Matilde salió hecha una furia del apartamento de Marcos. No podía creer ni aceptar el cambio que él tenía con respecto a ella. Ellos ya habían hablado de organizarse para casarse en el futuro, por eso en su corazón se propuso investigarlo. Tal vez si llegaba a la empresa con la que él trabajaba podría encontrar el motivo o la causa del cambio en él que cambió en su relación.
Subió a su auto y condujo con la sirena encendida para llegar rápido a la división donde ella trabaja. Ahí podía investigar a profundidad al hombre y la maldita empresa que lo está alejando de ella.
Otro motivo del distanciamiento de Marcos puede ser la existencia de otra mujer. Y de ser así ella lo evitara a toda costa.
— ¡Sargento! – la saludó uno de sus hombres— ¿Que hace a esta hora por acá?
Ella lo miró m
Marcos se levantó muy temprano debido a que no podía dormir debido a la preocupación que sentía por la integridad de Susana. Se levantó y después de darse un baño se preparó un desayuno que se sentó en el mismo momento que escuchó la cerradura de la puerta.Con rapidez corrió y saco una de sus armas y luego fue hasta el baño y abrió la llave de la ducha y se camuflo en uno de los muebles que había en una habitación. Desde ahí observa a la osada mujer.La mujer con el corazón palpitando de manera acelerada como si quisiera escapar de su pecho avanzó con lentitud sin percatarse que es observada. Sus manos sudaban de manera copiosa, ella apretaba con firmeza el arma, apuntó hacia la puerta y con el pie la empujó con mucho cuidado de no hacer ningún ruido.Su sorpresa fue mayúscula.— ¡¿Ma
La mañana para Sanabria no había empezado bien y todo se complicó con la llamada que le hizo su hombre. Tenía un plan de retiro y al parecer se le podía venir abajo por la intromisión de una buena agente. Ella había llegado muy lejos al igual que su padre un buen hombre que murió por aras del su buen deber.Suspiró frustrado al momento de ingresar a la división policial.—Buenos días, jefe— dijo uno de sus hombres.— ¿Dónde la tienen? —preguntó el hombre con mala cara.—Está en su oficina, esposada. Está furiosa y está diciendo que Marcos Cardonas es un delincuente— dijo y lo miro a los ojos— ¿cree que nos descubrió? Ella es muy buena.Sanabria percibe la preocupación del hombre en su voz, todo se puede ir por el retrete y muchos serían perjudicados y todo por la
La mañana había sido muy intensa para la mujer policía. Estaba desmayada cuando uno de sus compañeros la miraba desde su altura. Ella está tendida en el piso.— ¿Qué haces aquí? — le preguntó él de mala manera.Ella frunció el ceño disgustada. Al parecer había caído en una trampa y lo peor de todo por ella misma.—Esto es una equivocación! — dijo mientras fue levantada y esposada como a una delincuente — ¡Esto es una trampa de Marcos Cardona!No importaron sus gritos o súplicas. Y así esposada fue regañada y suspendida por su jefe, el hombre que ella más admiraba en esa sección policial.Apretó la boca al evocar aquellos recuerdos que la martirizaron e hizo una promesa así misma.— ¡No voy a olvidar esta maldita humillación Marcos Cardo
Matilde después de pasar la noche con su hermana charlaron de muchas cosas y de tonterías se quedaron hasta muy tarde de la noche.Sin embargo, eso no fue motivo para Matilde levantarse muy temprano y marchar a la ciudad y sin perder tiempo comenzó a investigar todo lo que tuviera que ver con Marcos.Cuando ella fue adoptada por sus padres juro que nunca rompería las leyes y se consagró en su carrera, quería que su padre se sintiera muy orgulloso de ella y así fue. Su convicción de hacer las cosas bien la llevaría por una calle donde solo transita la amargura y la derrota.Con dedicación y tesón dedicó a revisar cuánto hotel se le atrasaba en los documentos de su investigación y en donde ella suponía que podía hallar algo importante de sus pesquisas.Revisaba uno a uno los hoteles de mala muerte. Porque eso sería lo más
Leo desde donde se encuentra observa al príncipe. Es un hombre muy adinerado, se nota a la simple vista. Este tenía propiedades en diferentes lugares del mundo, por eso era difícil dar con él, y la policía no tenía ni una fotografía de él, nada que lo pudiera implicar. Lo que hacía más difícil su captura. Era el hombre más buscado según la interpol.El hombre de ademanes elegantes se sentó en uno de los sillones y Leo frente a él.Ambos pidieron un café.Detrás de Leo dos de los hombres del Topo se colocaron, para prevenir algún tipo de ataque por parte de él, algo que jamás haría, por eso sonrió de manera mental.El Topo tomó su taza y la llevó a los labios y fijó su mirada en Leo que también hizo lo mismo.—No puedo recibir el cargamento esta misma s
Leo agotado y muy estresado por lo cual condujo todo el camino sin detenerse en algún lugar. El sol está sobre su cabeza lo que indica que ya es medio día y aún le falta un recorrido largo. El calor es abrumante y su camisa se pega al cuerpo causando fastidio e incomodidad, pero esto no detiene al hombre que solo tiene un objetivo en su cabeza, rescatar a la chica que le robó el corazón.Ya eran pasadas las dos de la tarde y con el sol a la espalda llegó Leo a la cabaña donde se encontraban las mujeres secuestradas. Por fin había llegado al lugar donde él tenía el corazón anclado. Después de conducir toda la noche y gran parte de la mañana, por fin había llegado.Cansado desde lejos visualizó la cabaña y con rapidez hizo una inspección. Debía tener todo bajo su control si no quería que algo le saliera mal. Sospechaba que aque
Susana se encuentra muy desorientada y dolorida debido al tiempo que ha estado encerrada en la oscuridad y por el tiempo que siempre se mantuvo en un mismo lugar. Ella siente que el sol lastima sus ojos con tanta fuerza que parece que se quieren encender por el calor y salir de sus cuencas debido al dolor que produce aquella luz penetrante y pura.Con sus manos temblorosas y sucias los masajea. La debilidad es muy fuerte. Siente que las piernas le duelen demasiado. Está aturdida tratando de ubicarse, y ubicar la voz que la llama.Los hombres al ver a la chica se desesperan y arremeten contra Leo. Este no pierde oportunidad y se enfrasca en la pelea, pero al mismo tiempo está pendiente de que ella no ha reaccionado. Deben salir de allí.Él hace dos disparos más. Los hombres se detienen por unos instantes, porque están desarmados. Él aprovecha el desconcierto de los ho
La tarde está decayendo y la oscuridad comienza a tomar el control del día y cubre como una manta todo el bosque y a un hombre que está tirado en el suelo inconsciente con el pecho cubierto por la sangre que mana de la herida, poco a poco la palidez mortal de su piel se hace notaría bajo la poca luz que hay.En las afueras del bosque muy cerca de la carretera una joven llora sobre el pecho de aquel hombre que le salvó la vida, llora con el alma y el corazón desgarrado por el dolor y la incertidumbre. Para ella todo es confusión e interrogantes inexplicables que no entiende porque aquella mujer que les apunta con un arma le ha disparado.—¡Lo mataste! — gime gritando con dolor a la mujer que solo se limita a mirarla al rostro. Es notable el estado de shock que tiene la mujer con el arma, pero para Susana solo es una asesina que acaba de matar al hombre que ella ama y que dio su vida por