Dominick Wembley
―Es muy raro, Dom. ―dijo mi madre mientras acomodó la pajarita del traje, estábamos en uno de los cuartos privados del interior de la catedral. Mi padre caminó de un lado a otro, impaciente, ya quería terminar con todo este evento. ―Se cambió más de tres vestidos por qué no le quedaba ninguno.
―Dice que de los nervios estuvo comiendo bastante. ¿Y qué tiene? ―repliqué.
―Insisto que…―la interrumpí ya irritado.
―La doctora ha confirmado que sigue siendo virgen. ―miré a mi madre por un momento en señal de que se detuviera con sus comentarios. Luego hablé hacia a mi padre. ―Deja de caminar, me estás mareando, padre. ―lo miré por el reflejo del espejo, él se detuvo para verme.
―La boda empieza en menos de quince minutos, ya quiero que la niñ
James Maxwell“—Regresa, James. —dijo Peter a mi espalda, no podía creer lo hermosa que lucía Emily en ese vestido de novia...erasimplemente perfecta. La prensa británica cubría el gran evento, estaba por entrar a la capilla donde la esperaba otro hombre y daría el "Sí, acepto"—Sé feliz, Emily, mi dulce y rebelde niña. —Dije eso último en una despedida para siempre antes de subir a la camioneta para ir al aeropuerto y salir del país."Me había quedado dormido por unos momentos, el cansanciome tenía agotado, estaba sentado en el sillón del lobby esperando al resto de equipo. Me pasé ambas manos
James MaxwellElla siguió viéndome y no decía nada. Mi corazón latió de manera frenética al ver que no era un sueño, que era ella.― ¿Q-Qué es lo que haces aquí? ¿T-Tu boda? ―Balbuceé como un tonto.―Cambio de planes. ―dijo con una sonrisa en sus labios, alcé mis cejas.―Es más que obvio que no se ha casado, James. ―dijo Peter en un tono de emoción.― ¿Cuándo es que vas a reaccionar e irás con ella? ¡No se ha casado con el hijo de puta aquel! ―dijo Miles sentándose de rodillas en el asiento y mirando haciaa<
Emily EvansEstaba temblando bajo su abrazo, sentí como su corazón latía a toda prisa debajo de aquel hombre, un hombreque me había robado sin más, el corazón, no me importaba la edad, ni las clases sociales, solo lo que importaba era nosotros.Tocaron a la puerta, nos separamos por un breve momento, él se enderezó y se aclaró la garganta, sus ojos aún estaban rojizos, levanté mis manos para acariciar sus mejillas y limpiar el camino de lágrimas que tenía.―Te amo, James. ―él cerró sus ojos saboreandocada palabra que salió de mi boca, al abrirlos, él se mostró conmovido, sus labios buscaron con desesperación losmíos, nos perdimos por un momento en ese beso, recordándonos el uno al otro que esto era real. Tocaron de nuevo, él se separó, sin
Scott CollinsCaminé de un lado a otra afuera de la habitación de Bárbara, miré mi celular de nuevo en espera de algún mensajede James, me había quedado preocupado por la manera en la que se había marchado, debió de ser algo muy grande al grado de dejar a Bárbara, temiendo que podría tener otra de sus crisis. Me pasé una mano por mi rostro, la falta de sueño, la falta de descanso, estaba llegando a su límite, habían pasado cinco enfermeras desde hace un poco más de veinticuatro horas que no soportan el trato de ella. Hastahoy, no había una crisis por no ver a James y esperaba que siguiera así.Al ver que salía el personal de enfermería de suhabitación, toqué la puerta para ver que todo estuviese bien, pero no escuché que me dejara pasar, giré el p
James MaxwellPeter susurró cerca de mí algo que no entendí, abrí los ojos y pude verlo sentado de rodillas en el asiento frente amí, con su pecho contra el respaldo de este, susurró ya que Emily estaba a mi lado hecha un ovillo a mi costado, estaba dormida y él intentaba no despertarla.—Ya vamos a llegar. —articuló con sus labios sin hacer ruido.—Okey, ¿Te encargaste de lo que te pedí? —él sonrió.—Por la mañana estará listo y lo otro también, Miles se ha encargado de reunir los documentos. —le di lasgracias, luego se fue para despertar a los demás. Emily se removió poco a poco hasta que su rostro quedóacomodado cerca de mi pecho, si bajaba un poco mi barbilla hacia a ella, podía rozar con mis labios su frente. Se ve
James MaxwellBiel arqueó una ceja.—Sé qué cuidarás de ellos, Emily ha pasado por mucho y sé qué lo mejor es que estén juntos,pero hasta que llegue George a la ciudad, recomendaría que omitieran esa información, me han informado que antes de irse a la catedral…—detuvo un momento sus palabras. —…tuvo un posible casi pre infarto por la tensión que cargaba.— ¿Pero está bien ahora? —pregunté rápidamente, él asintió.—Está haciendo unos movimientos para volar lo más posible hacia acá.—Por hoy pueden quedarseen el hotel, mañanasolucionaré dónde quedarse.—Es muy amable, pero me gustaría que antes, tienen que hablar con George, ya lo que pase de ahí en ade
Emily EvansBiel estaba en recepción para recoger la tarjeta de las habitaciones, yo estaba esperando mientras mirabaalrededor, era muy lujoso, tenía muy bonita decoración, cuando miré hacia el otro lado, miré a James entrar con una maleta al lugar, pensé por un momento que mi imaginación me estaba haciendo una broma, pude notar que sonrió de una manera discreta.— ¿James? —segundos después llegó frente a mí. — ¿Qué haces aquí?—Voy a quedarme solo por esta noche. —abrí mis ojos un poco más con muchasorpresa. Miró hacia Biel que había llegado a mi lado.—Ya están las habitaciones. —miré a Biel quien no pareció estar sorprendido con la presencia de James.—Gracias, —dijo James aceptando
James MaxwellEmily aun no despertaba para desayunar, así que le informé a Biel que le dijera que me enviara un texto del celularde él para avisarme cuando despertara y me encargaría de regresar cuanto antes para desayunar juntos. Quería solucionar lo de Bárbara, los dejaría protegidos como hasta ahora lo he hecho, luego, esperaría la llegada de George para hablar primeramente con él antes de que lo hiciera con su hija. Estaba decidido a hacer las cosas como correspondía. Peter estaba enviándome fotos del nuevo lugar dóndeme llevaría a Emily y a mi hijo, incluso, ya había hecho una cita con la mejor ginecóloga de la ciudad. Todo se estaba organizando pocoa poco. Al llegar al hospital, entré y pensé detenidamente lo que diría. Al llegar a la sala de espera del piso dónde estaba B&aa