Capítulo 86Dora Zabaleta FernándezPensé que Rodrigo se iba a resignar y me dejaría en paz después de lo que le dije, obviamente no fue así y a los pocos minutos de haber cortado la llamada con él, lo vi pasar muy enfurecido por fuera de mi consultorio, verlo así tan enojado despertaba una parte de mi lívido que me hacía desearlo más que en situaciones normales. Él entró embravecido a mi consultorio y me aventó contra la pared, apenas me vio.–Quiero saber ¿por qué enviaste las cosas a Sandra? – Exigió una explicación – yo hice lo que me pediste, creo que no falté a mi palabra, eres una traidora.Había fallado rotundamente a lo que habíamos acordado, no se debió enamorar de la tonta de Jazmín, ella no tenía que salir ganándome en nada, al contrario, tenía que seguir derramando lágrimas de sangre, que ni se imaginaba lo que faltaba, todos se van a acordar de mí.–Te equivocas, querido. Faltaste a esa palabra con todas las malditas letras. Te dije que te limitaras a hacer lo de enamora
Capítulo 87Rodrigo De la SierraMe sentía muy enojado después de lo que pasó con la desgraciada e infeliz de Dora, los golpes que le había dado no le habían hecho justicia a todo el mal que ella me había causado a mí, yo hice lo que ella me pidió y solo tenía que pagarme y yo me iba a alejar para siempre de la vida de Jazmín y ahora a cambio de eso, ella había descompuesto también mi vida con Sandra. Dudé si ir o no a mi casa y al final tenía que hacerlo, tenía que impedir que Arminda mal aconsejara a Sandra y ella se fuera lejos de mí con mis hijos, eso sí que no.– ¿Cómo te atreves a venir a la casa? – Mi esposa estaba en la entrada – no puedo creer que te atrevas a venir después de lo que me has hecho.No podía estar alejado de mi hijo, ella no me podía negar ese derecho, además yo también tenía que vivir bajo el mismo techo que ellos, no me iba a alejar nada más porque sí.–Es mi casa, Sandra y sé lo que has visto y mereces una explicación. Por supuesto que te la he venido a dar
Capítulo 88Rodrigo De la SierraNo sabía a dónde ir y solo se me ocurrió irme a la guarida que la loca de Dora había pagado para mí, ahí me interné en la soledad y después me fui a llorar desconsolado a la recámara de ese lugar en el que tuve las mejores noches de toda mi vida, con Jazmín con la mujer que amo y que nunca más va a querer saber de mí, aunque con todo y mi desolación hice un intento llamándola por teléfono y ella tomó mi llamada, me alegré pensando que eso podía significar una oportunidad para mí y para mi alma desmembrada.–Jazmín, mi amor quiero que sepas que yo te amo – le dije cuando la escuché – por favor, ven a nuestro sitio de amor. Estoy aquí, tengo mucho que explicarte.No la quiero perder también a ella, es a la que en realidad amo, no supe en qué momento ella se fue metiendo en mi piel y en mi corazón, tengo que explicarle lo que en realidad me pasó, que me enamoré como un loco de ella, que me puede pedir lo que quiera que yo lo hago por ese amor que nos tene
Capítulo 89Jazmín Zabaleta VillaMe sentía muy mal, llena de dolor y de rabia contra mí misma, por haber sido tan estúpida, por no haber escuchado las llamadas de advertencia que me había dado mi madre y sobre todo por haber ignorado los instintos que desde dentro de mí, me gritaban que Rodrigo no era una buena persona. Ahora estaba pagando las consecuencias y no tenía idea de cómo iba a enfrentar esto.–Amiga, tienes que calmarte – Eva me seguía consolando – estoy orgullosa de ti, has sido muy fuerte al haberle dicho a ese infeliz lo que se merecía.Pero eso no valía de nada ahora, él había hecho conmigo lo que le dio la gana, había jugado con mi corazón, con mis sentimientos, y yo de tonta que le creí todas las veces que dijo que me amaba.–Demasiado tarde me vino la valentía Eva, yo no sé ni qué hacer y sé que no puedo quedarme aquí en tu casa porque tus papás van a sospechar o a decir algo, lo que es peor que podrían llamar a los míos.–Jazmín, métete algo en la cabeza. Tú has si
Capítulo 90Jazmín Zabaleta VillaMi mamá se estaba pasando de dura conmigo y eso dolía y mucho. Eva misma le estuvo explicando lo ocurrido y cuando sentía que todo estaba perdido mi papá llegó y él como bien lo sospeché, si me escuchó y también me comprendió. Eva, al ver que ya estaba con mi papá, se fue a su casa y me dejó ahí con mis padres, sabiendo que los tres tendríamos mucho que decirnos.–Papá, lo siento mucho, yo nunca quise hacerlos sentirse avergonzados de mí – seguí con las disculpas – ha sido mi tía Dora, la persona que orquestó todo este acto de maldad.Me alegra que mi papá si me estuviera escuchando, porque a mí había sido a la que le habían destrozado la vida, yo era la que tenía que dar la cara, no ellos, y mi tía Dora, si es que le podía seguir llamando así, tiene que pagar todo esto que me ha hecho y que no me merecía.–Sí, lo sé, hija y vamos a ir ahora mismo a denunciar a Dora y también a Rodrigo – dijo mi papá – ambos son culpables de lo que ha pasado y no deja
Capítulo 91Rodrigo De la SierraPor mi ambición, por mi estupidez y por mi tontería de querer ganarme un dinero fácil, ahora lo había perdido todo. Debí ir en busca de ayuda con mis padres o con Enzo, había sido un estúpido que no pensé las cosas. Me recosté, física y mentalmente agotado, en la cama de ese maldito lugar de Dora y el cansancio me llevó a quedar dormido hasta que mi teléfono me sacó del sueño y al ver quién me llamaba, la tomé enseguida.–Enzo, amigo, dime por favor que pudiste ver a Sandra – le rogaba – necesito saber cómo está ella y mi bebé y si la desgraciada de Arminda está cuidando a Eddy.–Necesito que nos veamos, Rodrigo – dijo mi amigo muy serio – mándame tu ubicación y enseguida llegaré ahí contigo.Qué bueno que Enzo está en buena disposición y me ha llamado para vernos, así me dice cómo está la situación de mi esposa, fui un cobarde al no quedarme en la casa para ver qué era lo que pasaba con Sandra, espero que todo esté bien con ella y con nuestro hijo.–E
Capítulo 92Rodrigo De la SierraNo quería y tampoco podía perder a mi hijo, pero al reflexionar todo lo que me dijo Enzo supe que mi mejor amigo tenía razón. Las cosas no se iban a quedar así y si Jazmín y Arminda me denunciaban antes de poder ir a confesar yo lo que hice, las cosas serían peores. Lloré y mi mejor amigo me abrazó y fue entonces que me atreví a pedirle a la única persona que toda mi vida me había sido leal, que me hiciera un último favor.–Enzo, amigo, necesito ahora que hagas algo por mí – le rogué – necesito que me acompañes, antes de ir a hacer lo correcto, yo necesito ver a mis padres.Ellos tienen que saber todo lo que he hecho y que también me voy a entregar para responder por todas mis culpas, no me voy a mantener prófugo de la ley, porque podría ser mucho peor, así que si me entregaba podía obtener una reducción en la condena que sé que me espera,–Sí, tienes razón y haces bien, ahora vámonos de este lugar que ha sido completamente tu perdición.–Vámonos, amig
Capítulo 93Eva Mondragón CuevasLa noche que se supo todo con Jazmín, yo me sentía demasiado alterada como si algo me diera vueltas en la cabeza. Estaba triste aún por mi truene con Enzo, pero eso era más que eso definitivamente, pues ya no supe nada más de mi amiga Jazmín desde que la dejé anoche con sus padres, por lo que me levanté temprano, me alisté y después de desayunar con mis padres me fui a casa de mi amiga y ahí afuera vi saliendo a su padre y a punto de irse en la camioneta del café.–Hola, Don Víctor – saludé – disculpe la molestia tan temprano, pero no pude dormir, anoche de pensar en Jazmín y ella no me contesta las llamadas. Estoy muy preocupada por ella.–Hola, Eva. Agradezco mucho tu preocupación y justamente has llegado a tiempo, Jazmín no está aquí y ya debes saber el motivo, las cosas con su madre no están bien y es por eso que yo la llevé a que se instalara en un hotel.Jazmín debe estar bien, sé que lo que ha pasado con la señora Florencia, le ha afectado mucho