¿De verdad era la misma Annalita que había impuesto la ley de la familia a Zachary solo para separarlos?

“Jejeje…”.

Charlotte sonrió nerviosamente.

“Eh… Si de verdad te gusta mi obra de arte, puedes simplemente llevarte las pinturas. No tienes que pagarme”.

“¿Cómo podría hacer eso? Puede que seamos familia, pero no puedo tomar algo sin pagar. Es cierto, me gusta tu obra de arte. Además, es mi forma de apoyar tu carrera. No los aceptaré si tú no aceptas mi dinero”. Annalita miró a Charlotte con benevolencia y amabilidad.

Charlotte se quedó sin palabras. Ella estaba empezando a pensar que estaba soñando, así que secretamente se pellizcó la cintura… y sintió un gran pinchazo…

'¡Muy bien entonces! Estoy despierta'.

El rostro de Miranda inmediatamente se volvió feo.

Albert recogió metódicamente las pinturas de Charlotte. Annalita, que ya había dejado de hablar, evaluó en silencio a Charlotte.

El corazón de Charlotte latía contra su pecho.

Ella se sintió aprensiva al pensar en los