Margaret fue testigo de la hermosa familia que tenía Marco, de cuanto es que amaba a su esposa y lo felices que eran al lado de sus hijos. Se sentía genuinamente feliz por él; aun así, no pudo evitar que en el fondo le doliera y es que esa era la clase de vida que alguna vez creyó tendría con Lucas.
Un par de horas después; se encontraba sola en la habitación los gemelos, la cual amablemente le habían prestado. Lo cierto es que se sentía demasiado cansada como para negarse, aunque no por eso pudo evitar sentirse mal por ser una molestia para su familia. Se encontraba a solas en medio de la obscuridad de la noche, cuando comenzó a llorar en silencio. Se sentía tan triste, desesperaba y era tanto el dolor que sentía que no tardo en volverse algo físico. Le dolía el corazón, sentía un nudo en el estómago y hasta le costaba respirar; le costaba poUnos días después…Lucas sentía que se volvía loco, no había tenido noticias de Margaret y eso le tenía desesperado. Al fin tenía la demanda de divorcio en sus manos, pero no tenía la menor idea de a donde enviarla. En un principio había dado por hecho que regreso a casa de Thomas, después de todo no tenía ningún otro sitio al cual ir.Sin embargo, conforme pasaba el tiempo y ella no aparecía sabia que no estaba con él; después de todo conocía a Thomas y estaba seguro de que este le aria regresar. Hizo de todo para obligarlos a contraer matrimonio y sin duda no consentiría que este terminara.Mientras más pensaba al respecto, más temía donde se encontraba y es que la idea de que se hubiera marchado con su amante no dejaba de rondarle por la cabeza con cada vez más fuerza.La verdad es que habí
Mes y medio después...Margaret continuaba viviendo en casa de Marco y su familia. En un inicio había tenido la determinación de marcharse lo antes posible, pero no podía hacerlo, no tenía ningún sitio al cual ir; además de que había llegado a sentirse en familia entre ellos. Se sentía protegida y eso sin duda le reconfortaba en medio de los difíciles momentos que atravesaba; más debía reconocer que le hacía sentir temerosa.Sabía muy bien lo que pasaba cada vez que llegaba a sentirse feliz, a estar dichosa y en esos momentos le asustaba más que nada. Se había encariñado terriblemente con los gemelos; los cuales eran un par tan lleno de energía que algunas veces era difícil seguirles el paso. Lo cierto, es que eso era lo mejor para ella y es que le ayudaba a no tener siquiera la oportunidad de pensar. Entre llevarlos a la escuela, sus o
Margaret no tenía la menor idea de a lo que se refería, lo que pudo ponerla en ese estado. Sin embargo, apenas tomo el periódico se encontró con la explicación y es que en este se leía un anuncio de lo más inesperado.—¿Que significa esto? —trato de entender y es que no le encontraba el sentido.—Tu esposo entablo una demanda de divorcio en tu contra, pero como no ha logrado encontrarte; bueno pues esta es una forma de hacértelo saber. No es muy común, pero se usa en casos en que no se conoce el paradero de uno de los conyugues. Entonces se realiza una publicación como esta —le explico usando sus conocimientos como abogada.—¿Qué sucederá ahora? —deseo tener las cosas al menos un poco más claras.—Tienes dos opciones. Te puedes dar por enterada y acudir al juzgado, donde serás parte del proceso de divorcio
Un mes después...Lucas había salido a cenar con Sarah, la verdad es que no se encontraba de humor para hacerlo y aun así accedió para complacerla, para tenerla feliz. Había comentado que tenía antojo de comida italiana, por lo cual la llevo a uno de los mejores restaurantes de la ciudad.En esos días, la complacía hasta con el menor de sus caprichos y es que deseaba que todo fuera bien con su embarazo. Para ese momento su vientre se había hecho visible y los rumores sobre su relación no habían tardado en hacerse presentes. Había deseado para ese momento ya ser libre de presentarla como si futura esposa, mas no era de ese modo y es que la sentencia aún no se había dictado.Acababan de pedir la cena, cuando de pronto algo al otro lado del restaurante llamo la atención de Lucas; se trataba de un rostro que creía reconocer. Mientras más lo ve
Sarah no tenía la menor idea de lo que le pasaba. En un principio dio por hecho que había visto a alguien conocido, quizás que deseaba saludarlo; pero le vasto verlo golpear a aquel hombre para darse cuenta de que no era de ese modo. Tenía en claro que algo sucedía y para su desgracia no era la única en notarlo, sino que todo el restaurante les observaba y es que resultaba imposible no hacerlo. Lucas estaba dando un gran espectáculo y para su desgracia podía ver a varios conocidos entre los presentes, entre ellos un par de miembros de la prensa. Estos se encontraban más que interesados por lo que pasaba, así que debía detenerlo antes de que las cosas empeoraran aún más.Corrió hacia ambos, tomando a Lucas por uno de los brazos para intentar alejarlo; por desgracia le fue imposible.—¿Qué diablos estás haciendo Lucas? —le cuestiono, volteando a
Margaret había hecho una hermosa casa de campaña para los gemelos en su habitación, en la cual habían jugado hasta quedarse dormidos y ella a su lado, vigilando su sueño.Dormía profundamente, pero cuando pasada la media noche escucho como la puerta de la casa se abría y alguien entraba por esta, se preocupó. Marco y Lisa se encontraban fuera celebrando su aniversario e incluso le habían dicho que no pensaban volver hasta el día siguiente por la tarde, lo cual le hizo pensar en dos posibilidades. Alguien había entrado a la casa o algo malo había sucedido para que ellos regresaran tan pronto; en todo caso estaba angustiada, así que se levantó con suma lentitud intentando no despertar a los gemelos.Apenas salió al pasillo, vio que la luz en la habitación de Marco se encontraba encendida y se escuchaban sus voces en el interior. La puerta se encontraba
Lucas se encontraba trabajando en su oficina, cuando de pronto la puerta se abrió sin más.—Le dije que no estoy para nadie —dijo dando por hecho que se trataba de su secretaria.Sin embargo, al no recibir respuesta alguna levanto el rostro para encontrarse con Margaret. Era sin duda a quien menos habría esperado y es que había estado buscándola sin resultado alguno, parecía que había desaparecido de la faz de la tierra. En cambio, en esos momentos se encontraba justo ante él de forma sin duda inesperada.—Margaret —apenas podía pronunciar su nombre mientras se le quedaba viendo fijamente.La verdad es que al verla no pudo evitar que aquel amor y pasión que sentía por ella salieran una vez más a la superficie y es que aquellos sentimientos no podían desaparecer de la nada. Era de ese modo, aun cuando era consciente de su traición, la cua
Lucas apenas podía creer lo que estaba pasando. Ante sí, se encontraba la mujer que solía preferir permanecer en silencio ante los problemas, que evitaba a toda costa la confrontación. No obstante, se presentaba ante él para defender con fiereza a otro hombre.—¿En verdad me enfrentarías por él? —le cuestiono con incredulidad.—Por supuesto, Marco… —afirmaba, cuando de pronto se vio interrumpida por este.—Así que ese es su nombre, Marco. Solo me gustaría saber que te dio él para que arruinaras todo lo que teníamos, para que tiraras por la borda el amor que yo te tenía —deseo poder entender.—¿Amor dices? —le cuestiono sin poder evitar que una sonrisa irónica apareciera en su rostro y es que apenas podía creer lo que estaba escuchando.—Si, amor. Yo te amaba y tú lo arruinaste todo