—Lo siento… —susurró Tatianna que comenzaba a sentir frío, pero no podía decirle que cancele la práctica a ese hombre de la mafia que le envió su "encargado" a enseñarle. —Las disculpas no valen de nada, niña, solo házlo mejor —decía la voz masculina de ese hombre rubio detrás de Tatianna. Ella se giró de inmediato, viendo a Vladimir Korovin acercarse mientras sostenía un paraguas abierto, a la vez que la lluvia comenzaba a hacerse presente con más intensidad. —Señor Vladimir… —susurró Tatianna cabizbaja. El hombre joven de 23 años en ese entonces, se le quedó viendo a Tatianna, él que sostenía en su mano enguantada libre una manzana verde se la dió a ella. —Come y descansa un rato hasta que escampe la lluvia. —¡Oh, luce deliciosa! Las manzanas verdes son mis favoritas, señor Vladimir~ —sonrió ella tomándola de la mano de ese hombre y dándole de inmediato una gran mordida. —Niña tonta, lávate las manos primero, hueles a pólvora. Tatianna se sorprendió y sonrió seguidamente.
—Ah, eso… Lo había olvidado. Gracias por el recuerdo —frunció el ceño Vladimir usando el sarcasmo. Tatianna se sentó en la cama sonriente. —Tenía que vengarme después de lo que me dijiste de la droga que me diste~ —dijo ella con altivez mientras comenzaba a desvestirse. Vladimir se fue de ahí. —Tomaré una ducha, no huyas de aquí si no quieres que te capture de nuevo y te mate —advirtió él yéndose al cuarto de baño. —¿Estás loco?, no haría algo como huir después de todos los grilletes que tienes puestos en mí como un "medio de seguridad"~ —rió Tatianna, aunque su risa era falsa acompañada de una expresión de furia. Ese hombre le había dejado "un poco libre" pero el hecho que ella ya no llevara esposadas sus muñecas no significaba que era plenamente libre. Vladimir la tenía con cadenas figurativamente hablando. El contrato, el collar, todo su dinero, ahora la incógnita de qué sucedió después de que ella se desmayó en esa cabaña ardiendo en llamas…Tatianna no sabía con qué otra
••••••••••8: 00pm. La limusina se detuvo frente a ese club exclusivo, el chófer que abrió la puerta permitió que la pareja del interior bajara. Vladimir escoltando del brazo a su esposa Tatianna, ambos se dirigieron al interior del lujoso edificio. Los porteros de inmediato dieron la bienvenida a ese distinguido miembro "sean bienvenidos, señor y señora Korovin" dijo uno de los hombres. Tatianna de inmediato se sintió incómoda…No le gustaba para nada el ser llamada "señora Korovin" aunque ante la sociedad, eso era. Ella sentía que hasta su apellido le había sido robado por ese hombre… Ese apellido "Lavrov" que era de su difunta madre y a la vez… Todo lo que le quedó de ella. De inmediato, cuando ellos ingresaron, uno de los Valet del elegante club les recibió, el hombre se acercó a ellos y después de un cordial saludo, los escoltó hasta el restaurante gourmet del club. ……Al ingresar al elegante lugar, Tatianna se dió cuenta de varios detalles. 1. Vladimir era miembro y cono
Tatianna sonrió maliciosamente en ese momento y se acercó a Vladimir. La hermosa mujer de cabello castaño avellana ondulado, apoyó su rodilla en el borde del sofá individual, justo en el espacio medio de las piernas de Vladimir. Él levantó su mirada viendo a los ojos azules claros de Tatianna, mientras él seguía fumando tranquilamente. —¿Estás celoso de Nikolay? —preguntó ella descaradamente. Vladimir alzó una ceja en ese momento, sacando el cigarrillo de su boca y echando el humo a Tatianna en el rostro. —¿Por qué celaria a una m*ldita perra como tú?, deja tus estúpidos aires de grandeza, niña~ —sonrió él burlista—, esto es un contrato ni más ni menos. Tatianna apoyó sus manos en el espaldar del sofá color rojo, ella seguidamente se inclinó hacia Vladimir. Los rostros de ambos quedaron a centímetros de distancia. —¿Es así? ¿Seguro que solo soy un contrato para ti? Vladimir no respondió ante las preguntas de Tatianna y ella frunció el ceño. La expresión de él era tan vacía
••••••••••Dos días más tarde.Aeropuerto internacional de Sheremétievo, Moscú, 9pm. Llegando de Los Ángeles, USA. El hombre de cabello oscuro y ojos llamativos de un tono verde esmeralda se dirigía a la área de recogida de pasajeros en el aeropuerto, donde le recibió un chófer que había sido enviado. —Venga conmigo señor Miranova —pidió el elegante chófer que dirigió a Yuri, hasta el vehículo que lo esperaba, abriendo la puerta para él del sector trasero del automóvil. Yuri Miranova subió al vehículo. —¿Envío Ivan por mí? —preguntó él al chófer con total despreocupación. —Así es~ el señor Petrov ha estado deseando verle de nuevo~ —Cierto. Desde que decidí irme con Yulian no he regresado a Rusia —hablaba Yuri sintiendo un poco de nostalgia. ••••••••••Hace 9 años atrás. Moscú, Rusia.••••••••••Cuando Yuri Miranova tenía 22 años, su hermano mayor y líder de la organización "Bratstvo Míranova" (La hermandad Miranova), decidió irse del país. En ese entonces el grupo organizado
••••••••••De inmediato la puerta fue abierta por un mayordomo que guió a Yuri hasta el interior, rumbo a una sala simple pero agradable y acogedora. Yuri se sentó y se le ofreció de inmediato algo para tomar, el hombre rechazó pidiendo ver a Ivan Petrov, hombre a cargo de la célula de los Miranova en ese sector del país. —¡¡Yuri!! ¡Qué bueno volver a verte en persona! No es lo mismo una vídeo llamada, que poder abrazarte y hablarte cara a cara~ —sonrió Ivan apenas ingresó acercándose a Yuri que se puso de pie y correspondió el abrazo de su viejo amigo— ¡Quería ir yo mismo al aeropuerto por ti, pero mi gente no me dejó! —Jajaja~ no tienes que molestarte~ —Escuché que venías a hacer un trabajo de investigación, es extraño que el mano derecha del líder ande haciendo esos trabajos. ¿Por qué no me lo pediste a mí? —No es un trabajo cualquiera Ivan —sonrió Yuri—. La mujer de nuestro socio lo ha solicitado y financiado. —¿Tenemos que matar a alguien? —preguntó Ivan, creyendo que se tr
Tatianna revisó sus contactos. —¿Eh? —levantó una ceja ella viendo un nuevo contacto. >—Quién demonios… Ese desgraciado… —susurró Tatianna llamando de inmediato a ese contacto. —¿Si? —se escuchó del otro lado de la línea telefónica la voz de Vladimir. —Serás un Rey pero del crímen y no eres mío~ tenías que poner "de Ekaterina" jajaja~ —comenzó a reir burlista Tatianna—, aunque soy yo la que está casada contigo, eso me convierte en ¿La Reina del crímen? —No. Tú eres una esclava o un bufón. Toma tu rol~ —se escuchó la voz de Vladimir animada. —Entonces seré la esclava que se revela y mata al Rey~ me gustan los desafíos~ por cierto. No me dijiste más nada de tu viaje. —Saldremos temprano, así que no bebas demasiado o te lanzaré agua helada para levantarte a la fuerza —advirtió Vladimir para seguidamente finalizar la llamada. Tatianna hizo lanzado a su lado el teléfono y continuó tomando. "Siempre intentando controlarme. ¿Por qué hacerle caso?" •••••••••••Al día si
El automóvil se detuvo frente a un pequeño hotel en las afueras de la ciudad de Novorossiysk en un barrio que parecía no ser nada seguro, pocos edificios de tonalidades frías, árboles en los alrededores y calles poco tránsitas. Vladimir bajó del vehículo, inclinándose hacia la ventanilla clavando sus ojos celestes fríamente en su esposa por contrato. —Quédate aquí por cualquier cosa. —¿Pero y si nos multan? —Da igual. No te muevas de aquí, ¿entendido? Tatianna sabía leer las expresiones de su marido, eran pocas veces cuando actuaba expresivo pero ella que había vívido muchos años de su vida trabajando con él…Lo entendía. La mujer de cabello castaño avellana veía como su esposo ingresaba a ese edificio y seguidamente vió cómo llegó del otro extremo de la carretera el automóvil donde habían subido los otros dos misteriosos hombres. Ellos bajaron e ingresaron también al edificio con un tiempo distinto al de Vladimir. Tatianna vió su reloj de muñeca…Los minutos comenzaron a pasar