Capítulo 91Rodrigo De la SierraPor mi ambición, por mi estupidez y por mi tontería de querer ganarme un dinero fácil, ahora lo había perdido todo. Debí ir en busca de ayuda con mis padres o con Enzo, había sido un estúpido que no pensé las cosas. Me recosté, física y mentalmente agotado, en la cama de ese maldito lugar de Dora y el cansancio me llevó a quedar dormido hasta que mi teléfono me sacó del sueño y al ver quién me llamaba, la tomé enseguida.–Enzo, amigo, dime por favor que pudiste ver a Sandra – le rogaba – necesito saber cómo está ella y mi bebé y si la desgraciada de Arminda está cuidando a Eddy.–Necesito que nos veamos, Rodrigo – dijo mi amigo muy serio – mándame tu ubicación y enseguida llegaré ahí contigo.Qué bueno que Enzo está en buena disposición y me ha llamado para vernos, así me dice cómo está la situación de mi esposa, fui un cobarde al no quedarme en la casa para ver qué era lo que pasaba con Sandra, espero que todo esté bien con ella y con nuestro hijo.–E
Capítulo 92Rodrigo De la SierraNo quería y tampoco podía perder a mi hijo, pero al reflexionar todo lo que me dijo Enzo supe que mi mejor amigo tenía razón. Las cosas no se iban a quedar así y si Jazmín y Arminda me denunciaban antes de poder ir a confesar yo lo que hice, las cosas serían peores. Lloré y mi mejor amigo me abrazó y fue entonces que me atreví a pedirle a la única persona que toda mi vida me había sido leal, que me hiciera un último favor.–Enzo, amigo, necesito ahora que hagas algo por mí – le rogué – necesito que me acompañes, antes de ir a hacer lo correcto, yo necesito ver a mis padres.Ellos tienen que saber todo lo que he hecho y que también me voy a entregar para responder por todas mis culpas, no me voy a mantener prófugo de la ley, porque podría ser mucho peor, así que si me entregaba podía obtener una reducción en la condena que sé que me espera,–Sí, tienes razón y haces bien, ahora vámonos de este lugar que ha sido completamente tu perdición.–Vámonos, amig
Capítulo 93Eva Mondragón CuevasLa noche que se supo todo con Jazmín, yo me sentía demasiado alterada como si algo me diera vueltas en la cabeza. Estaba triste aún por mi truene con Enzo, pero eso era más que eso definitivamente, pues ya no supe nada más de mi amiga Jazmín desde que la dejé anoche con sus padres, por lo que me levanté temprano, me alisté y después de desayunar con mis padres me fui a casa de mi amiga y ahí afuera vi saliendo a su padre y a punto de irse en la camioneta del café.–Hola, Don Víctor – saludé – disculpe la molestia tan temprano, pero no pude dormir, anoche de pensar en Jazmín y ella no me contesta las llamadas. Estoy muy preocupada por ella.–Hola, Eva. Agradezco mucho tu preocupación y justamente has llegado a tiempo, Jazmín no está aquí y ya debes saber el motivo, las cosas con su madre no están bien y es por eso que yo la llevé a que se instalara en un hotel.Jazmín debe estar bien, sé que lo que ha pasado con la señora Florencia, le ha afectado mucho
Capítulo 94Eva Mondragón CuevasUna doctora de urgencias salió para hablar con nosotros y le dijimos lo ocurrido, le entregué la caja de mis pastillas para dormir que estaba vacía y ella se regresó a seguir atendiendo a mi amiga, mientras que yo llenaba sus datos y su padre llamaba a Doña Flor y a la señora Sanjuana. Esto era una tragedia y yo no pude evitar llorar.Nunca pensé que la señora Florencia fuera a dejar a mi amiga en la calle, porque me hubiera quedado con mi amiga y hubiera evitado todo esto. Jazmín se tiene que recuperar, a ella ya la están atendiendo y con la caja del medicamento que se tomó, que le entregué a la doctora, sabrán que es lo que se tiene que hacer para sacarla de esa intoxicación.–Eva, dinos lo que tiene mi hermana – dijo Flor – ya no fuimos ni a la prepa, quisimos venir con mi mamá a ver a mi hermana.–Sí, Eva, dinos por favor, ¿qué tiene mi hermana? – Dijo Marina – no te quedes callada, por favor.No pude más y lloré abrazándolas a las dos, mientras ve
Capítulo 95Dora Zabaleta FernándezEstaba por irme definitivamente de Guanajuato, ya habiendo recibido la señal que esperaba para hacerlo. Tenía varios días recibiendo llamadas de Víctor, seguramente para reclamarme por el daño que le hice a su hijita y por supuesto que yo no pensaba hablar con él y mucho menos disculparme por nada, por otro lado, también me quedaba que Arminda me fuera a hacer un escándalo por haberme acostado con el esposo de su hija y era mejor irme y la opción se me había presentado sin yo buscarla. Una amiga mía de la facultad, me estaba esperando para irnos a su casa en Acapulco.–Dora, mujer te ves preciosa – dijo mi amiga al verme – Los años no pasan por ti, qué bárbara.Siempre he cuidado a la perfección cada parte de mi cuerpo, no me gustaría envejecer mal, tengo mis trucos y me encanta verme bien, sé que todavía despierto pasiones y llegando a Acapulco me voy a dar la gran vida que me merezco, además tengo que celebrar mi gran triunfo, era lago que había e
Capítulo 96Dora Zabaleta Fernández3 meses despuésTenía ya tres meses con mi amiga Rosario viviendo y disfrutando de su hermosa casa en Acapulco, pasando una vida maravillosa y lo mejor de todo que sin acordarme de nadie, ni de Florencia, ni de Víctor, ni del infeliz de Rodrigo. Solo el mar, mi amiga, nuestras muchas conquistas y una vida glamorosa en Acapulco. Mi amiga trabajaba de lunes a jueves y un día que volvió del consultorio y yo la esperaba en su casa como siempre, ella llegó visiblemente molesta.–Hola amiga, vaya traes una cara horrible – le comenté – seguramente no te ha ido bien en el consultorio, ¿necesitas algo?–Sí, Dora, necesito que me hables con la verdad – me enfrentó – por cierto, no te molestes en querer salir a ningún lado. He dado órdenes en la entrada del Fraccionamiento de que no salgas.Rosario venía demasiado enojada, no me podía imaginar de qué se trataba todo esto, pues hasta ha dado órdenes de que no se me permita salir del fraccionamiento, esto no me
Capítulo 97Rodrigo De la SierraHabía pasado dos meses en casa de la amiga de mi madre fuera de México y cuando volví a Guanajuato me enteré de la terrible verdad, Jazmín se había intentado quitar la vida por todo lo que le causé y eso me hizo sentirme más miserable de lo que ya me estaba sintiendo. Por si fuera poco, la demente de Dora me había llamado burlándose de mí y justamente cuando no pensaba que la policía la fuera a detener, se presentaron un día en la galería de mi madre.–Rodrigo, tienes que volver a Estados Unidos con mi amiga – mi madre estaba alarmada – no puedes quedarte aquí, no lo puedo permitir. Ha venido la policía a detenerte.Me llevé ambas manos a la cara y me angustié, estando seguro de que había sido Dora la que ya estaba detenida y ahora volvió a agitar las aguas en contra mía. No podía creer lo que me estaba pasando ahora mismo y mi madre queriendo que huyera nuevamente, ahora sí, no tenía escapatoria y estaba preparado para hacer lo que mi amigo Enzo me ac
Capítulo 98Rodrigo De la SierraDon Víctor y su familia habían sido muy decentes al no venir ellos mismos a destruirme con sus propias manos, aunque a decir verdad yo sabía que a la señora Florencia ganas no le faltaban de venir y acabarme ella misma y no era para menos, su hermosa hija estaba muy grave por culpa de un maldito como yo al que solo le importó el dinero fácil que Dora le ofreció y que nunca me importó el sufrimiento de Jazmín hasta que me enamoré de ella.–Amigo, vas a ver que pronto puedes salir de la cárcel – me animaba Enzo – si tienes buena conducta y sigues las normas, no pasarás tanto tiempo preso.–Mi hijo no debería ni de pisar ese lugar – mamá seguía en crisis – ojalá que al menos ya esté detenida esa mujer, Dora.Esa mujer, al igual que yo, debe pagar sus culpas, ella es la autora intelectual del delito, debe ser castigada por más tiempo que yo, pues solo fui un estúpido que siguió sus órdenes, y me arrepiento de haber sucumbido a su dinero, algo que a fin de