Intrigados por la manera en que Yash les había recibido, pasaron a la terraza preguntándose: ¿ahora qué había ocurrido?, pero apenas se escucharon las voces, Arin anunció, —Son mis padres.

— Oh, qué nervios.

Fueron recibidos por Vedant quien se acercó a ellos. La escena era de lo más dantesca, con la abuela jugando con los nietos tirada en una colcha en el suelo y que al notar su llegada se levantó lo más rápido que pudo.

—Qué..... sorpresa—, dijo Kaira en voz baja.

Pero Vedant espontáneamente la abrazó conmovido, —Hola hija, tanto tiempo sin verte, me alegra tanto que estés bien, es increíble todo lo que tuviste que pasar.

— Por favor, no piense en eso.

— Debieron decirme que vendrían—, Arin no quería poner en una situación incómoda a Kaira y aún más después de que recién lo acababa de aceptar y habían pasado una noche especial.

— Supusimos que rechazarías la idea—, respondió su madre apenada.

— Pues piensan bien, ¿cómo nos ponen en semejante situación?, han debido esperar a que lo