Emily Evans
Biel estaba en recepción para recoger la tarjeta de las habitaciones, yo estaba esperando mientras miraba alrededor, era muy lujoso, tenía muy bonita decoración, cuando miré hacia el otro lado, miré a James entrar con una maleta al lugar, pensé por un momento que mi imaginación me estaba haciendo una broma, pude notar que sonrió de una manera discreta.
— ¿James? —segundos después llegó frente a mí. — ¿Qué haces aquí?
—Voy a quedarme solo por esta noche. —abrí mis ojos un poco más con mucha sorpresa. Miró hacia Biel que había llegado a mi lado.
—Ya están las habitaciones. —miré a Biel quien no pareció estar sorprendido con la presencia de James.
—Gracias, —dijo James aceptando
James MaxwellEmily aun no despertaba para desayunar, así que le informé a Biel que le dijera que me enviara un texto del celularde él para avisarme cuando despertara y me encargaría de regresar cuanto antes para desayunar juntos. Quería solucionar lo de Bárbara, los dejaría protegidos como hasta ahora lo he hecho, luego, esperaría la llegada de George para hablar primeramente con él antes de que lo hiciera con su hija. Estaba decidido a hacer las cosas como correspondía. Peter estaba enviándome fotos del nuevo lugar dóndeme llevaría a Emily y a mi hijo, incluso, ya había hecho una cita con la mejor ginecóloga de la ciudad. Todo se estaba organizando pocoa poco. Al llegar al hospital, entré y pensé detenidamente lo que diría. Al llegar a la sala de espera del piso dónde estaba B&aa
Emily EvansDespués de un par de arcadas, quedé sentada en el piso frío del baño de mi habitación. Biel mostró bastante preocupación.—James ha enviado mensaje que llega en unos minutos más, —asentí pasando mi mano por mi frente para retirar mi cabello.—Gracias…—susurré, ya había vomitado la botella de agua que solía tomar por las mañanas, no tenía nada más que sacar si aún no he desayunado.—Pediré mejor el desayuno a la habitación, ¿Qué dices? —me gustó bastante la idea, no quería estar esquivando mesas en elrestaurante para salir corriendo a los servicios. Además, tendría más privacidad con James.—Sí, gracias. Pide por favor avena y fruta, —levante un poco mi
James Maxwell—Así es, señor Evans. Sabremos... —le anuncié, aunque por un momento dudé, ya que Biel había dicho lo de su salud,pero ya había dado el primer paso. —Y lo acepte o no, estoy dispuesto a protegerlos contra todo el mundo...Ya que yo soy el padre del hijo que espera su hija. —terminé diciendo con total seguridad y confianza, me puse a lado de Emily.— ¿James? —preguntó sorprendido y luego mostró confusión mirando a su hija. — ¿Esto es una broma? —luego miró hacia a mí. —Debe de ser una puta broma. —su gestose tornó a uno cargada de frialdad.—Padre, hablemos en la habitación. —George no dejóde mirarme, se llevó su mano a su pecho y nos alertamos, dos hombres vestidos de seguridad se acercaron
James MaxwellAnunció Biel,sentí como mi corazón se agitó,los nervios crecieron, el nudo se hizo más grande en medio de mi estómago. Sentí la mano de Emily en mi abdomen y lo palmeó.—Respira, amor. —asentí rápidamente, sentí un escalofrío recorrerme de pies a cabeza, dejé otro beso contra su cabello y luego caminé hasta la puerta, abrí y entré. George estaba sentado en la orilla de la cama dándome la espalda, tenía un tubo con el suero a su lado.Pasé saliva con dificultad, me sentí como un adolescente. “Tranquilo, James”.—Señor Evans. —noté como su espalda se enderezó, giró su rostro a medio perfil, podría verme de reojo, pero no verme por completo.—Pasa, Maxwell. —me s
Sabella CollinsEstaba acorralada. James no estaría a mi lado como estaba planeado. La puerta se abrió y apareció el demacrado de Scott,tenía algo en su mirada que no me gustó para nada ya que se había marchado por un par de horas, ya era la hora de la comida, apenas apareció y eso me cabreó.— ¿Dónde estabas? ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde que James se ha marchado?—noté algo que no pude describir. — ¿Puedes quitar esa cara? —finalmente entró y cerró la puerta detrás de él.— ¿Cómo quieres que la ponga cuando mehe enterado que eres tú Sabella? ¡Simplemente no puedo! —exclamó furioso, al parecer la ira estaba en nuestra sangre, noté como su vena de su cuello resaltó, su rostro enrojeció
Emily Evans— ¿Y es todo lo que hablaron? —pregunté algo ansiosa por saber la conversación de mi padre y James, él cerró sus ojosy suspiró.—Por cuarta vez, sí, Emily. —dijo mi padre, la enfermera estaba retirando de su brazo el aparato para tomar la presión, le anunció que estaba bien, luego se retiró dejándonos a solas.— ¿Cómo te sientes? —pregunté a mi padre al verlo que no decía nada. Sus ojos se posaron en mí por un momento.—Bien, preocupado. —abrí mis ojos con sorpresa.— ¿Preocupado? ¿Qué eslo que te preocupa? —melevanté del sillón que estaba a su lado, luego me senté con él en la orilla de su cama, tomé su mano. —Estamos bien.&Eac
James MaxwellCaminé de un lado a otro, pensando en cada palabra que había dicho Sabella en esa habitación de hospital, laira había corrido por mis venas, me habían mentido ambas, pero aun necesitaba respuestas a mis preguntas.—Ya puedes entrar. —dijo Scott cuando llegó a mi lado, asentí. Caminé por el largo pasillo de la comisaría de policías, llegamos a un área dónde tenían a gente detenida, en la última, encontré a Sabella. El verla sentada con una muda de ropa deportiva y con una sonrisa expandiéndose porsu boca, me hizo querer entrar y arrancarle esa sonrisa.—Pensé que no vendrías a verme. —dijo Sabella contoda la tranquilidad del mundo, como si esos barrotes no fuesen nada en estos momentos.—Solo quiero saber un par de cosas y lu
Emily EvansEstaba sentada en la sala de espera, James le había enviado mensaje a Biel de que vendría hacia acá, media horadespués de espera, apareció James.—Hola, —dije al verlo, él se acercó y se sentó a mi lado, dejó un beso en mi frente y luego me entregó una caja, — ¿Qué es esto? —él sonrió.—Ábrelo. —sonreí al ver su emoción. Asentí y comencé a abrir la caja y me quedé sorprendida.—Un celular. —solté una risa y miré a James. —Gracias…no debiste.—Claro que debí. No quiero seguir molestandoa Biel, además, estaríamos más conectados, cualquier cosa, estarépara ti y para nuestro bebé. —arrugué mi ceño.<