* Información de autora:
¡Hola! Soy Mila Warui, tengo 22 años y vivo en Argentina. Amor Irresistible, y sus dos libros, han sido la trilogía que amé escribir cuando apenas tenía 19 años. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. De ir y venir, entre plataforma y plataforma, me han dado una linda oportunidad aquí en Buenovela (y estoy muy agradecida). Amor Irresistible, Amor Prohibido, y Amor Libre, reflejan la historias de adolescentes rumbo a ser adultos en busca de ser aceptados, amados, cuidados; tales como lo son realmente. Acompaña a Catherine y Drew en busca de aquel amor, sea irresistible o prohibido... ¡incluso si es libre! El amor es el sentimiento más bonito que existe.
* La trilogía se conforma por tres libros:
- Amor Irresistible: Desde que Catherine y Drew se conocen su mundo cambia para sie
—Las películas de amor me fascinan, son increíbles y más aún cuando la chica buena logra cambiar al chico malo —murmuró Lou a mi lado—. ¿Pensáis que esto puede sucedernos a nosotras, Cat? ¿Qué llegue de repente un chico esencialmente bueno y nos quiera volver locas?Rendida me levanté y me destiné a apagar el televisor. Lou siempre tiene la misma técnica para hacerme cambiar de opinión. Pero para mi defensa, los badboys son irreales y no creo que existan. O mejor dicho, creía.—Quisiera entender, ¿qué demonios tiene de especial un badboy? —pregunté curiosa luego de ver a Lou sacar uno que otros pañuelos de la caja de Kleenex.—¡Joder! ¡Cathy! ¿En qué mundo vives tú? ¿Acaso jamás has leído Hush Hush, Beatiful Disaster...?—¿Qu&eacu
Mientras que todos se preparaban para el juego del equipo de Zachary, pensaba una y otra vez sobre lo que aquel chico desconocido. Pensaba en decirle a Zach sobre lo sucedido, pero no me haría caso o quizás provocaría más problemas. Suspiré pensando en todos los problemas que podría involucrarme gracias a ello, y por aquel mismo motivo guardé silencio.Dewis se acercó con las camisetas para alentar el equipo, Cole estaba sudando por haber hecho más de treinta minutos de gimnasio, subía a su habitación y Zachary corría de aquí a allá. Recibí un mensaje de Lou, todo parecía ir bien con su padre pero se sentía demasiada aburrida. Tomé el móvil, marqué el número de mi mejor amiga y ella me contestó de inmediato.—¡Cathy! ¿Ya dejaste de ser virgen? —preguntó entre risas mientras que por detr
El partido había finalizado, el equipo de Zach —los Águilas— había tomado la delantera y ya se posicionaba en lo más alto de la lista de equipo. Bajando hacia el palco, pude notar que todos ya se iban y que por suerte mi condena en aquella oficina terminaría. Vi a Cole sostener todas mis cosas, tan absorbente y su cara de pocos amigos, no daban buenas esperanzas. Una vez que bajé, me encontré con su terrible rostro, no aguantó en dedicarme una mueca de desagrado; algo pasaba, ¿cómo no conocer a Cole, siendo su hermanita?—¿Y Lou? ¿Dewis? ¿Los demás? —pregunté mientras buscaba la mirada de mi amiga y hermano. No era difícil notarlos. Dewis tenía su cabello cubierto de un rubio, demasiado blanco, y su brazo derecho cubierto de tatuajes. Era el único de mis tres hermanos que tenía tatuajes. Los adoraba, con mucha locura. Par
—¡Amo beber demasiado! —gritó Ashton a mi costado.Estaba ebrio, demasiado, y no podía quitarlo de la mesa de cervezas donde, algunos estudiantes, jugaban a ese juego tan conocido en las películas juveniles. Aquellos vasos rojizos puestos en una forma triangular, debías rebotar la pelota y si caía en uno de ellos, la persona del equipo contrario debía beber aquel vaso de cerveza.¡Les presento a la ronda amigable! Dónde viajas en un carrito de golf, te dejan sola en el medio de una fiesta, tu casi ''ex'' te lleva por doquier por una cerveza y terminas jugando Beer Pong.El Beer Pong es un juego, que trata de encestar pelotas de ping pong en vasos llenos de cerveza desde el extremo de la mesa. Puede jugarse en pareja o simplemente solo. Pero mi equipo era junto a Ashton y sorpresivamente, Drew y su rubiecita chillona. Mi mirada buscaba a Zachary, quién no había visto desde que
Me desperté sobresaltada. Me había dormido aún con la camiseta de Drew y eso no era lo que más me sorprendía. Me sorprendía al ver a Dewis y Cole conversando como si nada hubiera pasado anoche.Se habían pegado la madre del siglo.Caminé hasta el pasillo, donde dejé que mis pies se conducieran hasta la planta baja. Una vez allí, pude ver que Lou también estaba y todos desayunaban en la pequeña terraza que teníamos en el jardín. No pude estabilizarme, me dolía la cabeza. Estaba hecha un desastre, ¡y mi ropa había desaparecido!—Malos días, ¿dónde estuviste anoche? —preguntó Dewis mientras me señalaba la nariz. Me miré en el espejo próximo al pasillo y el golpe se había hecho una gran mancha violeta, horrible. Suspiré resignada, no era un sueño.—En la fi
—Debo pedirte disculpas —murmuró mientras el coche frenaba en un semáforo—, por el beso. Creo que fueron mis impulsos por la cerveza, aunque juro no haber tomado demasiado.Me sorprendía, Drew me estaba pidiendo disculpas por haberme besado. Eso era de otro mundo, que un chico estuviera pidiéndome disculpas por hacer eso. Y lo miré, era feliz y despreocupado. Me atrapó viéndolo y luego soltó una de sus sonrisas anchas, para después concentrarse nuevamente en la carretera. Habíamos optado por ir a Lizzie's —una cafetería donde sólo sirven batidos y cafés—, prometiéndome que debía explicarme algunas cosas.—Entonces... —agregué como excusa para volver al tema del beso—, ¿me besaste porque querías besarme?—Eso creo —respondió, luego se giró y sonrió nuevamente&
Al llegar a casa, cené en silencio mientras que los demás discutían acerca de bandas internacionales. Pero sólo estábamos papá, Cole y Dewis. Zachary no había llegado, no cabía duda de que su negocio fuera tan grande como un desastre natural. Papá era astuto, y me había advertido sobre las amistades de mi hermano mayor. Claro estaba, que la universidad no es de niños buenos y que muy pocos van por lo estudios. Rawsen era un pequeño pueblo donde nacieron grandes músicos, científicos e incluso escritores. Pero como estábamos perdidos en el mapa, nadie notaba nuestra presencia excepto los excéntricos empresarios que optaban por enriquecerse con sus absurdas compañías tecnológicas.Y allí estaba, perdida en mi propio mapa de deseos absurdos. Al terminar, opté por subir a dormirme temprano. Aunque aquella mentira, Cole la conocía
Un conjunto, un vestido que casi nunca usaba y el cabello suelto; ¿quién querría verme a los ojos cuando un escote pronunciado visualizaba mis pequeños pechos? Seguramente que nadie, pero uno de cada ocho chicos puede entrarte en una noche.Por suerte divina, y gracias a todos los dioses griegos, nadie quería mi atención. Lou me había pasado a buscar, ella llevaba una flamante mini falda y un top del mismo color. Me gustaba salir con Lou, aunque eso no ocurría mucho. La confianza es como un borrador, se vuelve más y más pequeño después de cada pequeño error. Y tal cuál, eso ocurría con ella.Ambas salimos, pero para ese entonces Tadeo nos esperaba en la acera. Papá salió junto a mí mientras que saludaba a Tadeo desde la entrada. Me sonrojé, parecía una princesa que esperaba a su caballero. Y en este caso, mi caballero esperado era