Hábilmente Velkan movió sus dedos en la intimidad de Tamar, primero jugó con el exterior, rozaba sus labios mayores con la punta de sus dedos índice y medio, los pellizcaba suavemente, luego los recorría en toda su extensión, luego volvía a pellizcarlos de nuevo, y la expectativa de ella de ser tocada aumentaba por momentos, entonces su dedo medio recorrió el centro de su cavidad, desde el límite inferior hasta el nacimiento de su clítoris.Sus piernas no aguantaron por mucho tiempo por lo que Velkan tuvo que sostenerla, la ayudó a que se recostara de nuevo, allí siguió estimulando sus pezones con una mano y su boca mientras su mano derecha volvía a deslizarse a su íntima cavidad. Ésta vez el ataque comenzó casi como la primera vez, pero con más intensidad porque ahora ella estaba con las piernas abiertas de par en par, y su mano tenía acceso completo a su tesoro íntimo.Los dedos seguían recorriendo sus labios vaginales haciendo que las sensaciones se intensificaran en su cuerpo, el
Después de asearse y arreglarse un poco se sirvieron una frugal cena, y se prepararon para dormir, en la mañana continuaba la dura jornada y necesitarían de toda la energía de que fueran capaces. Al poco rato estaban durmiendo profundamente, aunque Velkan nunca estaba completamente rendido, su cerebro estaba entrenado para despertarse al menor ruido sospechoso que rompiera el silencio de la noche.Esa mañana, el pelotón había marchado a grandes pasos, al mediodía se encontraban en la cima del primer paso, el teniente Meskhi ordenó a una columna de hombres que revisara el terreno circundante en busca de cualquier indicio que les dijera si los fugitivos habían pasado por allí.Los demás soldados se dispusieron a organizar todo para comer y descansar un poco antes de continuar con la persecución. El teniente se comunicó con la base para reportar su progreso y para saber si había habido alguna novedad que los orientara con respecto al rumbo a seguir. Sería muy triste que ellos marcharán e
La mañana llegó con un clima que se enfriaba por momentos, parecía como si el invierno estuviera llegando, pero aún no llegaban a mediados del otoño, sin embargo la temperatura se estaba poniendo cada vez más fría.Velkan se levantó antes de que saliera el sol y dejó que Tamar durmiera un poco más. Se habían acostado temprano, literalmente después de su increíble encuentro amoroso, sin embargo, en medio de las emociones vividas juntos en ese par de días. Y entre una cosa y otra se habían quedado hablando casi hasta las once de la noche. Velkan se vistió con su chaqueta y añadió otra franela debajo de su camisa para compensar un poco la temperatura ambiental. Salió de la tienda y se sentó afuera para esperar el amanecer mientras pensaba un poco.Cualquiera pensaría que él era un hombre sin sentimientos porque había dado cabida al amor de la doctora Tamar Savadze sin ponerle algún impedimento, sin embargo él no se había sentido muy cómodo con la idea de volver a dejar que sus sentimien
Por eso cuando pudieron escapar Tamar decidió abrir su corazón con él, ella sabía que le habían matado a la mujer que amaba con locura, sin embargo lo único que ella quería era hacerlo feliz y no decirle nada no mejoraba la situación de él. Ella pensaba que podría amarlo por siempre así él no la quisiera, sin embargo, ella no le era indiferente a él tampoco.Velkan estaba pensando en estas cosas en la puerta de su tienda, recordando también las cosas que le había contado la doctora. Decidió que se daría una oportunidad de ser feliz, sabía que no la amaba como a Tatiana. Pero al menos podría compartir con ella su compañía, sabía que su amor romántico estaba aún apegado a la imagen de Tatiana, sin embargo, también sabía que sentía un claro afecto por Tamar, eso no podía ocultarselo a nadie, y mucho menos a sí mismo.Se levantó para entrar en la tienda para despertar a Tamar y así poder continuar el viaje. Pero ella ya estaba despierta y al verlo entrar le dedicó una dulce sonrisa y exte
Velkan metió la mano en su mochila donde llevaba las armas y tomado la AK-47 se la extendió a Tamar con una sonrisa en sus labios. Ella la tomó y la examinó como toda una experta, revisó el cerrojo y el seguro, luego extrajo el cargador para comprobar si estaba al tope de carga. Una vez que lo comprobó todo se volvió hacia Velkan a quién toda esa preparación del arma lo tenía cautivado.—Listo, amor —le dijo— Yo te cubriré mientras tú tomas el tiempo para hacer un buen tiro, cariñoLa sonrisa de Velkan se amplió al asentir para decirle que había entendido todo lo que ella le decía. Ella salió del parapeto de piedras para subir y ubicarse en un lugar un poco más alto y retirado de Velkan, el helicóptero se movió un poco pero no dispararon, por lo que Velkan supo a ciencia cierta que él era el objetivo que habían mandado a custodiar para que no escapara. Los tripulantes de la aeronave debieron ser más prudentes con respecto a la mujer que acompañaba a su objetivo, no sólo era una mujer
Cuando el teniente Meskhi llegó al sitio se quedó de una pieza, completamente desconcertado, el helicóptero yacía destrozado en el suelo y al parecer no habían sobrevivientes. Al lado del aparato estaba un cadáver y del otro lado se podían ver las botas de otro, y más allá del helicóptero estaba el cuerpo de un soldado y otro de un artillero, que se podía identificar por el casco.Mando al sargento y a algunos soldados a que revisaran con cuidado los alrededores de la aeronave y a otros a revisar los contornos para ver si encontraban algo que indicara lo que había sucedido allí. No traía expertos en el pelotón, pero algunos de ellos eran buenos rastreadores y podían seguir un rastro sin ninguna dificultad.Al poco rato regresó el sargento diciéndole que el helicóptero presentaba numerosos impactos de bala en los costados y que todos habían muerto por un certero disparo en sus cabezas. Lo que quería decir que el prófugo disfrutaba de una magnífica puntería, lo que lo calificaba como un
Llegaron a una larga explanada que estaba justo antes del paso del águila, este paso era estrecho y quedaba entre dos escarpadas paredes de roca que se levantaban como guardianes de la montaña. Pero era el único lugar por donde se podía pasar hacia el monte Elbrús, de resto se tenía que subir por un costado de montaña que era lo suficientemente empinado como para no arriesgarse a subirlo. Para hacerlo hubiera sido necesario un equipo de alpinismo y así poder intentarlo con cierta seguridad.Para llegar a ese paso había que atravesar la explanada rocosa y luego emprender la subida por la falda del pico que era bastante inclinada hasta llegar al paso. Había que recorrer unos cuatrocientos metros de explanada para luego subir casi mil metros por la pendiente desnuda y muy rocosa, en dónde podían presentar un blanco bastante fácil para cualquier tirador promedio, en el caso de que los alcanzaran mientras subían.Ya la tarde estaba bastante avanzada así que, o buscaban un lugar para pasar
El primer resplandor que anunciaba el alba aún no se manifestaba en las montañas cuando ya Velkan y Tamar se habían levantado y comenzaban a recoger todas las cosas que se tenían que empacar. Velkan recogía la tienda mientras ella preparaba café de nuevo para comer con pan y un poco del queso que habían tomado de las provisiones de la base. Luego de terminar de recoger todo se prepararon para comenzar la marcha, sin embargo él se detuvo por unos momentos como si estuviera pensando en algo que le preocupaba mucho.De repente colocó sus mochilas de nuevo en el piso. Hasta ahora habían marchado sin llevar las armas en la mano, solo Velkan llevaba la AK-47 al hombro como medida de seguridad en caso de que los alcanzaran mientras marchaban al paso del águila, pero ahora tenía la clara impresión de que debían llevar las armas a la mano, sabia de la importancia que le estaban dando a él en estos momentos, incluso mucho más que la otra vez que lo habían perseguido porque aquella vez se habían