••••••••••Dos días más tarde.Aeropuerto internacional de Sheremétievo, Moscú, 9pm. Llegando de Los Ángeles, USA. El hombre de cabello oscuro y ojos llamativos de un tono verde esmeralda se dirigía a la área de recogida de pasajeros en el aeropuerto, donde le recibió un chófer que había sido enviado. —Venga conmigo señor Miranova —pidió el elegante chófer que dirigió a Yuri, hasta el vehículo que lo esperaba, abriendo la puerta para él del sector trasero del automóvil. Yuri Miranova subió al vehículo. —¿Envío Ivan por mí? —preguntó él al chófer con total despreocupación. —Así es~ el señor Petrov ha estado deseando verle de nuevo~ —Cierto. Desde que decidí irme con Yulian no he regresado a Rusia —hablaba Yuri sintiendo un poco de nostalgia. ••••••••••Hace 9 años atrás. Moscú, Rusia.••••••••••Cuando Yuri Miranova tenía 22 años, su hermano mayor y líder de la organización "Bratstvo Míranova" (La hermandad Miranova), decidió irse del país. En ese entonces el grupo organizado
••••••••••De inmediato la puerta fue abierta por un mayordomo que guió a Yuri hasta el interior, rumbo a una sala simple pero agradable y acogedora. Yuri se sentó y se le ofreció de inmediato algo para tomar, el hombre rechazó pidiendo ver a Ivan Petrov, hombre a cargo de la célula de los Miranova en ese sector del país. —¡¡Yuri!! ¡Qué bueno volver a verte en persona! No es lo mismo una vídeo llamada, que poder abrazarte y hablarte cara a cara~ —sonrió Ivan apenas ingresó acercándose a Yuri que se puso de pie y correspondió el abrazo de su viejo amigo— ¡Quería ir yo mismo al aeropuerto por ti, pero mi gente no me dejó! —Jajaja~ no tienes que molestarte~ —Escuché que venías a hacer un trabajo de investigación, es extraño que el mano derecha del líder ande haciendo esos trabajos. ¿Por qué no me lo pediste a mí? —No es un trabajo cualquiera Ivan —sonrió Yuri—. La mujer de nuestro socio lo ha solicitado y financiado. —¿Tenemos que matar a alguien? —preguntó Ivan, creyendo que se tr
Tatianna revisó sus contactos. —¿Eh? —levantó una ceja ella viendo un nuevo contacto. >—Quién demonios… Ese desgraciado… —susurró Tatianna llamando de inmediato a ese contacto. —¿Si? —se escuchó del otro lado de la línea telefónica la voz de Vladimir. —Serás un Rey pero del crímen y no eres mío~ tenías que poner "de Ekaterina" jajaja~ —comenzó a reir burlista Tatianna—, aunque soy yo la que está casada contigo, eso me convierte en ¿La Reina del crímen? —No. Tú eres una esclava o un bufón. Toma tu rol~ —se escuchó la voz de Vladimir animada. —Entonces seré la esclava que se revela y mata al Rey~ me gustan los desafíos~ por cierto. No me dijiste más nada de tu viaje. —Saldremos temprano, así que no bebas demasiado o te lanzaré agua helada para levantarte a la fuerza —advirtió Vladimir para seguidamente finalizar la llamada. Tatianna hizo lanzado a su lado el teléfono y continuó tomando. "Siempre intentando controlarme. ¿Por qué hacerle caso?" •••••••••••Al día si
El automóvil se detuvo frente a un pequeño hotel en las afueras de la ciudad de Novorossiysk en un barrio que parecía no ser nada seguro, pocos edificios de tonalidades frías, árboles en los alrededores y calles poco tránsitas. Vladimir bajó del vehículo, inclinándose hacia la ventanilla clavando sus ojos celestes fríamente en su esposa por contrato. —Quédate aquí por cualquier cosa. —¿Pero y si nos multan? —Da igual. No te muevas de aquí, ¿entendido? Tatianna sabía leer las expresiones de su marido, eran pocas veces cuando actuaba expresivo pero ella que había vívido muchos años de su vida trabajando con él…Lo entendía. La mujer de cabello castaño avellana veía como su esposo ingresaba a ese edificio y seguidamente vió cómo llegó del otro extremo de la carretera el automóvil donde habían subido los otros dos misteriosos hombres. Ellos bajaron e ingresaron también al edificio con un tiempo distinto al de Vladimir. Tatianna vió su reloj de muñeca…Los minutos comenzaron a pasar
••••••••••8: 30am. Los Ángeles, Estados Unidos: —¿Por qué hiciste algo tan arriesgado, Kristy?, me prometiste que no intentarías mezclarte más en ese mundo —le reclamaba esa mañana el magnate Nathaniel Johnson a su esposa, al él llegar de un viaje de negocios y enterarse que su esposa contactó a los hermanos Miranova. Esa hermosa mujer rubia que estaba sentada en un sofá de la sala principal de la mansión, veía seriamente en dirección a su esposo, que apenas ingresó de inmediato comenzó a hablar. —¡Estoy preocupada por Tatianna! ¡Por supuesto que lo iba a hacer Nath! —¡Tatianna no es ninguna niña Kristy, ella puede cuidarse sola! —exclamó él furioso. ¿Cómo no estaría él preocupado? A Nathaniel le preocupaba mucho Kristy, no quería que un enemigo de Tatianna busque a Kristy como objetivo al descubrir que esa rubia con la que él estaba casado era para Tatianna como su única familia. Kristy exhaló y se levantó del sofá donde se encontraba acercándose a su esposo que seguía de pie
—¡Por qué no me dejas cocinar! ¡No es cómo si fuera a dañar todo! —exclamaba Tatianna frunciendo el ceño. Vladimir que se encontraba en la cocina, se había negado a que Tatianna tocara algo ahí. —Solo deja de molestarme y ve a esperar. —¡Es que no quiero y… —Tatianna hizo una pausa cuando miró el celular de ese hombre a distancia sobre la mesa comedor junto a algunas de las bolsas de las compras— Está bien, tu ganas, me iré… Pero no soy una inútil así que déjame que te ayude al final a limpiar, ¿si? Vladimir asintió y Tatianna sonriente se marchó. Él vió de reojo por sobre su hombro a ver qué planeaba esa mujer y se dió cuenta de inmediato de sus intenciones… Sin embargo… La dejó ser. Tatianna llegó a la mesa comedor que se veía desde la entrada del anexo a la cocina. Ella tomó el celular disimuladamente y se fue rápido de ahí al salón de estar. La hermosa mujer de cabello castaño avellana se sentó sobre un sofá y sacó el teléfono. —¿No tiene ningún… ¡Diablos! ¡Si tiene bloque
—Espero que no hayas insinuado lo que creo que hiciste… —decía Tatianna frunciendo el ceño mientras sus hermosos ojos azules claros se posaban en ese hombre rubio.Vladimir se levantó de su asiento y se acercó a su esposa deteniéndose a escasos dos pasos. —Querías ir al mar, hagámoslo~ —¿Eh? ¿Ahorita…? ¿Tan tarde?, pero no habrá suficiente claridad para las fotografías. No podremos esparcirlas y que parezcas un empresario feliz con su esposa y-—No hablo de hacer material para un espectáculo falso, niña. Tampoco puedes meterte al agua, debe estar demasiada helada, pero puedes dar un paseo en mi bote si gus-—¡Iré! ¡Definitivamente iré! —exclamó Tatianna emocionada interrumpiendo a Vladimir. "Espero que este desgraciado no esté tramando algo… No hay otra explicación de por qué ser tan amable" Pensó Tatianna diligentemente. ……Minutos más tarde. La mujer de cabello castaño avellana, el cual llevaba suelto sentía cómo el viento de esa noche lo mecía lentamente. Ella que estaba ves
Los bellos ojos azules claros de esa mujer rusa se posaban en los cristales desde el interior del bote. Tatianna sentada en uno de los cómodos sofás veía como la lluvía comenzaba a hacerse cada vez más presente. —Te dije que era mejor regresar… —recalcó Vladimir frunciendo el ceño mientras se servía un trago de vodka. —No… La lluvia tampoco está mal, me gusta~ —¿Te gusta?, entonces sal afuera y conduce el bote de regreso~ —dijo él burlista. —¿Crees que no lo haría? —sonrió Tatianna maliciosa poniéndose de pie y acercándose a ese hombre rubio. Él que tomaba de la copa el vodka, tenía esa penetrante mirada celeste dirigida a su esposa. Vladimir guardó silencio, Tatianna retadora se dirigió a la puerta. —¡Espera! —la detuvo él del antebrazo. —¡Suéltame! ¡Soy capaz de hacerlo! —Lo se~ —sonrió él—. Pero es mejor que no salgas, si te resfrias serás una molestia mayor. Tatianna aceptó que él tenía razón y tiró de su brazo con fuerza, soltando el mismo del agarre que ese hombre alto