un tomo melancólico y triste mientras caminamos a la salida de aeropuerto— es el amigo de Mark se llama Mario y trabajan juntos, siempre me ha gustado, pero él nunca me ha prestado atención, supongo que es porque soy una cría para él y quizás también porque cree que soy una superficial.
Abrazo a mi amiga y la trato de animar
—Gia. Mírame, ahora soy yo la que te lo va a decir, tu eres una gran persona con un corazón enorme que me consta y además súmale que eres muy bonita, espera que te vea ahora que ya no eres una niña —me mira sonriendo y hay esta mi amiga de vuelta—veras que esta vez será el que esté detrás de ti como un bobo, ya verás. Te acordarás de mi —quiero que ella sea feliz porque mira que ha besado sapos, sin ningún resultado positivo— y ahora cambiando de tema ¿para dónde nos vamos? —pregunto con interés.
— Bueno amiga. Vamos a mi piso, tú te quedaras conmigo hasta que quieras —me dice con sinceridad –porque sé que en cuanto puedas me vas a dejar
— Ya. No seas dramática ¿sí? Tu sabes que necesito mi espacio y tú el tuyo. Además, tengo que empezar mi vida ¿no te parece?
— Si es cierto y es broma tonta, quédate conmigo hasta que quieras y cuando consigas donde mudarte haremos una mega fiesta desenfrenada—soltamos carcajadas por la ocurrencia—pero venga, vamos a casa a descansar porque esta noche hay una cena en casa de mis padres y obvió tu vienes conmigo —tomamos un taxi para dirigirnos a su piso
—¿Estas segura que no les molestara?
—No. Para nada, mis padres son personas muy cariñosas y amables.
Ahora que me está contando de ellos es hora de preguntar así me muera de la vergüenza
—Gia ¿cómo son tus padres? —La sondeo esperando su respuesta—digo no quiero sonar entrometida, pero es que nose.
— Tranquila. Es normal que tengas curiosidad, ellos son como te dije amables a pesar del dinero que tienen no son los típicos ricos odiosos ellos vienen de abajo, mi padre construyó su imperio con esfuerzo y mi madre es muy cariñosa en cuanto te vea te va a coger como otro de sus pollitos créeme y bueno mi hermano Mark —suspira y se queda pensando un rato— él es un amor conmigo, pero es el típico mujeriego, él ahora está al frete de la empresa —se encoje de hombros— total. Al final el será el dueño porque yo no quiero ese mundo, seré dueña junto a él solo en papeles porque no me interesa involucrarme es la empresa, pero en fin como te dije él es también muy amable—dice mientras llegamos a unos edificios muy exclusivos— él tuvo una mala experiencia y no sé, se volvió más cauteloso en cuanto relaciones y me da pesar porque a pesar de todo es un buen hombre —me mira con interés—pero ya lo conocerás —entramos en el edificio y subimos el ascensor llegamos al octavo piso, el ascensor se abre y entramos al departamento —Bienvenida a casa Alicia —me dice mi amiga.
—Wau, es muy lindo Gia de verdad que si gracias —es un apartamento grade, sobrio y bonito su decoración es en tonos blanco y rojo
— De nada amiga estás en tu casa, ven y te lo muestro, por aquí está la sala, la cocina. Por este pasillo están los cuartos, son tres. cada uno con su baño, esta puede ser la tuya es una de las dos más grandes —entramos en la tercera puerta y si, es hermosa tiene una ventana desde el suelo hasta el techo una cama King un armario enorme y el baño ¡Dios! en esa bañera podría p***r mi vida...
— Gracias de nuevo. De verdad—la abrazo
—Vamos a descasar, nos vamos a las siete para la cena así que descansa. Mi habitación es la primera, siéntete en tu casa porque es lo que es de ahora en adelante, ¿está bien? —me dice desde la puerta
— Está bien. Nos vemos más tarde ahora si te tomo la palabra voy a descansar porque de verdad estoy agotada —asiente y se va a su habitación.
Abro mi maleta en busca de lo necesario para tomar una ducha y dormir un rato, estando en la ducha reflexiono acerca de mi vida e inevitablemente vuelven a mi recuerdos dolorosos, porque me tuve que fijar el. Santiago que lo único que hizo fue acabar con mi confianza y casi acaba conmigo físicamente también, estuvimos juntos 2 años, pero el último año fue doloroso. Me maltrato hasta que se cansó, lo conocí cuando tenía 18 años recién llegada a Londres el me mostro a una persona que no era al principio todo era perfecto me trataba como una reina pero al cabo de un año todo fue cuesta abajo hasta que no pude más, hasta que una noche casi me mata y desapareció de mi vida después que le dije que lo iba a denunciar, por eso me prometí que ningún hombre va a jugar conmigo so ya hace un año.
Dejo que el agua corra por mi cuerpo para relajarlo salgo de la ducha, me coloco solo ropa interior y me acuesto a dormir entre recuerdos dolorosos y con ganas de seguir adelante me quedo dormida.
Vamos camino a la casa de los padres de Gia y la verdad estoy nerviosa, nos han mandado al chofer de la familia para llevarnos hasta ellos, tengo curiosidad por conocerlos. Miro a mi amiga que está a mi lado y puedo decir que está muy guapa, así que, si ese tal Mario estará en la cena pues caerá para atrás cuando la vea. Está usando un vestido rojo hasta la mitad de sus muslos con unos zapatos de muerte y el cabello recogido con unos mechones sueltos, a mí me costó decidirme que usar así que me coloque un vestido para mi gusto un poco corto, pero quien le discute a Gia, mi vestido es negro con un cinturón rojo y zapatos a juego, mi cabello bien peinado hasta la cintura y maquillaje sobrio, entramos en una zona de residencias que se nota que son exclusivas, no detenemos en una enorme y linda casa con un jardín precioso. Al llegar el chofer nos abre la puerta y salimos. Los nervios me están matando, tomo por el brazo a Gia que me mira divertida. —Gia ¿estás segura
La cena pasa divertida, todos reímos y hablamos. Menos Mark que solo observa y no interviene mucho. Les contamos como nos conocimos, les cuento que a veces los quiero dejar sin hija porque despierta muy temprano y pone música a todo lo que da, lo que los hace reír y ella me saca la lengua, toda la cena transcurre normal hasta que Mario pregunta interesado —Chicas, pero cuéntenos ¿cómo dejaron los corazones en Londres? —Eso hace que Gia voltee los ojos y yo me tense, no quiero hablar de eso todos nos miran interesados incluyendo los padres de mi amiga la cual responde —A verMario. Ningún corazón roto. Nosotras somos libres y sin compromiso ¿entendido? —¡Vamos! ya no eres una niña Gia y aunque no me agrade sé que has tenido tus parejas—dice Mark mirándonos—y de seguro que tu amiga también los tendrá o me equivoco —capullo es lo que pienso —Déjala Mark. Eso no es problema tuyo —interviene su madre que se ha dado cuenta que
MARK Estoy trabajando en el despacho de mi apartamento. Es sábado, así que estoy adelantando unos pendientes que merecen mi atención, pero no me puedo concentrar, solo hay una persona en mi mente y esa es Alicia, todavía me siento culpable de lo que paso. Ayer cuando Gia salió de su habitación estaba muy afectada se le veía triste y ella es la viva imagen de la alegría así que supongo que estaba mal... por mi culpa. Si, soy una bestia, no he querido llamarla no quiero que piense que estoy interesado en ella, pero a quien engaño si me interesa, pero no, no voy a caer de nuevo eso no me va a pasar de nuevo, necesito desahogarme y no pensar en ella y que mejor que llamar a Mónica, así que agarro el teléfono y le marco. —Hola —contesta muy melosa, esta mujer es desesperante, pero de que es buena en la cama lo es así que, qué más da. —Hola, preciosa ¿cómo estás? —Bien amorcito. Esperaba que me llamaras ¿sabes? no tengo nada que hac
Llego al hotel, saludo al portero y paso directo a los ascensores ya que poseo la llave desde hace tiempo debido a que soy cliente Premium. Llego a la suite emperatriz y espero que llegue Mónica, a los 5 minutos tocan mi puerta y sí. Hay esta, la miro y llegan a mi mente las palabras de Mario "busca algo real" pero yo nose si quiero algo real. Mónica me saca de mi reflexión. —Hola amorcito. Tenía ganas de verte—dice mientras se tira sobre mí y me besa—te —me besa—te extrañe mucho —Si Mónica, yo también —miento, la tomo por la cintura y la pego más a mí, ella gime en mi boca, me toma del cabello y me aprieta más a ella, bajo mis manos hasta su trasero y la levanto. Rodea mi cintura, saca mi camisa por encima de la cabeza, se encarga de mi cinturón y de mi cremallera, mete su mano en mi bóxer y me acaricia la punta del pene, así la llevo a la cama y le saco el vestido, ella solo lleva unas bragas de encaje rojo y en un movimiento las rompo, paso mis dedos por sus pecho
Dos horas después salgo de la constructora, diciéndole hasta luego a la odiosa recepcionista que esta vez no me miro, creo que me excedí un poco con ella. No que va fui muy suave. De repente mi estómago gruñe. ¡Dios! si ni siquiera e desayunado estoy famélica así que me dirijo aStarbucks por un latte, si definitivamente necesito un café y un bocadillo, me muero de hambre, además yo soy de muy buen comer, no me gusta hacer dieta por eso me ejercito cuando puedo, camino y al entrar hay varias personas en la fila... uhh, tengo hambre mientras estoy en la fila le envió un mensaje a Gia <Hola amiga, te tengo buenas noticias... conseguí empleo. ¿Lo celebramos? > —le pregunto Avanzo un poco en la fila y me llega la respuesta de Gia <Hola amiga, ¡QUE BIEN POR TI! estoy muy contenta, te lo mereces y obvio que celebramos, algo hacemos > —su respuesta me hace sonreír, que haría sin sus locuras y su alegría que desborda, mucho para mi gusto, pero
Regreso a mi oficina unas horas después y le digo a felicita que no estoy para nadie sobre todo menos para Mónica, la conversación que tuve con Alicia todavía me tiene desconcertado, y si ella no quiere salir conmigo esta noche porque no ir a donde esta ella, marco el número de Gia, al tercer intento me contesta —Hola. Pero si es mi queridísimo hermano, a que debo el honor de tu llamada—responde con un tono sarcástico. —Hola pequeña ¿cómo estás? acaso no puedo saber de mi hermana preferida —Soy tu única hermana Mark—ahora está riendo, lo que hace que ría con ella —Te llamo porque quería invitarte a cenar ¿qué me dices? —le digo esperanzado... si parezco un adolecente —mmm, no puedo, quede con Alicia para celebrar que consiguió trabajo, tenemos noche de chicas—gimo para mis adentros, pero antes de rendirme se me ocurre algo —Bueno que tal si yo llevo la cena y le digo a Mario que me acompañe y celebramos los cuatro que me dices? — Me ju
Salgo a la sala y me encuentro a Gia en la sala y trae puesto un Mono Enterizo Estampado, zapatos altos y accesorios a juegos con su cabellera suelta. —¡Madre mía! pero ¿esto es una cena informal o qué? — Le digo riendo, pone los ojos en blanco, pero en su cara veo preocupación —Estoy bien—pregunta— ¿no es demasiado? —Nop, para nada estas para matar— le digo —Tú también te ves bien—me mira de arriba abajo, le hago una mueca —No. Nada que ver en comparación contigo, pero como yo no voy a impresionar a nadie— me encojo de hombros. Mentirosa me grita mi subconsciente —Te ves bien y por cierto quizás impresiones a mi hermano—me guiña un ojo —Un momento Gia. Yo no.…— el timbre suena y no me deja terminar de decirle unas cuantas cositas a mi amiga —Deben ser ellos— me ignora Gia dirigiéndose a la puerta la abre, entrar Mario y Mark los dos se ven muy bien vestidos informales y me sien
MARK Salgo del departamento de las chicas muy molesto, molesto con Alicia y conmigo, porque tengo que ser tan estúpido a veces creo que me pasan las cosas porque me las busco yo solito —Hey hermano ¿qué tienes? —a mi lado va Mario con una sonrisa y me alegra que al menos a uno de los dos les fue bien —¿Qué crees que me pasa? —suspiro, pero más de desesperación que de otra cosa —Alicia te pateo el culo de nuevo—se ríe, le doy un golpe en el estómago que hace que se queje —Gracias amigo. Aprecio tu apoyo —Vale—dice frotándose donde le golpeé—¿qué vas hacer? —La verdad. Nose, hace tiempo que no me sentía así... Es más, nunca me había sentido así por una mujer—Me da una expresión de seriedad—sí. Soy un estúpido, pero esa mujer me atrae y créeme que voy a romper su coraza —Bien por ti, te puedo decir que esa mujer me gusta mucho para ti —Y hablando de mujeres... —