“Pronto volverás”.Esa frase retumbó en la mente de Lorraine y antes de que se diera cuenta, ya se encontraba sumida en la más profunda oscuridad. Ansiosa por salir de ese sitio, intentó correr, pero no estaba segura hacia dónde iba, ya que en donde se encontraba no sentía el piso o una zona donde pudiera desplazarse a alguna dimensión.«¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?», pensó aturdida.De pronto sintió un choque eléctrico en el pecho, que se propagó en el resto del cuerpo, causándole un intenso dolor.«¡Ah! ¿Qué me pasa? ¿Por qué me duele tanto?», gimió. Lorraine se despertó confundida de ese extraño sueño, pero se sintió más perdida al percatarse de que se encontraba acostada en una camilla, mientras era empujada por dos enfermeros.Como luz de las lámparas era bastante molesta, los cerró inmediatamente y pensó aturdida: «¿Estoy en el hospital? ¿Qué me pasó?».De pronto, escuchó la voz desesperada de Thomas:—Amor mío, preciosa, dime, ¿cómo estás?En ese punto, recordó claramente el dolor que la había hecho colapsar y al no sentir su pecho tan oprimido, murmuró débilmente.—Un poco bien, supongo.Al mismo tiempo, su madre exclamó agitada.—Mi niña, aquí está mamá. ¿Eh? No tengas miedo.En el momento en que su progenitora la tocó, Lorraine sintió un escalofrío y las palabras de ese ser misterioso retumbaron en su cabeza. Como aún no estaba segura de lo que había visto, fingió estar bien para calmar a sus angustiados familiares.—Mamá... ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar... en casa? Cuando mencionó esto, escuchó la voz de Joseph:—Fatal diagnóstico
Al día siguiente, Margaret bajó apresurada de su habitación y en el camino se topó con su padre, que en ese momento estaba saliendo del comedor. Extrañado por su prisa, preguntó:—¿Qué sucede hija? ¿Por qué estás tan apurada?—¿Eh? ¿No viste las noticias? —respondió radiante.—No, apenas voy a revisarlas en mi teléfono móvil. ¿Por qué? ¿Pasó algo muy importante?—¡Sí! —exclamó entusiasmada—. Tal vez no necesitaré hacer trucos baratos para acercarme a Thomas.—¿A qué te refieres? —preguntó el hombre extrañado.—Bueno, según lo que salió en las páginas de chismes, los paparazzi vieron a Thomas en una clínica y lo que averiguaron fue que su novia estaba internada ahí por una enfermedad grave. Le pedí a mi asistente que averiguara más al respecto y me acaba de confirmar que esa sucia perra está muy grave y tal vez no pase de esta semana. ¿No crees que eso es una excelente oportunidad para mí?Dean Spencer estaba un poco sorprendido al escuchar cómo su hija estaba contenta de que su rival
—¿Quién eres tú?Murmuró Lorraine confundida al verse a sí misma parada junto a ella. Al no obtener respuesta, volvió a preguntar.—¿Eres el alma que pertenecía a este cuerpo?Sin embargo, el espíritu se mantuvo callado, lo cual confundió más a la joven.—¿Acaso quieres recuperar tu cuerpo? —dijo de nuevo.Otra vez, el alma la miró con tristeza, pero sin emitir ni un sonido. Esto frustró a Lorraine, que no le quedó de otra que no insistir más en el absurdo interrogatorio. En ese momento, Dereck apareció en la habitación y el espíritu se esfumó.
No esperaba que el medicamento hiciera efecto rápido y, a pesar de que hice un enorme esfuerzo por mantener los ojos abiertos, tenía bastante somnolencia, que lo último que escuché fue al doctor Morgan intentando despertarme.Después de eso, recuperé la consciencia flotando en medio de la nada. Aunque ya me había acostumbrado un poco a estar en esa extraña condición, siempre era demasiado angustiante no sentir una superficie a la cual pisar.De pronto, una pequeña luz empezó a acercarse a mí, lo cual significó un alivio en medio de esa abrumante oscuridad. Cuando la tuve enfrente, empezó a sonar una voz familiar.—Gracias... finalmente puedo descansar en paz...—
El reclamo de Thomas causó gracia en Lorraine, que respondió sarcásticamente. —¿De qué está hablando señor Walker? Cuando ella lo llamó de esa manera, el vanidoso CEO exclamó ofendido. —¿Ahora soy señor Walker, señorita Ruiz? Siguiendo con el juego, Lorraine respondió divertida. —¡Sí! Hace unos días que estábamos discutiendo el asunto del tratamiento, se marchó abruptamente, sin darme la oportunidad de explicarme. ¿Cómo espera que lo trate ahora? Avergonzado por este señalamiento, aclaró la voz y admitió. —Bien, tienes razón, fui un tonto. —¿Ajá? Lorraine apenas cabía del asombro al estar parada frente a un gran crucero de lujo, donde ya la esperaba un séquito de empleados vestidos elegantemente.—Ma... mamá, ¿qué es eso? —volvió a preguntar perturbada.En ese momento, su hermano apareció portando un elegante traje y le dijo con una sonrisa radiante.—Hermanita, ¿ya te diste cuenta la ropa que llevas?—¿Eh?—¿No imaginas qué es? —insistió divertido.—No me digas que... —empezó a decir Lorraine.—¡Exacto! —exclamó su Una emotiva ceremonia
Tras decirse sus promesas de amor, Thomas comenzó a besar apasionadamente a Lorraine y después se volcó en probar su piel, la cual conocía a la perfección. En ese momento estaba ansioso por saborear su textura, como si jamás la hubiera probado.—Tho... Thomas... —gimió ella, que en ese momento se sentía tan extasiada con los avances de ese atrevido hombre.—Lory, no puedo aguantar más —dijo suplicante.Sin decir más, Thomas empezó a desvestir a Lorraine y cuando finalmente pudo verla en ropa interior, él se detuvo para admirarla con deseo, mientras besaba gentilmente las palmas de sus manos.—Lory, eres preciosa, me encantaría verte así siempre