**************••••••••••**************>>> Tatianna Korovin:Mi mirada de inmediato se dirigió al brazo derecho de Vladimir, el cuál estaba lastimado por la herida que recibió. —¿Seguro que lo harás así? —pregunté sin pensarlo. —¿Ahora te preocupas por mí?, olvida eso~ —me mostró él una sonrisita altiva y nuevamente me encimó causando que yo cayera acostada boca arriba. —Es tu cuerpo~ solo decía, si no qui-Ese hombre no me dejó hablar, nuevamente sus labios se acercaron a los míos y por supuesto que correspondí ese beso con movimientos igual de feroces, mi lengua jugaba con la suya mientras sus grandes manos comenzaban a recorrer mi cuerpo.Cada parte de mi piel que tocaba… Me traía recuerdos de aquella noche cuando lo hicimos por primera vez. Sentía el calor de sus manos deslizarse lentamente por mi piel, pero en esta ocasión, eran caricias más dedicadas, menos desesperadas, más placenteras, por mis pechos, muslos, caderas… Quizá por que en nuestra primera vez hice trampa y lo
"¿Pero qué diablos pasó? ¿Fue por la droga que él me dió que dije esa frase y-—¡OH! —exclamé siendo sacada de mis pensamientos cuando caí sobre la cama y él me quitó ágilmente mi prenda íntima inferior, separando mis muslos, creí que me lo haría ya… — ¡¿Eh?! —me sorprendí para después cubrir mi rostro ligeramente con mi mano sin querer que él viera mi expresión…Aunque… ¿La vería? Su cabeza estaba perdida en mi entrepierna y su boca… Hacia un desastre de mi intimidad. Cuando me dí cuenta gemía a placer disfrutando de aquellas sensaciones—Oh~ señor… Mmm~ Vladimir~Ahora tenía curiosidad de si podía terminar hecha un desastre como esa mañana de la que no tenía idea qué sucedió exactamente entre nosotros. En ese momento jalé hacia atrás del cabello de él con mis manos, apartando a esa hombre lascivo de mi intimidad, me acerqué y lo besé, un beso rápido que tenía mi sabor…—Te quiero sentir ya… —le pedí. —¿Ya? Ja~ no seas egoísta~ es tu turno —sonrió él malicioso apartando mi mano c
••••••••••Moscú, 2: 00pm. —¡¡M*LDITO HIJO DE PUT@!! ¡¿CÓMO DIABLOS NO PUDIERON MATARLO!? —gritó furioso Mikhail dándole una patada con fuerza a un mueble cercano terminado por romper el jarrón con flores que sobre el estaba. ¡CLAN! Sonó cuando cayó dejando las flores esparcidas y ese sector del elegante piso alfombrado de la mansión húmedo. —Jefe… Nadie salió con vida, nuestro infiltrado que iba únicamente como invitado no fue detectado, pero él no iba armado, solo fue para recaudar información simple —le explicaba el hombre a cargo de los sicarios que se contrataron. Akim Romanov, uno de los altos cargos en la organización. Mikhail seguía furioso y veía con ira a ese hombre de cabello semi largo de un tono rubio bastante claro. —¿Y si le pedimos a Anton que se encargue de ello? —preguntó Alexei (Mikhail)—, se supone que tú cumples el maldito trabajo que hacía yo antes de estar en esta posición. Pero no veo que te lo tomes en serio. —¿Confiará en Anton Semenova y no en mí solo
—Sigo sin comprender por qué tienes que estar al pendiente de esa mujer… ¿Te has encariñado con su hijo? —preguntó Tatianna a su marido. —No metas a un niño inocente Tatianna —le dijo Vladimir seriamente—. Ella trabaja para mí y al igual que todos, me informan de sus movimientos. Es simple regla, lo sabes. Tatianna vió fijamente a esos ojos azules claros de ese hombre agachado frente a ella, para seguidamente recorrerlo con la mirada. "Se vé bastante elegante… ¿A dónde irá? ¿Qué tipo de información es exactamente la que tienen de Alexei? ¿Y por qué no quiere que me involucre?"Pensaba Tatianna hasta que movió sus labios dispuesta a romper el silencio entre los dos.—A mí también me gustaría salir. ¿No puedo hacerlo?, mientras A.K se organiza para buscar cómo enviar más gente a matarme, creo que podría tomarme una noche libre y- —Puede que tengas razón —interrumpió Vladimir a su esposa—. Pero no me voy a arriesgar, sería un problema si me quedo viudo porque te descuidé~ —las comis
••••••••••7: 20pm. Ekaterina se encontraba en el departamento de una amistad en la ciudad de Moscú. —¡La muy zorra se cree la esposa perfecta!, yo tuve que curar las heridas de ese hombre, horribles quemaduras que tenía en su cuerpo por culpa de esa perra —hablaba Ekaterina furiosa, que aún vestía su traje de enfermera y se encontraba atando su cabellera pelirroja en un moño. Su amiga, Laika Kovalenko, a quien había conocido al ser una paciente en la clínica de ella y trabajaba de mesera en un club exclusivo, se encontraba preparando la cena. Laika que se encontraba de descanso ese día, pasó por la clínica invitando a su amiga a cenar juntas, ponerse al día y ver algunas películas. En el sofá de la sala, Garry el hijo de Ekaterina jugaba con el teléfono celular de su madre, mientras ella ayudaba a Laika con los preparativos de la cena. —¿Y él muestra interés por esa perra? —le preguntó Laika a Ekaterina. —No creo que la quiera, él amaba a una tal Kristy, me lo dijo cuando le
••••••••••Minutos antes de que Tatianna recibiera la llamada por parte de su esposo…Vladimir Korovin se encontraba en el elegante salón de reuniones de una de sus casas en Moscú. Dicha casa en la ciudad, no era más que un punto de encuentro con algunos de sus más cercanos contactos. Por supuesto, ese hombre rubio no confiaba en cualquiera, pero si lo hacía no dudaría de esos que valoran y brindan el mismo trato honesto que se les da. Recién había terminado su reunión y había una cena organizada también con los hombres que asistieron.El cual era Anton Semenova de la organización del Nekravskaya y su gente de confianza; así como Vladimir y algunos más que trabajaban para él en el famoso nuevo grupo organizado que había. Cuando la mayoría de los hombres salieron dejando a solas a Anton y Vladimir, este último hizo una llamada mientras Anton se levantaba de la silla tomando un poco de agua en un vaso mientras estiraba sus piernas caminando por el elegante salón, curioseando. —¿Po
Una vez en la habitación de Vladimir.Ese hombre rubio dejó a Tatianna en la cama, ella sonrió somnolienta y se acurrucó entre esas cómodas sábanas y almohadas de tonalidad azul oscuro en esa cama matrimonial. —Huele todo a ti… —susurró Tatianna. —¿Será porque es mi habitación? —dijo él que seguía de pie, quitándose su gabardina, saco, chaleco y corbata para seguidamente sentarse en el borde de la cama en el sector izquierdo de Tatianna. Él comenzó a quitarse sus zapatillas y Tatianna que entrecerraba los ojos le susurró: —¿Por qué me has seguido el juego delante de esa mujer? —le preguntó Tatianna a su esposo curiosa. —¿Juego?—No te hagas. Sabes que quería provocarla y que vea que eres mío… —Tatianna hizo una pausa, dándose cuenta de las palabras que acababa de dejar salir de su boca sin querer. Vladimir se acostó sin decir nada al respecto. Él se encontraba boca arriba en esa cama al lado de Tatianna que estaba acostada de lado. "¿No va a decirme nada o simplemente fingirá q
3: 40 pm. La tarde de ese mismo día, Tatianna ingresó a la oficina de Vladimir. Clac~ Apenas ella cruzó la puerta se sentó sobre una silla acolchada frente al escritorio de ese CEO. —¡Necesito hablar contigo! —exclamó ella de inmediato interrumpiendo a su esposo. Él que seguía trabajando frunció el ceño al ser interrumpido por Tatianna. Vladimir era un hombre muy serio en sus obligaciones, no le gustaba que le molesten en momentos donde dedicaba su atención a su trabajo. De hecho, era su concentración a cada detalle lo que le hacía tan bueno en lo que fuera que se desempeñe. A cómo lideró la organización en la época de Don Gregori, cómo levantó su propia compañía y cómo a la vez levantaba una nueva organización. Tatianna lo sabía, había estado con él en muchos de sus trabajos en el pasado mientras aprendía. Pero ese no era un momento para dejarlo tranquilo. —No me veas de esa manera. Sé que estás ocupado… —dijo ella incómoda. —¿Si sabes que estoy ocupado, por qué vienes a-