—¿Estás hablando en serio, Tatiana? —La voz de Tamaz estaba llena de incredulidad y hasta Robert, que era un hombre que confiaba siempre, estaba extrañado del comentario que hiciera ella.—Eso es algo increíble, Tatiana —dijo Robert con una expresión de asombro en su cara— Si no fuera porque tú lo estás contando no lo creería—Pues, los entiendo, si para mí que fue quien lo vivió me parece absurdo e irreal imagino que para ustedes es peor. Pero lo explicaré lo mejor que pueda.Tatiana se sumergió de nuevo en los recuerdos, su cerebro siempre había sido muy preciso y nunca dejaba escapar un detalle por pequeño que fuera, sin embargo, supo por propia experiencia que tanto el amor intenso como el dolor pueden cambiar nuestras perspectivas y aún nuestra manera de ver las cosas.Recordó el día que el general la visitó de nuevo, habían pasado varios días desde la primera visita que le había hecho. Ya ella caminaba por sí sola aunque tenía todavía un poco de dificultad para moverse, el docto
Tatiana estuvo quieta por bastante tiempo, cuando el general salió de la habitación eran aproximadamente las cinco de la tarde y ahora el sol se había escondido hacía bastante rato, las sombras cubrían todo lo que se podía ver por la ventana, pero Tatiana no veía nada.Era un dolor sordo que se le anidaba en el pecho, recordaba el dolor que le había causado la bala, así como el dolor que le había quedado al despertar de la anestesia en una ocasión, pero ninguno de esos dolores se comparaban con el que sentía ahora.Velkan… Velkan… el único y verdadero amor de su vida, muerto. No podía creerlo, hubiera jurado que era casi indestructible, cuando lo consiguió tirado en medio de un charco de sangre pensó que había muerto, pero al acercarse y tocarlo se dió cuenta que estaba vivo, aunque su respiración era fatigosa.Ella lo cuidó y alimentó por semanas hasta que se recuperó por completo, era un hombre tan fuerte, lo habían herido innumerable cantidad de veces y habían intentado matarlo en
La misión que estaba llevando a cabo no había concluido todavía y el encuentro con el espía moribundo había sido bastante casual. Ella tenía que ir hasta ese edificio para encontrarse con un traficante que le daría una valiosa pista para su trabajo, pero encontró al hombre muerto y a su lado a este hombre al que conocía de cuando trabajó en el servicio secreto antes de convertirse en la Dama Negra.Tatiana se marchó rápidamente de la escena pero sin dejar de pensar que la información que le había dado Alexey, que así se llamaba el agente que estaba muriendo, tenía que estar equivocada de alguna manera, pero, ¿Por qué? ¿Cuál sería la razón para que usaran los nombres claves de Velkan si estaba muerto?No sabía exactamente lo que estaba pasando pero, ¿Y sí la información era correcta? Eso generaba más preguntas que respuestas, sí, eran varias cosas que tendría que averiguar, en especial tendría que averiguar por qué razón le habían ocultado a ella que Velkan estaba vivo. ¿O todos habían
—¿Recuerdas cuando viniste a una misión en Kiev, para eliminar a un espía que había traicionado a los rusos y que lo enfrentaste en un barrio al norte de la ciudad?—Eso fue hace muchos años, ya yo trabajaba como la Dama Negra, pero, ¿Eso qué tiene que ver contigo? —la curiosidad de Tatiana aumentó.—Pues, ese espía era mi tío, Tatiana. Y estaba en casa de mi madre cuando lo encontraste y pudiste haberlo matado allí mismo y a mí madre también, pero no lo hiciste.—En mi ética personal figura que no mato niños ni personas inocentes.—Lo sé, Tatiana, pero mi mamá trató de matarte para proteger a su hermano y tú solo la heriste, cuando pudiste haberla matado fácilmente.—La recuerdo, una mujer muy valiente —Tatiana recordó a la mujer que se le opuso cuando iba a dispararle al espía, la mujer le disparó y la hirió en un brazo, pero ella le devolvió el disparo hiriéndola en la mano para desarmarla.—Sí, pero también muy tonta, ella reconoció que no quisiste hacerle daño. Yo tuve que alejar
—Pues no lo es, por supuesto que lo conocí —dijo para sorpresa de Elene— Pero prosigue que luego yo te contaré.—Como te dije había una enorme expectativa por ver pelear a Mamuladze contra Velkan, todos estábamos emocionados, por lo menos yo había visto pelear a Mamuladze antes, había dejado muy mal a uno de los instructores de la academia, por eso lo amonestaron pero debieron expulsarlo porque lo hizo con toda maldad. Parecía una mole de músculos y tenía una fuerza increíble, pero eso le restaba un poco de habilidad.—Así era —dijo Tatiana con una sonrisa irónica en su rostro.—En realidad todos esperábamos una ruda pelea de sangre y sudor, incluso algunos huesos rotos, pero la realidad fue otra, Velkan se dedicó prácticamente a jugar con Mamuladze como le dió la gana por casi 20 minutos hasta que éste respiraba ahogadamente, exhausto por el esfuerzo de tratar de alcanzar a Velkan. En una de esas Mamuladze se lanzó con fuerza sobre Velkan y éste, con un golpe de la palma de su mano e
Tatiana se quedó callada un momento, los que la escuchaban en ese momento permanecieron en silencio asimilando lo que ella acababa de contarles, luego, sacudiendo la cabeza un poco como para difuminar los recuerdos, se les quedó mirando.—Esa fue la manera en que supe en definitiva lo que le había pasado a Velkan —dijo ella con sencillez.Ambos hombres, Tamaz y Robert la miraban con admiración, era una historia que merecía ser novelada. Parecía increíble aún para ellos, que conocían muy bien ese medio, por todo lo que habían pasado sus dos amigos, tanto Velkan como Tatiana habían superado cosas en las que otras personas hubieran fallado irremisiblemente.—Pero aún después de eso tuviste que seguir investigando, cierto —La vida de Tamaz, profunda y sonora se dejó escuchar en la habitación.—Por supuesto, aún con la ayuda de Elene se me hizo difícil seguir el rastro de Velkan hasta Europa Central, como ustedes saben, seguir el rastro de "la sombra" siempre fue difícil.—Sin embargo ahor
—¿Ellos están esperando a que yo lo mate, general? —la pregunta de Tatiana era solo para corroborar lo que ya presentía.—Así es, Tatiana —el general bajó un poco la voz— Después de deshacerte de dos agentes que te seguían en Kiev, el último en el aeropuerto, a quien dejaste sentado en la sala de espera como si estuviera vivo, y de evadir todos los controles para llegar aquí les dió esa impresión.—Eso quiere decir que yo estoy sentenciada también, ¿No? —la voz de ella ya no era fría pero si dura, ahora ya sabía adónde estaba el enemigo.—Así es —dijo el general, está vez de nuevo con el dejó de tristeza en la voz— No he hecho todo lo que me pidieron, desconecté los micrófonos que pusieron aquí en la oficina, así que es cuestión de tiempo para que vengan a buscarte, pero como siempre —su tono de voz se volvió marcial como en los viejos tiempos— Siempre puedes contar conmigo.El general se estiró cuán alto era, se arregló su uniforme que estaba impecable como siempre y hasta se veía co
Tatiana estuvo "guardada" en esa casa un par de días, tenía suficientes provisiones incluyendo algunas en una pequeña y antigua nevera que formaba parte del mobiliario de la casa. Al tercer día salió y se dirigió a una estación de buses cercana, eran casi las dos de la tarde, llegó hasta el centro de la ciudad, allí se dirigió hacia una calle donde habían varios talleres y un par de tiendas de ventas de armas y antigüedades.Entró en una de las tiendas de antigüedades y armas y allí tardó un poco más de media hora, luego salió con algunos paquetes y bolsas, y después entró en una ferretería dónde compró otras cosas, de allí regresó a la casa.Al otro día se dirigió, muy temprano en la mañana, hacia un barrio elegante en las afueras de la capital, aunque las casas tenían un aspecto un tanto austero se notaba que los que vivían allí tenían una mejor posición económica que el resto de la población, aparte de eso se veían guardias de seguridad en varias casetas a lo largo de la barriada.