Ante aquellas palabras que parecían tan honestas, Kaira sintió su corazón acelerarse; sin embargo, Arin quien tenía un profundo miedo de perder la oportunidad de estar junto a ella, explicó.

— No tienes que responder nada, solo quería expresarte mis sentimientos. Cuando te dieron por desaparecida, me juré que no esperaría para confesártelo.

— ¿Y si de nuevo solo te estás apresurando?, ¿no crees que solo estás conmocionado?, también están los sentimientos por los niños.

— Estoy seguro, pero sé que está en mí ganarme tu afecto y confianza, tengo paciencia, puedo esperar por ti toda una vida, solo que con todo lo ocurrido aprendí que no podemos posponer el amor, todo puede cambiar en un segundo.

— No pienses en esas cosas.

— Ya has sufrido demasiado y solo deseo hacerte feliz cada día, pero si me toca partir, quiero que estés segura, que eres la única para mí, ahora, si gustas, sigamos bailando.

— Por supuesto.

Tres canciones después estaban recostados cada uno en una tumbona observando