A la mañana siguiente; justo cuando el sol se encontraba tan arriba en el cielo que sus rayos se filtraban por la ventana de la habitación, Lucas comenzó a despertar. Se sentía aturdido y con un terrible dolor de cabeza, síntomas que podía reconocer como los claros indicios una resaca y monumental. Sabía que había tomado demasiado el día anterior; aunque tenía buenos motivos para hacerlo, teniendo en cuenta lo ocurrido. Sabía que algo no se encontraba bien y es que tenía la mente en blanco, lo cual no solía sucederle sin importar que tanto bebiese. Consciente de la situación en la que se encontraba, lo único que le apetecía hacer era volver a dormir un par de horas; mismas en las cuales sería libre de algún modo del terrible destino que le había tocado. Acomodo su cabeza sobre la mullida almohada, volteando el rostro para ponerse cómodo. Bastó un instante para que se diese cuenta de que no se encontraba solo en aquella cama y no es que fuese la primera vez que despertaba en una sit
Lucas vagó por los alrededores de la casa durante un par de horas, hasta que se calmó lo suficiente como para volver a entrar y es que cuando se marchó lo hizo vistiendo únicamente su pantalón. No había podido pensado en tomar siquiera unos zapatos y es que en aquellos momentos todo lo que deseo fue alejarse.En cambio, la furia inicial había pasado y sabía que tenía que hacerle frente a lo sucedido. Decidió volver a entrar a la casa, encontrándolo todo en absoluto silencio; así que, aunque no lo desease, se acercó a la habitación en busca de algo de ropa.Cuando llego a la puerta de la habitación, se pegó a está intentando percibir en vano algún sonido al otro lado y es que todo se hallaba en absoluto silencio. Sabía que no podía retrasar aquello ni un solo instante más; así que terminó por abrirla sin importa
Esa noticia, lejos de sorprender a Margaret o entristecerla, lo cierto es que le hizo sentir mucho mejor y es que la sola idea de tener que pasar cada noche a su lado en aquella habitación le resultaba insoportable. Se sentía lo suficientemente arrepentida por lo ocurrido entre ambos como para arriesgarse a repetirlo; estaba por dirigirse a la puerta, cuando se vio detenida por su voz.—Haznos un favor a ambos y mantente tan alejada de mi como te sea posible. Acabemos con esta absurda luna de miel y una vez regresemos a la ciudad, haré mi mejor esfuerzo para terminar con este matrimonio lo antes posible —le advirtió.Margaret deseo poder marcharse lo antes posible de ahí, más pronto se vio detenida de nuevo por este.—Lo que ocurrió entre nosotros no se repetirá, fue un error que no pienso volver a cometer jamás— sentencio, viéndola de cerca.Aquello le hizo nota
A la mañana siguiente; Lucas despertó bastante tarde, luego de haber conciliado el sueño de madrugada. No deseaba verla, mas también era consciente de que debían hablar de lo ocurrido, que era necesario tener aquella conversación por muy difícil que fuese.Una vez se sintió lo suficientemente listo salió de la habitación, dispuesto a tocar a la puerta de Margaret; más apenas se encontró en el pasillo, escuchó un sonido que venían desde la cocina. Parecían tratarse de cacerolas y platos chocando entre sí; además de que un delicioso aroma lo envolvía todo. Alguien estaba cocinando, sin duda; así que se dirigió hacia ahí sin demora.Apenas llego, quedo un tanto sorprendido por lo que encontró y es que Margaret se hallaba frente a la estufa. Se encontraba de espaldas a él, mientras daba vueltas a un sartén.
Un par de semanas después…Lucas había pasado gran parte del día encerrado en su habitación en una interminable conferencia con miembros de la empresa, con los que trataba de encontrar una salida para el problema en el que se encontraban. No era nada sencillo; mas no pensaba rendirse, ya que si había aceptado aquel matrimonio había sido solo para intentar ganar algo de tiempo.Se encontraba tan concentrado en el asunto, que apenas había sido consciente de la gran tormenta que en aquellos momentos se suscitaba en el exterior. Había sido de ese modo hasta cerca de dos horas después; cuando la electricidad falló, desconectando el internet. Aquello que le hizo perder la conexión y con ella la conferencia.Decidió entonces tomar su teléfono para seguir por medio de una llamada normal, más pronto se dio cuenta de que este se había quedado sin carga y no ten&
Lucas llevaba algún rato buscándola sin encontrar rastro alguno de ella, lo cual le hacía sentir cada vez más frustrado y sobre todo molesto con ella. No entendía cómo pudo haber salido con un clima como ese. Pero sobre todo se sentía furioso consigo mismo, pues no había sido consciente del momento en que salió de la casa y de no haberse cortado la electricidad, sin duda no lo habría notado hasta el día siguiente. Le aterraba el solo pensarlo, pues eso bien pudo causar una verdadera desgracia; más eso aun podía pasar, por lo cual no pensaba rendirse. No tenía idea de adonde pudo haber ido, de a donde iba cada tarde y es que jamás se había molestado en siquiera tratar de averiguarlo. Estaba por volverse loco cuando vio algo, una pequeña figura en el piso. No podía verla con claridad, pero debía tratarse de ella y es que no podía ser de otra forma; así que se apresuró a acercársele. No fue sino hasta que se encontró a un par de metros, que comprobó que en efecto era ella. No perdió
Margaret debía reconocer que tenía razón, que debía sacarse aquella ropa que continuaba escurriendo hasta formar un charco a su alrededor; más en cambio apenas podía moverse y ni pensar en ponerse en pie para ir a su habitación. Sin embargo, el solo pensar en desvestirse frente a él le resultaba impensable.—¿Qué es lo que esperas? — interrogo apenas volteo a verla y la encontró justo en el mismo lugar.—No puedo hacerlo aquí frente a ti —explico, consciente de que sería un gran error. —No seas tonta, no veré si es lo que te preocupa —aseguro, dirigiendo la vista de nueva cuenta hacia la chimenea.Apenas se aseguró de que en efecto no la veía, comenzó a quitarse la ropa. El suéter fue difícil, pero al final logró deshacerse de este dando algunos tirones. En cambio, la blusa fue una historia muy diferente ya que tenía las manos tan entumecidas que el intentar desabotonarlas resulto una tarea imposible; aunado a que no dejaba de temblar sin control. Habían pasado algunos minutos y so
Los siguientes minutos fueron de lo más incomodos para ambos, ya que, aunque eran conscientes de que no era la primera vez que se veían en ese estado o incluso más desnudos, no podían evitar sentirse intranquilos. Deseaban alejarse lo antes posible el uno del otro y aun así ninguno de los dos se movió o siquiera hizo el intento de hacerlo. Fue de ese modo hasta que poco a poco fueron recuperando el calor perdido y mucho más que eso. El sentir la respiración de Lucas en su cuello le hizo sentir cada vez más nerviosa, tanto que sentía como si su corazón estuviese a punto de salírsele del pecho y su piel no paraba de erizarse. Apenas podía creer lo que Lucas estaba haciendo, que se comportase de una forma tan tierna y protectora; pues eso era algo que jamás habría esperado de él. Era tan de ese modo que incluso llego a pensar que se trataba solo de un sueño o que quizás no fuese él; así que deseando comprobarlo volteo a sus espaldas con lentitud para verle. Al hacerlo, su rostro quedo